La policía neerlandesa detiene a tres sospechosos del robo de las obras maestras arqueológicas de Dacia

La policía neerlandesa ha detenido este miércoles a tres sospechosos del robo de cuatro obras maestras arqueológicas procedentes de Rumanía, en la localidad de Heerhugowaard, al noroeste del país. Las piezas —el denominado casco de Cotofenesti y tres brazaletes— no han sido recuperadas por el momento. Los arrestos, por otro lado, se han producido “gracias a la investigación de los detectives, las grabaciones de las cámaras y las numerosas pistas del público”, ha asegurado la policía. Los cuatro sujetos se encuentran incomunicados en prisión preventiva y solo pueden hablar con sus abogados.

Nada más conocerse la noticia, la dirección del museo Drents, de Assen, ha colgado un comunicado en su página web diciendo que están muy contentos “con las esperanzadoras noticias”. Añaden sentir “un gran respeto por los investigadores que han llevado este terrible caso de forma tan adecuada y esperamos con impaciencia nuevos acontecimientos”.

El botín no ha aparecido todavía y el museo admite que recuperar intactos los objetos de arte saqueados “sería fantástico para todos los implicados, no solo para nosotros, sino especialmente para el pueblo rumano”. La policía no descarta efectuar más detenciones y sigue buscando a un hombre sospechoso, que aparecer en las imágenes captadas en una tienda de bricolaje de Assen. Estuvo allí unos días antes del robo. Esa foto ha sido publicada y compartida por los agentes.

El robo ha causado estupor y bochorno a partes iguales en Países Bajos, y ha reavivado el debate sobre la seguridad de los museos y el tipo de vitrinas que deben instalarse. Los ladrones usaron explosivos para volar la puerta por la que penetraron en la sala, y el director del Museo Drents ha declarado que se habían tomado “medidas de seguridad adicionales para las obras robadas”. En su opinión “habían cumplido” con sus obligaciones.