El periodista Jorge Fernández Díaz y el biólogo David Bueno ganan los premios Nadal y Pla 2025

Los galardones que otorga la editorial Destino llegan a sus 81ª y 57ª ediciones con la tradicional ceremonia de la noche de Reyes en el hotel Palace de Barcelona

Jorge Fernández Díaz posa con el Premio Nadal, este lunes en Barcelona.

Para muchos en el sector editorial, las celebraciones navideñas finalizan la noche del día de Reyes en el hotel Palace de Barcelona, donde se conceden los premios a obra inédita de la editorial Destino (Planeta). El escritor y periodista Jorge Fernández Díaz (Buenos Aires, 64 años) ha sido el ganador del Premio Nadal de Novela con El secreto de Marcial, donde trata de descifrar la relación con un padre opaco, mientras que el divulgador y biólogo David Bueno (Barcelona, 60 años) ha ganado el Premi Josep Pla de prosa en lengua catalana con el ensayo L’art de ser humans, que conecta ciencia y humanismo. Ambas llegarán a las librerías el 5 de febrero. La gala se ha dedicado también a la conmemoración del centenario del nacimiento de Ana María Matute (Barcelona 1925-2014), galardonada con el Nadal 1959 y nombre fundamental en la historia de la editorial.

Un total de 769 obras procedentes de todo el mundo se han presentado esta edición al 81º Premio Nadal, dotado con 30.000 euros. Como ya se señaló el año pasado, las propuestas son variadas pero destaca la preferencia por la novela negra y el thriller, con una especial atención a historias de trasfondo feminista, fantástico o de vínculo con la naturaleza. Un jurado formado por Inés Martín Rodrigo, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello y Emili Rosales ha elegido la novela El secreto de Marcial presentada bajo seudónimo y con el título Marcial. En esta novela de raíz autobiográfica, Jorge Fernández Díaz continúa la línea de Mamá (Alfaguara, 2019), donde mezclaba crónica periodística y biografía para contar la historia de su madre, como su padre, llegada a Argentina desde Asturias para huir de la miseria de la guerra civil.

“Allí mi padre era un capítulo, un personaje secundario; también lo era en nuestras vidas. Era una persona hermética que se envolvía en si misma. Madre hay una sola pero todo padre es un enigma; yo decidí resolverlo”. En El secreto de Marcial, el escritor investiga a través de la ficción la historia de su padre, Marcial Fernández, también migrante y asturiano: “En Argentina, mis padres construyeron una épica inmigrante en una comunidad española; dedico la novela a esa comunidad donde yo fui criado”. Jorge Fernández Díaz ya ha escrito en sus libros y artículos previos sobre una relación espinosa: como otros padres de su generación, Marcial nunca quiso que su hijo se dedicase al mundo de la literatura, y el hijo luchó y se reconcilió con la mirada desaprobadora del padre. Con toques de suspense, a medio camino entre Asturias y Buenos Aires, la novela abarca desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad: “Murió en 2005 y desde entonces me ronda su fantasma literario (...) ahora vuelve a España en forma de novela”.

David Bueno recibe el Premi Pla de narrativa en catalán, este lunes en Barcelona.Lorena Sopêna (Europa Press)

Jorge Fernández Díaz empezó a escribir joven en un diario de la Patagonia, en La Razón y en el semanario Noticias. Actualmente, es analista político reconocido en La Nación, y considerado uno de los cronistas de la Argentina actual. Además del éxito Mamá, es autor de novelas, crónicas y libros de relatos. Entre sus obras recientes, destaca la saga policial protagonizada por el agente Remil: El puñal (2015), La herida (2018) y La traición (2021), todas publicadas en Destino.

Al premio Josep Pla, que celebra su 57ª edición e incluye obras de cualquier género en prosa, se han presentado un total de 40 títulos variados. La dotación es de 10.000 euros y el jurado lo forman Laia Aguilar, Montse Barderi, Jaume Clotet, Manuel Forcano y Glòria Gasch. David Bueno (Barcelona, 1965), neurocientífico y uno de los nombres más conocidos en la divulgación científica, presentó bajo pseudónimo el ensayo Quan l’ésser humà desperta, finalmente titulado L’art de ser humans. Con la pretensión de acercar su conocimiento al público común, en este ensayo conecta ciencia y humanismo con la finalidad que el lector descubra “el homo artisticus que todos llevamos dentro”. Bueno ha agradecido el premio prometiendo que “no es una culminación, es un impulso para continuar la línea de mi trabajo: cómo la neurociencia puede ayudar a mejorar el sistema educativo”. Con lemas esperanzadores y citando Byung-Chul Han, ha remarcado la importancia de “las artes en plural”, incluyendo la ciencia y al filosofía.

David Bueno es doctor en biología y profesor investigador de la sección de Genética Biomédica Evolutiva y del desarrollo de la Universitat de Barcelona. Desde 2019 dirige la cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st, la primera del mundo dedicada exclusivamente a este campo. Además de libros especializados, ha publicado una larga lista de títulos de divulgación científica y colabora a menudo con medios de comunicación generalistas. Entre sus obras más recientes, Educa el teu cervell (Rosa dels vents, 2024) o El cervell de l’adolescent (Rosa dels vents, 2022).

Despegue del centenario de Ana María Matute

En la ceremonia, que ha contado con la presencia de autoridades y escritores (entre ellos los ganadores de la última edición, César Pérez Gellida y Jaume Clotet), se ha homenajeado a Ana María Matute y su relación con la editorial: “Hada madrina del premio”, según Núria Soler, conductora del acto, que también ha anunciado que Destino dedicará el año conmemorativo a reeditar las obras de Matute.

La escritora barcelonesa obtuvo el Premio Nadal en 1959 con Primera memoria, fue uno de los 232 originales presentados. Se recordó entonces la anécdota de la primera vez que apareció Matute con 19 años por la editorial con un cuaderno de tapas negras que era el manuscrito de su primera novela, Pequeño teatro. El director era Ignacio Agustí y le recomendó que pasara la novela a máquina. Era 1954 y el título acabó ganando del Premio Planeta. Inés Martín Rodrigo, premio Nadal 2022, se ha reconocido parte de un “linaje literario que abruma” y ha recordado el universo literario de la autora: “Un mundo lleno de adultos donde la infancia nunca acaba”.

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