Laurent Mauvignier gana el Goncourt, el premio literario más prestigioso de Francia, con una novela sobre la ausencia en una casa abandonada
El jurado ha descartado a Emmanuel Carrère, el más conocido de entre los cuatro finalistas
El escritor Laurent Movigner ha ganado este martes el Premio Goncourt 2025, el galardón literario más importante de las letras francesas, con su libro Maison vide, una novela construida en torno a una casa familiar abandonada en el campo francés, donde el narrador regresa tras la muerte de su madre. A partir de ese espacio deshabitado, el autor explora la ausencia, el tiempo y la imposibilidad de reparar el pasado. La obra ya ha conseguido hasta la fecha muy buenas críticas y resultados de ventas, a lo que ahora suma el reconocimiento más prestigioso.
La Academia Goncourt, el exclusivo cenáculo de 10 personas que cada año concede el prestigioso galardón, ha premiado al autor de obras como Des hommes (2010), sobre los traumas de la guerra de Argelia, y Histoires de la nuit (2020), un texto monumental que revisita la historia de su familia a lo largo de cuatro generaciones, guiado por las preguntas que lo han atormentado desde los 16 años, los años del suicidio de su padre.
Mauvigner se ha impuesto esta vez a los otros tres finalistas. Caroline Lamarch, de 70 años, aspiraba al premio con Le Bel Obscur; Emmanuel Carrère lo hacía con Kolkhoze; y Nathacha Appanah, de 52, con La nuit au coeur. Esta última, sin embargo, había ganado esta semana el premio Fémina, y el jurado del Goncourt es reticente a repetir.
El poder de estos jueces vitalicios y no remunerados es inmenso. En la época de Proust, el premio, cuya dotación procedía de la herencia de los hermanos Jules y Edmond de Goncourt y que se concedía desde 1903, constaba de 5.000 francos. Hoy es un cheque de 10 euros. Quizá los 10 euros con mayor potencial de la literatura. Porque el verdadero premio son las ventas, que superan los 100.000 ejemplares; traducciones a decenas de lenguas, las adaptaciones al cine. Y el reconocimiento. Desde Proust, lo han obtenido Malraux, Beauvoir, Modiano, Duras, Houellebecq, por citar a unos pocos.
La peculiaridad de los premios franceses —en comparación con premios en España como el Planeta, y otros— es que no los organizan empresas editoriales ni se concede a inéditos, sino a obras publicadas en el mismo año. Hay transparencia: los lectores puede leer los libros en competición y saben a qué atenerse.
El autor de la obra, una vez consagrado, se asegura cientos de miles de ejemplares vendidos gracias a una enorme cobertura mediática. Según el gabinete GfK, el premio Goncourt ha vendido una media de 508.000 ejemplares entre 2018 y 2022, aunque no siempre sea el caso. Con un libro vendido a 20 euros, un nivel de ventas así supone para el autor una ganancia media de 1,1 millones de euros, según un cálculo realizado en 2023 por Les Échos, ya que el escritor solo conserva finalmente entre el 8% y el 15% del precio de venta.