Un cura de Tenerife destroza unos frescos de 300 años de antigüedad en una iglesia
El Cabildo de Tenerife abre una investigación después de hacerse público que el párroco ordenó pintar la pared con pintura blanca
El cura de la iglesia de San Antonio de Padua, en el municipio de El Tanque —de 2.600 habitantes― en Tenerife, ha provocado las iras de sus vecinos tras saberse que ha dañado unos frescos de más de 300 años de antigüedad tras autorizar unas obras de rehabilitación, según ha informado el diario El Día. Los medios canarios no han dudado en subrayar las similitudes con el Ecce homo de Borja (Zaragoza), un fresco que saltó a la fama mundial tras el intento de restauración de la octogenaria ...
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El cura de la iglesia de San Antonio de Padua, en el municipio de El Tanque —de 2.600 habitantes― en Tenerife, ha provocado las iras de sus vecinos tras saberse que ha dañado unos frescos de más de 300 años de antigüedad tras autorizar unas obras de rehabilitación, según ha informado el diario El Día. Los medios canarios no han dudado en subrayar las similitudes con el Ecce homo de Borja (Zaragoza), un fresco que saltó a la fama mundial tras el intento de restauración de la octogenaria Cecilia Giménez.
La parroquia fue construida en el siglo XVIII. Entre 1999 y 2007 se sometió a varias reformas, durante las cuales se descubrieron pinturas en las paredes del presbiterio. De ellas, solo se restauró una parte. El resto se recubrió de una pintura protectora que se pudiese retirar con facilidad. El viernes, el párroco Héctor Lunar Guevara tomó la decisión de retirar esta protección y ordenó a trabajadores no especializados cubrir los frescos con una capa de pintura convencional blanca no apta para este uso.
Fuentes del Cabildo de Tenerife han explicado a Efe que el área de Patrimonio Histórico ha abierto una investigación para determinar lo que ha ocurrido y que este lunes personal de la corporación insular se ha desplazado hasta la iglesia para realizar un estudio y para valorar si se ha producido algún tipo de daño.
“Lo lamento. He pedido disculpas a todas las autoridades”, ha declarado Héctor Lunar Guevara al rotativo tinerfeño. “No sabía que detrás de esa capa de pintura estaban esos frescos. Nadie me lo comunicó. Mi única intención al añadir otra capa de pintura en esa zona de la iglesia era acondicionar la iglesia con vistas a los actos de la Semana Santa”, aclaró. “Si me tienen que sancionar, que me sancionen. Mi error fue no informarme de estas riquezas que tenía la iglesia de San Antonio de Padua”, resalta Lunar. El párroco, de origen venezolano, abandonó Caracas hace cuatro años.
El Ayuntamiento niega que no hubiese habido información. “La concejala de Obras y servicios le indicó que tenía que actuar una empresa especializada en la materia y, por supuesto, contar con los permisos pertinentes”, según explicó a Televisión Española la alcaldesa del municipio, Esther Morales.
La Hermandad ha aceptado con reticencias estas disculpas. No oculta, sin embargo, su profundo malestar con Lunar. “Desde que llegó a El Tanque”, explicó la organización en redes sociales, “no ha hecho más que lo que le ha dado la gana. Hace y deshace a su antojo y se defiende diciendo ‘porque yo soy el párroco’. Una persona que debería dar ejemplo de fe, de respeto al prójimo, humildad, es todo lo contrario. Ya estamos cansados”.
Según consta en la memoria de Bienes de Interés Cultural de Tenerife, en 1540 se erigió el primer templo en honor a San Antonio de Padua en El Tanque. Esta construcción fue arrasada en 1706 por el volcán de Trevejo, por lo que la parroquia tuvo que ser reconstruida en 1728 y profundamente reformada en el siglo XX, donde se le construyó la torre en el costado sur. Esta parroquia conservaba en su interior “interesantes obras de arte como la imagen de su titular, San Miguel o San Alejo del siglo XVII”, señala el catálogo del Cabildo de Tenerife.