Eva Amaral canta a pecho descubierto por la libertad de las mujeres en el festival Sonorama Ribera
El dúo Amaral enciende Aranda de Duero durante el concierto de celebración de sus 25 años en la música
“Esto es por Rocío. Por Rigoberta. Por Zahara. Por Miren. Por Bebe. Por todas nosotras. Porque nadie nos puede arrebatar la dignidad de nuestra desnudez. La dignidad de nuestra fragilidad, de nuestra fortaleza. Porque somos demasiadas. Y no podrán pasar por encima de la vida que queremos heredar. Donde no tenga miedo a decir lo que pienso. Porque hoy es el día de la revolución”. Tras estas palabras, en mitad del concierto del dúo Amaral, la noche del sábado en el festival Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos), la cantante Eva ...
“Esto es por Rocío. Por Rigoberta. Por Zahara. Por Miren. Por Bebe. Por todas nosotras. Porque nadie nos puede arrebatar la dignidad de nuestra desnudez. La dignidad de nuestra fragilidad, de nuestra fortaleza. Porque somos demasiadas. Y no podrán pasar por encima de la vida que queremos heredar. Donde no tenga miedo a decir lo que pienso. Porque hoy es el día de la revolución”. Tras estas palabras, en mitad del concierto del dúo Amaral, la noche del sábado en el festival Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos), la cantante Eva Amaral se quitaba el corpiño de lentejuelas que lucía y cantaba a pecho descubierto la canción Revolución. De esta forma, el concierto conmemorativo de las bodas de plata del grupo se convirtió también en un acto reivindicativo por la libertad de las mujeres.
Eva Amaral estaba en penumbra en el centro del escenario principal del Sonorama Ribera. Había más de 35.000 personas congregadas en el recinto. No entraba ni un alfiler. Entonces, cuando el concierto llevaba más de hora y media y había sonado todo un reguero de clásicos del grupo, la cantante empezó a recordar la importancia de “la dignidad” de la “desnudez” femenina. Enumeró unos cuantos nombres de compañeras cantantes que han tenido problemas por mostrar los pechos en un concierto o no han dudado en reivindicar la igualdad de derechos. La gente estaba expectante y, entonces, un inmenso haz de luz mostró a Eva, que, con los pechos desnudos, cogió un megáfono y empezó a cantar Revolución.
Fue espectacular. Y algo aún más importante: todo un símbolo. El éxtasis se apoderó de todo el mundo: aplausos, vítores, puños en alto, gritos de ovación y la guitarra de Juan Aguirre, de Amaral, rasgando más fiera que nunca. Y Revolución rompiendo la noche con una Eva y sus pechos al aire durante los cuatro minutos de canción imparable. “Siento que llegó nuestra hora, esta es nuestra revolución”, cantaba con la garganta pletórica. “Somos demasiados y no podrán pasar por encima de la vida que queremos heredar, donde no tenga miedo a decir lo que pienso”, proseguía una canción que nunca sonó tan trascendental.
“Lo de esta noche ha sido uno de los momentos más bonitos de la historia de la banda”, dijo Eva Amaral en la posterior y rápida rueda de prensa en las dependencias del Sonorama Ribera. Eva y Juan Aguirre aparecieron acompañados de Javier Ajenjo, director del festival. “Nosotros no paramos de evolucionar y lo más bonito es saber que nuestro público evoluciona con nosotros hasta poder llegar a un día como hoy”, añadió Aguirre. Apenas había acabado el concierto, a la 1.15 de la madrugada del domingo, y era la 1.30 cuando ambos salieron a la nueva sala de prensa del festival. Caras cansadas, pero “tremendamente emocionados”, tal y como dijo Eva Amaral. “Todavía no podemos asimilar lo que ha sucedido. No tenemos palabras porque estamos desbordados por los sentimientos”, añadió la cantante, quien al hablar, fuera de la rueda de prensa, dijo a este periódico: “Ha sido un momento muy importante”. Y agradeció el apoyo de tanta gente al grupo.
En declaraciones a EL PAÍS, Ajenjo señaló: “Sonorama Ribera es el festival de la música y la libertad. En un país donde las cosas empiezan a complicarse por todo. Se pierden los valores y la educación. El gesto de Eva resume perfectamente lo que el Sonorama quiere hacer: ser un festival de música y, por lo tanto, de libertad. Se lucha por la igualdad y la tolerancia”. Ajenjo reconocía que no sabía lo que Eva Amaral iba a hacer y se enteró porque se lo dijeron mientras estaba atendiendo a sus labores. “Lo mejor es que cuando me lo contaron, pensé: ‘Me parece estupendo’. Lo vi como un gesto normal y no provocativo. Eso es que lo debería ser”, aseguró.
Con ese gesto, la cantante no solo estaba reivindicando “la dignidad” de las mujeres, sino también denunciando y trayendo a la memoria episodios como el que vivió la cantante Rocío Saiz. En junio, en uno de los conciertos del Orgullo de Murcia, un policía la obligó a parar su actuación después de que la artista se quitara la camiseta y quedara también a pecho descubierto para interpretar la canción Como yo te amo. Emocionada, Saiz ha dedicado un efusivo mensaje a Amaral en redes sociales: “No solo eres la mejor voz de este país, eres líder, hermana, chamana y compañera. No me quedan lágrimas. Gracias”.
La cantante Zahara, por su parte, sufrió hace dos veranos la censura del cartel de su último disco, Puta, que fue retirado de la promoción de un concierto en Toledo por presiones de grupos ultracatólicos, que consideraban que ofendía de manera extrema a la Virgen al aparecer vestida como ella en la imagen. El resto de las artistas citadas por Amaral son visibles defensoras de la desnudez de la mujer y el feminismo.
El dúo Amaral puso así el broche de oro al Sonorama Ribera, en un concierto en el que repasaron durante dos horas sus 25 años de trayectoria, durante los cuales se han convertido en referente para posteriores generaciones. Sonaron canciones clásicas de su discografía, como Cómo hablar, Sin ti no soy nada, Te necesito, Días de verano, Marta, Sebas, Guille y los demás, Hacia lo salvaje y Toda la noche en la calle. También cantaron Salir corriendo, una composición que Eva Amaral escribió en 2002 para denunciar el maltrato a las mujeres.