Tribuna:

Las grandes potencias siguen disputándose la supremacía en África

La inauguración oficial del ferrocarril Tazara, que une a Zambia con Tanzania sin pasar por Rodesia, el viaje a Africa del adjunto al secretario de Estado norteamericano, William, Schaufele, y la continuada presencia cubana en Angola, asociada con los intereses soviéticos en la zona, que coinciden en el tiempo vienen a simbolizar el interés de las grandes potencias por el Africa Austral.Este interés, que puede terminar en una confrontación, se manifiesta en determinados conflictos localizados. Las últimas informaciones procedentes de Angola dan cuenta de un recrudecimiento de la tensión...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La inauguración oficial del ferrocarril Tazara, que une a Zambia con Tanzania sin pasar por Rodesia, el viaje a Africa del adjunto al secretario de Estado norteamericano, William, Schaufele, y la continuada presencia cubana en Angola, asociada con los intereses soviéticos en la zona, que coinciden en el tiempo vienen a simbolizar el interés de las grandes potencias por el Africa Austral.Este interés, que puede terminar en una confrontación, se manifiesta en determinados conflictos localizados. Las últimas informaciones procedentes de Angola dan cuenta de un recrudecimiento de la tensión en las fronteras con Sudáfrica y Namibia.

Un portavoz oficial en Luanda acusó hace dos días a Sudáfrica de haber atacado y destruido una pequeña aldea próxima a la frontera namibia. Los sudafricanos respondieron que se trataba de una acción de represalia por los ataques de guerrilleros de SWAPO (Frente de Liberación de Namibia), contra varias localidades de aquel territorio.

En Cabinda continúan las acciones de un frente guerrillero que aspira a la autonomía del enclave, que por sus reservas petroleras es uno de los más ricos de Angola. Por otra parte las organizaciones de Roberto Holden (FLNA) y de Jonas Savimbi (UNITA), están reiniciando sus acciones contra el Gobierno de Luanda.

Estados Unidos, que vetó la admisión de Angola en la ONU, explicó recientemente su posición y la condicionó a la presencia de las tropas cubanas. Cuando los cubanos hayan abandonado Angola, declaró el secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, podríamos reconsiderar nuestra actitud.

En las últimas conversaciones de Kissinger con el primer ministro sudafricano Vorster, celebradas en Alemania Federal, el secretario de Estado parece haber propuesto un doble plan para solucionar la cuestión rodesiana. Se habló ya sea de formación de un Gobierno de participación negra, con plenas garantías para la comunidad blanca, y otro plan para reubicar a los blancos rodesianos que quisieran abandonar Rodesia en la alternativa de formación de un Gobierno de mayoría.

En lo que concierne a Sudáfrica, Estados Unidos favorece al parecer la actitud de ciertos e importantes medios financieros sudafricanos, que quieren sea aliviado el sistema del apartheid, criticado universalmente por los Estados africanos, de manera que Sudáfrica pueda emprender su inserción en el continente.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Mucho más controvertida por el momento es la presencia cubana en Angola, asociada con los intereses soviéticos en la zona. El primer ministro cubano, Fidel Castro, escribió recientemente a su homólogo sueco Olof Palme que la intervención de tropas cubanas en Angola reforzaba en realidad la posible independencia de ese país con respecto a la URSS.

Esta independencia económica de la URSS, importante también para los propios cubanos que en América Latina y ahora en Africa buscaron una cierta complementaridad para su economía, había sido en principio un consejo de Moscú que no financiaba sin reticencias a los nuevos países independientes.

La importancia de Africa para la URSS no es primordialmente económica. Según datos de la OCDE las ayudas económicas de la URSS a Africa en 1975 se elevaron a 800 millones de dólares. En el mismo período, la inversión militar soviética en el continente negro, según una evaluación del Pentágono, se elevaría a 2.200 millones de dólares.

Una de las grandes preocupaciones de la política exterior de la URSS en Africa es levantar una barrera a la influencia china, en lo cual Cuba ha resultado altamente instrumental. Esto en parte explicaría también la pasividad de Estados Unidos en febrero de 1976, en los momentos cumbres de la intervención cubana, atribuida inicialmente a la paralización del Ejecutivo norteamericano en períodos electorales.

Después se sugirió que en la entrevista Kissinger-Gromyko, celebrada en Moscú por esas fechas, Estados Unidos habría aceptado dejar las manos libres a la URSS en Angola a cambio de que ésta no hiciese nada que pudiese llevar a Portugal a retirarse de la OTAN. La oposición chino-soviética pudiera haber sido un aliciente más. La inauguración del ferrocarril tanzambiano, en medio de estas pugnas, es un tanto que se apuntan los chinos y un proyecto de mayor interés, por su carácter, para los países africanos.

Archivado En