Alexandra Jiménez: “Prefiero una carrera larga a ganar el Goya”
La prolífica y respetada actriz, con medio centenar de películas y series a sus espaldas, repasa desde sus inicios en ‘Los Serrano’ a su estreno actual, ‘La ternura’, pasando por su caracterización como Penélope Cruz en ‘Spanish Movie’
En la gala de los premios Goya de 2017, en uno de sus sketches, el presentador, Dani Rovira, señalaba que la actriz Alexandra Jiménez había hecho cinco películas, y remataba, a cuenta del estreno de su último trabajo, Nacida para ganar: “Puede que no hayas nacido para ser candidata al Goya, pero has nacido para triunfar”. Rovira había sido su compañero en 100 metros, por la que la intérpret...
En la gala de los premios Goya de 2017, en uno de sus sketches, el presentador, Dani Rovira, señalaba que la actriz Alexandra Jiménez había hecho cinco películas, y remataba, a cuenta del estreno de su último trabajo, Nacida para ganar: “Puede que no hayas nacido para ser candidata al Goya, pero has nacido para triunfar”. Rovira había sido su compañero en 100 metros, por la que la intérprete sí fue candidata a los Gaudí. Al año siguiente, Jiménez ganó el premio a la mejor protagonista en el festival de Málaga por su labor en Las distancias... por la que tampoco fue candidata al Goya, un descarte que clamaba al cielo. Con todo, Jiménez ha seguido con su ritmo de hormiguita, que junto al respeto con el que hablan de ella sus compañeros, han confirmado a esta zaragozana de 43 años como una de las grandes actrices españolas. Este otoño ha estrenado La ternura, una comedia basada en una obra de teatro de Alfredo Sanzol con indudables aromas shakesperianos, y ya ha rodado Menudas piezas y Buscando a Coque.
Pregunta. Pero la interpretación no fue su vocación artística inicial, ¿no?
Respuesta. Me dedicaba a la danza en mi infancia y adolescencia, efectivamente.
P. ¿Y se quedó con ganas de haber hecho carrera?
R. No, necesitaba dejarlo tiempo atrás. Afortunadamente me lesioné. Y fue el detonante para coger el impulso de decir: “Bueno, pues ya está”. Yo era muy joven, y en ese momento tomé una decisión tremenda y muy importante. Ahora lo rememoro y me doy cuenta de que con 17 años estar planteándote esas cosas resulta ridículo. Y, sin embargo, en aquel momento no lo era en absoluto. Porque implicaba un cambio de vida y de formación muy grande. En fin, conté con el respaldo de toda mi familia para empezar de cero con otra cosa.
P. ¿Y ahora ve ballet?
R. Sí, me encanta. Y, de hecho, uno de mis mejores amigos, que es casi como mi hermano, ha sido, hasta hace poco, que se ha retirado, un grandísimo bailarín del New York City Ballet. La danza me conecta con una parte esencial que forma parte de mí y de mi aprendizaje. También me gusta mucho comprobar que no lo echo de menos.
P. ¿Si su hija le dice que quiere ser bailarina, le diría que no, por dios?
R. No, no le diría nada malo, que haga lo que quiera hacer.
P. ¿Y actriz?
R. Lo mismo, lo mismo. De hecho, si quisiera elegir un trabajo donde se pueda manifestar artísticamente, a mí me gustaría mucho. Pero si me dice que quiere ser gestora me parecerá estupendo también.
P. Usted ha tenido una carrera larga, sin grandes picos de popularidad, tras el vértigo inicial de aparecer en la serie Los Serrano.
R. Me siento una privilegiada, sí, en una situación extraña para un trabajo como este. Y lo pienso constantemente. En realidad, cada vez que inicio un trabajo y reflexiono sobre cuántas actrices podían estar haciendo ese papel...Las dudas me acompañan siempre. En la escuela de interpretación, uno de los profesores, Roberto Cerdá, nos decía: “Nunca deis nada por garantizado”. Has de mantenerte un poco con las orejas en punta y dando lo mejor de ti, aunque también entendiendo que muchas cosas se escapan a tu control.
P. ¿Cómo vivió en su momento la fama de Los Serrano y cómo la ve ahora con el tiempo?
R. Yo estaba muy serena. Por esta sensación de que eso es un momento y pasará. También porque con mi primera experiencia en televisión sufrí un gran batacazo: todo el equipo se fue a rodar a Buenos Aires con un entusiasmo tremendo, y la serie, en cuanto se estrenó, se canceló. Esas experiencias, que además son las primeras, te colocan muy bien en tu sitio: esto es muy emocionante y puede salir muy bien o puede salir muy mal y no depende de ti ni depende de nadie. No lo des por hecho, una vez más. Por eso me he tomado todo con calma. Los Serrano fue una experiencia en la que aprendí y disfruté mucho, y que viví con distancia.
P. En Spanish Movie, comedia gamberra que se burlaba del cine de terror español, usted daba vida a Ramira, álter ego pasado de rosca de la Raimunda de Penélope Cruz en Volver. ¿Alguna vez lo ha comentado con ella?
R. No [risas], la verdad es que nunca lo hemos comentado. En algún momento nos hemos saludado, y Penélope me resulta una actriz fascinante. Pero no hemos tenido esta conversación... ni se la sacaré [estalla en carcajadas].
P. Y llegamos a Las distancias. ¿Esa película supuso un cambio en su carrera?
R. Sí, porque significó para mí un cambio de tono, por los caminos que recorrimos, y por cómo me dirigió Elena Trapé. Es una película en la que no sabíamos cómo iba a salir del montaje, porque Elena buscaba, buscaba y buscaba. Me quedé completamente en manos de ella, que es una manera muy potente de trabajar.
P. ¿Y muy arriesgada?
R. Cuando te has embarcado en un proyecto, solo te queda confiar... o desaparecer, que sería feo e ilegal. En serio, debes confiar, no merece la pena resistirse. Lo mismo pasa cuando coincides con un actor que trabaja de manera opuesta a la tuya: lo mejor es seguirle el rollo si quieres encontrar la química necesaria. Hay que dejarse llevar. Y al mismo tiempo tienes que tener claro qué recursos posees para llegar a ciertos lugares a nivel emocional.
P. Pero usted es veterana, ya ha sumado más de 50 series y películas. ¿No deberían acomodarse a usted?
R. No funciona. Me haría un flaco favor a mí misma. Lo que sí pido es ensayar, yo soy de muchos ensayos. Y que cada vez hay menos tiempo para rodar, tienes que aparecer con mucho trabajo previo. En La ternura ensayamos mucho con su director, Vicente Villanueva.
P. ¿No es una comedia sobre la masculinidad tóxica?
R. No me parece el tema principal. Creo que tiene más relación con lo que hemos comentado al principio de la entrevista: no puedes imponer un camino para evitar el dolor a tus hijos. Sobre la valentía de amar y sobre la libertad de ser uno mismo.
P. ¿Trabajó con algún referente?
R. Vicente me pidió que viera todas las comedias de los inicios de Goldie Hawn, por esa energía que emanaba.
P. ¿Y piensa en los Goya?
R. Prefiero tener una carrera larga.