El Rey advierte contra la “polarización” y “la negación del otro” en los Princesa de Asturias
La princesa Leonor de Borbón ha sido este año la encargada, por primera vez en los galardones, de hacer el discurso de elogio a los distinguidos
“En este mundo globalizado de grandes magnitudes y oportunidades, entre avances tecnológicos inimaginables, la deshumanización es un riesgo latente”, ha dicho el rey Felipe VI en su discurso en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, celebrada este viernes en el teatro Campoamor de Oviedo. La hilazón entre todos los premiados en esta edición, para el monarca, es la idea de que la persona tiene que estar en el centro de la acción. “L...
“En este mundo globalizado de grandes magnitudes y oportunidades, entre avances tecnológicos inimaginables, la deshumanización es un riesgo latente”, ha dicho el rey Felipe VI en su discurso en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, celebrada este viernes en el teatro Campoamor de Oviedo. La hilazón entre todos los premiados en esta edición, para el monarca, es la idea de que la persona tiene que estar en el centro de la acción. “La historia nos alerta de las graves consecuencias de apartarse de ese camino. Como nos alerta de los graves riesgos de la polarización, de la negación del otro por sus convicciones o creencias; porque piensa, reza o vota distinto”.
Para ejemplificar esas graves consecuencias, citó los conflictos en Oriente Próximo, Ucrania, África y otros lugares del mundo. Lugares “asolados por conflictos abiertos y violaciones sistemáticas de los derechos humanos, que nos obligan a una llamada incesante a la contención y a la humanidad; también a la denuncia y a hacer lo posible para que la paz y la seguridad vuelvan a ser compatibles, complementarias y conducentes a la convivencia, o al menos la coexistencia”, sentenció Felipe VI.
Y no solo en lugares lejanos, también en el ámbito de las cercanías: “En cualquier desigualdad, prejuicio o injusticia, o en cualquier discurso condicionado por el miedo o basado en la indiferencia o la radicalidad. Es obligación de las instituciones y de la ciudadanía enfrentarse a todo lo que nos separe del respeto integral a la persona, de cualquier persona”, de la dignidad del ser humano.
En los primeros compases de su alocución, el Rey recordó su ya larga trayectoria al frente de esta ceremonia, en la que intervino por primera vez hace 43 años, cuando tenía 13 (la misma edad a la que la princesa Leonor dio su primer discurso). Aquel año, 1981, en los primeros Premios Príncipe de Asturias, algunos de los galardonados fueron los escritores José Hierro y María Zambrano. Durante cuatro decenios, los dos últimos en compañía de la reina Letizia, el Rey fue el encargado de elogiar a los premiados. “Entenderán que les diga que veo con emoción —de Rey y de padre—, que Leonor, como presidenta de Honor que es de la Fundación, se encargue de hacerlo a partir de ahora, como acabamos de ver hace un instante”, dijo Felipe VI.
La princesa Leonor destacó en el comienzo de su discurso los primeros versos de una canción del galardonado Serrat: “Pels voltants de setembre, abans que arribi el fred, compren el seu bitllet per al tren de l’esperança” (En torno a septiembre, antes de que llegue el frío, compran su billete para el tren de la esperanza), pertenecientes a la canción Els veremadors (Los vendimiadores), un homenaje a los que “se veían obligados a dejar su hogar para ir a vendimiar lejos de casa”.
A continuación, se refirió a los méritos de los premiados. A su juicio, la hilazón entre ellos era “la emoción de la esperanza”. “Es el sentimiento que nos muestra que las cosas pueden mejorar, que siempre hay una grieta por donde entra la luz”, dijo la princesa. Y explicó sus sensaciones sobre los galardonados, alabando la respuesta a los totalitarismos de la escritora rumana Ana Blandiana, el uso del talento en busca de un mundo “más justo e integrador” de la historietista francoiraní Marjane Satrapi o la puesta en práctica de la cooperación y el multilateralismo por parte de la Organización de Estados Iberoamericanos.
La deportista Carolina Marín dice “puedo porque pienso que puedo”. “Y les aseguro que, para quienes estamos a punto de abandonar la adolescencia, son palabras muy valiosas”, apuntó la princesa. Hablando de los premiados en Investigación Científica, Leonor animó a trabajar en la prevención de la obesidad y la diabetes. Respecto a la agencia Magnum, destacó su fotoperiodismo veraz en una época en la que “a menudo no es fácil entender lo que sucede”. Confesó haber estado dándole vueltas a una frase de Michael Ignatieff: “Hay quienes utilizan la democracia para destruirla”. Y, por supuesto, tuvo palabras para Serrat, con cuyos versos abrió el discurso. “Es mucho más que un referente artístico para varias generaciones a las que ha hecho felices. También ha mostrado su compromiso con la democracia y la tolerancia”.
La princesa de Asturias tomó por primera vez la palabra en público en esta misma ceremonia, en 2019: tenía 13 años. Este año, en la primera edición de los premios en la que es mayor de edad, y cuando cumple un decenio como presidenta honorífica de la Fundación Princesa de Asturias, ha acudido a sus primeros actos en solitario, sin el acompañamiento paterno, y también en Oviedo. En sendos actos, este jueves, fue nombrada alcaldesa honoraria de la ciudad y recibió la Medalla de Asturias, máximo reconocimiento en la región. Tuvo palabras de afecto para la tierra de su familia materna (“que es muy asturianona, ya me entienden”, bromeó) y un cariñoso recuerdo para su bisabuela, la periodista radiofónica asturiana Menchu Álvarez, fallecida en 2021.
En el final de discurso en la ceremonia, la princesa de Asturias volvió a Serrat: “Pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día y mañana también”.