Janet Novás, la bailarina que escondía a una actriz imponente

Coreógrafa e intérprete de danza de larga trayectoria, la artista debuta en el cine con‘O corno’, la película de Jaione Camborda ganadora de la Concha de oro del festival de San Sebastián

La bailarina y actriz Janet Novás, retratada en Madrid este lunes.Foto: Claudio Álvarez

O corno no es una película de danza, pero el cuerpo de su protagonista Janet Novás (Porriño, Pontevedra, 41 años) cuenta cosas de principio a fin. En los abundantes planos cortos y en los más abiertos; con las manos, con la mirada, con la espalda o con la voz. “Para mí, la voz es una extremidad más del cuerpo”, declara. Novás es bailarina y coreógrafa y, desde ahora, también actriz de cine....

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O corno no es una película de danza, pero el cuerpo de su protagonista Janet Novás (Porriño, Pontevedra, 41 años) cuenta cosas de principio a fin. En los abundantes planos cortos y en los más abiertos; con las manos, con la mirada, con la espalda o con la voz. “Para mí, la voz es una extremidad más del cuerpo”, declara. Novás es bailarina y coreógrafa y, desde ahora, también actriz de cine. El papel de María que interpreta en el filme de Jaione Camborda que ganó la Concha de Oro en San Sebastián, el de una mujer que desarrolla varias huidas, con mucho dolor y pocas palabras, desborda la pantalla con esa fuerza que da la contención, y que Novás circunscribe a su propio cuerpo como un susurro a viva voz. “Esa contención del personaje de María es lo que más me ha costado porque me generaba dudas. Pensé que la gente se aburriría de verme”. Lo dice porque en lo teatral Novás es más explosiva, pólvora dorada que desde 2007 dinamita la escena con trabajos en solitario, en su mayoría. Pero esa querencia por lo pequeño, por el detalle, que construye su discurso dancístico se asemeja a este cinematográfico. “Jaione me dijo que me tuvo en mente mientras escribía el guion. Ella conoce mis espectáculos y se imaginaba a alguien fuerte, pegada a la tierra y muy corporal. Siento que las dos tenemos una mirada parecida desde diferentes artes”, cuenta.

Dice Novás que en el momento en el que este proyecto se convirtió en certeza, empezó lo más difícil: “Me puse a ver vídeos en YouTube de cómo mirar a cámara, cómo hacer esto y lo otro, pero rápidamente entendí que ese no era mi camino y Jaione no me había llamado por eso. Así que retrocedí y empecé a construir el personaje desde la coreografía. Me marché a la isla de Arousa [allí transcurre parte de la película] para trabajar con mariscadoras. Observé cómo abrían las piernas, cómo bajaban los hombros, cómo colocaban la cara…”.

La bailarina y actriz Janet Novás, fotografiada en Madrid, este lunes.Claudio Álvarez

Nada de esto le era ajeno a Novás, hija y nieta de una familia dedicada al trabajo duro en la Galicia rural, que también ha experimentado en sus espectáculos con el folclore de esa tierra, como en Mercedes máis eu (Mercedes y yo, 2018), junto a la cantante Mercedes Peón. “En esta película se despertaron cuerpos de alrededor con los que yo crecí. Cuerpos que han estado silenciados, prohibidos, señalados por las clases sociales. Me he inspirado en mi madre cuando trabajaba en el campo, cómo hablaba, cómo miraba, en lo que me contaron de mi abuela… Aunque yo no haya vivido en el franquismo (la película se desarrolla en 1971) he podido traer cosas a la actualidad a través de esos cuerpos heredados”. Los dos partos, la recogida y el preparado del corno, un hongo de las espigas del centeno, y especialmente las manos de María, que acaparan planos de principio a fin, son escenas de silencios armadas con frases coreográficas. “Ahora que lo pienso, [la coreógrafa] Carmen Werner me cogió en una audición para su compañía (Provisional Danza) por las manos. Estaba tan nerviosa que me temblaban y la Werner me dijo: ‘Guárdatelo para la coreografía’. Y así fue como empecé en esa compañía”.

Janet Novás, a la derecha, en el inicio de 'O corno'.

La película le llegó cuando se encontraba en plena producción de su última pieza de danza, Proto (SN1806), un trabajo para tres bailarinas, que ella solo dirige y coreografía. “Entonces me generó un conflicto. Parar la producción y hacer la película o decirle que no a Jaione. Sin embargo, llevaba un tiempo cansada de lo que hacía y entendí que este papel era algo que estaba esperando desde hacía tiempo”. ¿En qué sentido? “Me notaba triste, enfadada. No con la profesión de la danza, pero sí con las dificultades tan grandes que se dan por la precariedad en la que trabajamos”. Y de algún modo, el título de algunos de sus últimos trabajos (Who Will Save Me Today, 2013), Si pudiera hablar de esto no haría esto (2016) y Where Is Janet? (2022); “Janet is gone”, se escuchaba en este montaje) dieron pistas de cierta crisis. “Esta película ha sido una expansión hacia otro plano que de alguna manera llevaba esperando que apareciera desde hacía un tiempo, aunque no sabía que sería en el cine”.

Novás declara que le ilusiona poder llevar lejos la danza a través de un cuerpo que no responde a los cánones más rígidos. “La película no supone cortar con mi carrera de bailarina y coreógrafa, es desarrollar la posibilidad de poner el cuerpo en valor, también desde otros lugares”. ¿Y lo próximo? “No lo sé. Este tiempo me ha recordado lo mucho que me gusta bailar, pero lo que de verdad quiero es encontrar un lugar donde poder trabajar de una manera más amable. Dejar de sufrir tanto en el trabajo como en el entorno de la danza”. De momento, este miércoles 11 estrena en cines O corno y sigue la gira de Proto (SN1806): el 26 y 27 de octubre podrá verse en el Mercat de les Flors de Barcelona y el 14 de diciembre en el centro Conde Duque de Madrid.

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