Jake Gyllenhaal: de actor de cine de autor con ‘Donnie Darko’ y ‘Brokeback Mountain’ a nuevo héroe de acción en ‘Road House’
Llamado a encarnar cualquier personaje torturado o melancólico, desde hace un lustro el intérprete ha cambiado de rumbo y ha priorizado protagonizar películas testosterónicas y ‘remakes’
Durante una entrevista televisiva conjunta de promoción de Spider-Man: lejos de casa, a Tom Holland —que encarna al hombre araña— y a Jake Gyllenhaal —que daba vida al villano de turno― les preguntaron en otoño de 2021 con qué director querrían trabajar y Gyllenhaal respondió: “Pedro Almodóvar”. Esa fue una de las últimas apariciones del Gyllenhaal actor de cine de autor, porque en los últimos años sus prioridades han sido películas musculadas donde lucir su contundente físico, como confirma Road House, la nueva versión de De profesión: duro, que ha arrasado en su estreno en Prime Video, un filme sin más argumento que una endeble trama para empaquetar peleas. Es la última deriva de un actor que en su currículo tiene clásicos como Donnie Darko, Brokeback Mountain, Okja o Nightcrawler... y que en los últimos tiempos ha preferido ser dirigido por cineastas tan testosterónicos como Michael Bay, Antoine Fuqua o Guy Ritchie. ¿Por qué han cambiado sus gustos? ¿O siempre le ha palpitado esa pasión por los bíceps y los mandobles?
El éxito de Road House en la plataforma de Amazon ha sido de tal calibre (a inicios de abril, tras sus primeros dos finde de semana, anunciaron que la habían visto 50 millones de espectadores, aunque sin especificar cómo hacían el cálculo; a finales de mayo aseguran que han llegado a los 80 millones y, según datos actualizados de la consultora Nielsen, es la película más vista en 2024 de la plataforma), que la compañía productora del actor, Nine Stories, ha firmado un acuerdo por tres años con Amazon MGM Studios, contrato en el que se especifica que el estudio tendrá una primera opción sobre las películas de ficción que Nine Stories tiene la intención de producir tanto para cines como para streaming. Y eso que él llegó a Road House tras el desarrollo inicial de su libreto por MGM (después, la major de Hollywood, y todo su contenido, fue deglutida por la plataforma de ventas online).
Su anterior trabajo, El pacto, de Guy Ritchie, también se había estrenado bajo el paraguas de Amazon MGM Studios, aunque previamente pasó por salas. Y con Nine Stories, Gyllenhaal ya había producido para otra plataforma, Netflix, Culpable (2021), de Antoine Fuqua, aunque en este thriller, remake de un éxito danés, el protagonista es un policía que no se mueve del teléfono. El actor sabe jugar en los nuevos campos de juego cinematográfico: su próximo estreno será, el 12 de junio, la serie Presunto inocente, en AppleTV+, en la que encarna a un fiscal de Chicago acusado de un brutal asesinato. ¿Suena a conocido? Sí, es la versión en serie de la película de Alan J. Pakula que protagonizó en 1990 Harrison Ford. Cero creatividad. Otro remake más.
Lo curioso es que Jacob Benjamin Gyllenhaal (Los Ángeles, 43 años) procede de una familia fundamentada en el cine de autor, hijo del director Stephen Gyllenhaal (El país del agua, Una mujer peligrosa) y de la guionista Naomi Foner (Un lugar en ninguna parte). Su hermana mayor, Maggie Gyllenhaal, tras lograrse una reputación como actriz, es ahora una directora de prestigio (La hija oscura). Jack comenzó su carrera a los 11 años, como hijo de Billy Crystal en Cowboys de ciudad, que le conoció en una cena en casa de los Gyllenhaal. Después de diversas actuaciones en los filmes y episodios que dirigía su padre, en 1999 estrenó Cielo de octubre, basada en la historia real del hijo de un minero que acabó diseñando cohetes, y se convirtió en un intérprete joven a considerar.
Tanto como para hacer dos pruebas para encarnar a Frodo en El señor de los anillos. En la primera no debía hablar, solo recoger el anillo. Sin entender el valor simbólico del objeto, lo realizó de manera desaliñada, para desesperación de Peter Jackson. Tiempo después, se puso de nuevo ante el director, que se enfadó cuando le oyó recitar el diálogo, y le dijo que era “el peor actor del mundo”: al californiano Gyllenhaal sus agentes no le habían avisado de que había que hablar con acento británico. Y tampoco le fue bien cuando quedó finalista, aunque canta muy bien y es su pasión, para protagonizar Moulin Rouge! junto a Heath Ledger (con quien coincidiría tiempo después) y Ewan McGregor (que finalmente se llevó el personaje de Christian).
Pero esos rechazaron fueron compensados por el éxito de Donnie Darko (2001), el drama sobre la melancolía juvenil por antonomasia que le catapultó como el actor indie a seguir con apenas 20 años. Su ascenso al estrellato avanzó al dar vida al hijo de Dennis Quaid en el blockbuster El día de mañana, tropezó al perder la oportunidad de encarnar a Batman en Batman Begins (tanto Christopher Nolan, en esta ocasión, como Baz Luhrmann, en Moulin Rouge!, le llamaron para explicarle por qué no le habían escogido, confesó agradecido por el gesto Gyllenhaal hace unas semanas en la promoción de Road House) y coronó al ser junto a Heath Ledger la pareja de vaqueros gais de Brokeback Mountain (2005), con la que obtuvo su única candidatura al Oscar. También nació una amistad truncada por la muerte de su compañero de reparto: Gyllenhaal es el padrino de la hija de Ledger y Michelle Williams, Matilda. A ambos les unía la intensidad interpretativa.
Desde ese momento, Gyllenhaal combinó todo tipo de filmes de autor, como dos con Denis Villeneuve, Prisioneros y Enemy, y uno con Sam Mendes (Jarhead), David Fincher (Zodiac), Jean-Marc Vallée (Demolición) o Jim Sheridan (Brothers). Eso sí, iba dando pistas de que la acción le llamaba, aunque no cuajaba: Código fuente o Redención —su primera colaboración con Fuqua— no funcionaron, aunque al menos no se convirtieron en el terrible desastre en 2010 que supuso Prince of Persia: las arenas del tiempo, para estupor y dolor de la compañía Disney. Gyllenhaal nunca ha sufrido nada igual, y aún hoy se recuerda tamaño fracaso: en el primer libro escrito por el actor, y destinado al público infantil, The Secret Society of Aunts and Uncles, el ilustrador Dan Santat puso de fondo, entre el público que ve bailar al protagonista, un aspirante a bailarín de 10 años, a una persona con un cartel donde se lee “The Persians”, un momento que Gyllenhaal, que no se percató hasta que se imprimió, reconoce como el más bajo del chaval.
Gyllenhaal siguió actuando en teatros; se acercó al Oscar con Nightcrawler (donde era un estafador que se sumerge en el mundo del periodismo televisivo de sucesos en la noche angelina) y mantuvo el placer de jugársela en filmes tan radicales como Okja (2017), del surcoreano Bong Joon-ho para Netflix; Animales nocturnos, de Tom Ford, o Lo que arde con el fuego, de Paul Dano. Con barba aparentaba más edad y peso intelectual; sin ella, juventud y liviandad. En los Pirineos oscenses se hizo fotos (con la camiseta de los Golden State Warriors) con los habitantes del lugar durante el rodaje de Los hermanos Sisters (2018) y dejó buen sabor de boca en su equipo creativo: el director Jacques Audiard y el guionista Thomas Bidegain. Pocos se podían esperar lo que iba a venir a continuación.
Desde el wéstern francés (aunque filmado en inglés), Gyllenhaal no ha vuelto a hacer cine de autor. En cambio, con Spider-Man: lejos de casa inició una etapa de puñetazos, tiros y peleas. Y remakes. La única vez que parecía que iba a volver el Gyllenhaal indie, él mismo hundió el proyecto. Durante el confinamiento, Bidegain les ofreció a él y a Vanessa Kirby protagonizar Suddenly, adaptación al inglés de la novela francesa Soudain seuls, que cuenta la historia de una pareja que lucha por sobrevivir en una isla, cuando disfrutaban del viaje de sus sueños. Durante un año, por Zoom, Gyllenhaal y Bidegain pulieron el guion en colaboración con David Lindsay-Abaire, y el actor se sumó a la parte de producción.
En Variety, el guionista vascofrancés explica: “Acabábamos de hacer una nueva versión del guion que incorporaba los últimos cambios, e hice muchos zooms con Jake y Vanessa, así que pensé que los tres estábamos en la misma onda. Así que cuando nos conocimos en Islandia, supuse que le daríamos los toques finales”. A falta de ocho semanas para la claqueta inicial, los tres se juntaron en la isla, y estallaron. Gyllenhaal tuvo una epifanía durante un paseo donde se encontró con un caballo, y decidió que “no debería ser una película sobre el amor, sino una película sobre el amor a la naturaleza”. Bidegain asegura que Kirby, por su parte, insistía en que la película tuviera un toque feminista más definido con un final radical. El guionista dice que su visión de la película se encontraba en algún punto intermedio: “Es una película sobre el amor, pero también sobre el amor a la naturaleza, y tiene un personaje femenino fuerte”. Al cuarto día, Bidegain volvió a París, la rodó con actores franceses con la mitad de presupuesto y en su país se estrenó el pasado diciembre. En Variety, Bidegain insiste en el problema fue que nunca había trabajado con un actor que también fuera productor. “Es una experiencia muy extraña cuando trabajas con un actor-productor que no tiene la misma visión que el director: en Francia, el director es el que está a cargo de contar la historia, el guion, la escenografía...”. Curiosamente, Gyllenhaal vive desde hace tiempo varios meses al año en París por su relación con la modelo francesa Jeanne Cadieu.
En Estados Unidos, Gyllenhaal es popular por otro desencuentro, en esta ocasión amoroso: en 2009 él y Taylor Swift fueron pareja durante tres meses. La ruptura le provocó a la cantante un dolor que inspiró la canción All Too Well, del disco Red, que se lanzó en octubre de 2012. En noviembre de 2021, Swift lanzó Red de nuevo regrabado con una versión extendida del tema y un vídeo-cortometraje, dirigido por la misma Swift, en el que el actor Dylan O’Brien es un calco de Gyllenhaal. Una ola de rabia contra Gyllenhaal inundó durante semanas internet.
En un perfil sobre él en Esquire en marzo de 2022, a raíz de este cambio de carrera Villeneuve aseguraba: “Jake es definitivamente más feliz, más en paz”, y Fuqua, que está “mucho más tranquilo, un poco más abierto” y parece “estar divirtiéndose más. Y creo que eso es madurez”. Puede que por eso quiera jugar más: su próximo estreno será In The Grey, otra de tiros y acción con Guy Ritchie. Más tarde, en la primavera de 2025, Gyllenhaal será Yago y Denzel Washington dará vida a Otelo en una versión del clásico de Shakespeare que supondrá la tercera producción del actor en Broadway. Al menos, su amor al teatro no se acaba.