‘Las jaurías’: la vida perra de los bajos fondos marroquíes

El debut en la dirección de Kamal Lazraq, premiado en Cannes, muestra el infernal periplo de un padre y un hijo en la escena criminal de Casablanca

Una imagen de la película 'Las jaurías'.

Los perros callejeros forman parte del paisaje suburbial marroquí. Flacos pulgosos tirados en cualquier esquina o buscando alimento entre la basura. Quizá no es prudente acercarse a ellos, pero a su manera provocan ternura, como cualquier animal apaleado por las circunstancias. Las jaurías, el debut en la dirección del marroquí Kamal Lazraq, filma en la distancia a algunos de ellos, intentando evocar a través suyo la vida perra de los bajos fondos marroquíes.

Pero Las jaurías no es un drama social que invoca los fantasmas de la calle, sino un thriller angustioso sob...

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Los perros callejeros forman parte del paisaje suburbial marroquí. Flacos pulgosos tirados en cualquier esquina o buscando alimento entre la basura. Quizá no es prudente acercarse a ellos, pero a su manera provocan ternura, como cualquier animal apaleado por las circunstancias. Las jaurías, el debut en la dirección del marroquí Kamal Lazraq, filma en la distancia a algunos de ellos, intentando evocar a través suyo la vida perra de los bajos fondos marroquíes.

Pero Las jaurías no es un drama social que invoca los fantasmas de la calle, sino un thriller angustioso sobre dos pobres diablos en la escena del lumpen de Casablanca. La película arranca en la oscuridad malsana de una pelea clandestina, un poco como en los primeros compases de Amores perros (2000), la ópera prima de Alejandro González Iñárritu. Solo será el punto de partida de una caótica noche en la que un padre con aspecto de boxeador sonado y su hijo se las verán para deshacerse de un cadáver.

Un perro muerto será el detonante de un crimen chapucero que le vale a Kamal Lazraq, autor también del guion, para retratar con bastantes dosis de humor negro las diferentes capas del crimen de su ciudad guiado en esa noche infernal por el padre y el hijo que dan vida respectivamente Abdelatif El Mansouri y Ayoub Elaid. Uno de los grandes aciertos de la película es su reparto, formado en su mayoría por actores no profesionales. El trabajo de Abdelatif El Mansouri y Ayoub Elaid es magnético, capaz de imprimir violencia, pero sobre todo desamparo. La relación paterno filial es el corazón de Las jaurías, que expone el choque generacional a través del peso de las supersticiones (el mal fario lo traerá un odioso coche); las creencias religiosas, que tendrán un inesperado protagonismo; o en la evolución de la propia vida callejera. Kamal Lazraq muestra a los viejos delincuentes, como el padre, con el rostro curtido a golpes y su aspecto de fumadores de kif. Hombres que el hijo observa con una mezcla de irritación permanente y a la vez respeto. Frente a ellos, la amenaza llega de los fríos modales de las nuevas pandillas, con su desapego a las tradiciones y sus cortes de pelo a lo futbolista.

Ganadora en 2023 del Premio del Jurado de la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, Las jaurías es un debut notable —Kamal Lazraq solo había estrenado dos cortometrajes, Drari, en 2011, y Moul Lkelb, en 2013—, que ofrece una cara muy poco tratada de Marruecos. Un viaje a sus márgenes que, pese a su intimidante tono lúgubre y siniestro, evita regodearse en la sordidez para reivindicar, con humor y humanidad, que en los peores agujeros hay personas empujadas a vivir como perros.

Las jaurías

Dirección: Kamal Lazraq.

Intérpretes: Ayoub Elaid, Abdelatif El Mansouri, Mohamed Hmimsa, Abdellatif Lebkiri.

Género: drama / thriller. Marruecos, 2023.

Duración: 94 minutos.

Estreno: 25 de julio.

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