De Kendrick Lamar a Rosalía: llega el Primavera Sound a Barcelona y Madrid
La redistribución de sus escenarios y su edición en Madrid se configuran como elementos destacados de la nueva edición
Tras la anómala y masiva edición del año pasado, marcada por la pospandemia y una versión XXL del festival, el Primavera Sound presenta este año un órdago con doble sede en Barcelona (del 1 al 3 de junio) y ...
Tras la anómala y masiva edición del año pasado, marcada por la pospandemia y una versión XXL del festival, el Primavera Sound presenta este año un órdago con doble sede en Barcelona (del 1 al 3 de junio) y Madrid (del 8 al 10 de junio), que pr´caticamente comparten cartel. En el Parc del Fórum de Barcelona se han reubicado buena parte de los escenarios en busca de una mejor habitabilidad del recinto, que sigue concentrando las dos zonas de actuación más importantes en la plataforma marina. En conjunto, y al margen de espacios menores donde también habrá actividad musical, los principales escenarios del festival son nueve. En el ámbito de seguridad y de amparo conceptual a la asistencia, el lema Nowbody Is Normal (nadie es normal) despliega un protocolo de actuación contra las hipotéticas agresiones que tengan el género como epicentro.
El cartel presenta como cada año una combinación de nombres veteranos y nuevas propuestas en una programación que, como es habitual, no depende tanto de la voluntad de los organizadores como de la disposición y giras planeadas en un año bastante anómalo, que sigue pautado por los años de parón pandémico y la confirmación de que muy pocos artistas pueden vivir de la venta de discos.
LOS VETERANOS. Hay nombres que provienen de la época en la que los festivales todavía no se habían puesto de moda y solo atraían a seguidores de la música independiente. Con años a la espalda, referencias como Blur (jueves), grupo que vuelve a la actualidad tras ocho años de silencio con nuevo disco The Ballad Of Warren; New Order (jueves); Bad Religion (viernes), cuatro décadas de punk melódico a sus espaldas; Depeche Mode (viernes), primera gira sin Andy Fletcher y disco nuevo, Memento Mori; Pet Shop Boys (miércoles) y su pop electrónico vistoso y bailable; Shellac (viernes en Barcelona y sábado en Madrid), la banda del productor Steve Albini habitual del festival con su rock fibroso, y Swans (viernes), a quienes sin duda habría que encargar la banda sonora del fin del mundo, son los más destacados.
Pero no cabe olvidar a artistas que ya existían incluso antes de los festivales. Uno es John Cale (sábado), que a sus 81 años ha publicado un disco sensacional, Mercy, presente en sus recientes repertorios. Otra es Laurie Anderson (sábado), una musa de la música menos acomodaticia, llámesela vanguardia si conviene, artista renacentista que transgrede las fronteras de las artes y cuya presencia se anuncia como una oportunidad de escuchar sus grandes clásicos. Finalmente, los excéntricos Sparks (jueves en Madrid y viernes en Barcelona), también con nuevo disco, The Girl Is Crying In Her Latte, prometen hieratismo, el del inexpresivo Ron Maell y pop-rock extremadamente personal.
LOS CABEZAS DE CARTEL MÁS NOVELES. Junto a estos nombres destacan los de aquellos artistas que están marcando la pauta en nuestros días, desenvolviendo los géneros que practican hacia nuevos territorios (o intentándolo). El más destacado es Kendrick Lamar (viernes), que con su magnífico Mr. Morale & The Big Steppers ha dibujado un hip-hop que defendido por su voz, su sonido y su carisma garantiza directos electrizantes en el momento en que se sitúa como el rapero más importante del panorama. Un artista solo visible en España en contexto de festivales. Rosalía (sábado), no por más vista menos deseada, volverá a presentar su último espectáculo, con el añadido de un público internacional que no necesariamente la ha disfrutado en directo.
LOS MÁS NUEVOS. Propuestas novedosas como el variadísimo rock nada convencional de los ingleses Black Country New Road (jueves), una amalgama de rock progresivo, jazz o rock experimental; la fiereza post punk e intensidad propia de generaciones que se sienten estafadas por las promesas que el sistema no cumple, como los ingleses Yard Act (jueves); el hardcore siempre electrizante de Turnstile (jueves); el revisionismo indie con personalidad propia de los también ingleses bar italia (sábado); el indie-rock de Wednesday (sábado), banda de perfil muy festivalero o el afropop de Rema (jueves), un veinteañero de Nigeria y artista ya con cierta trayectoria pero aún no popular en España, garantizan entre otros muchos nombres la renovación del cartel. Y aunque llevan años trabajando, el dúo local Desert (sábado) se ha estrenado con un primer y delicioso disco de electrónica melódica Caos sota el cel, que es todo un ejercicio de elegancia sutil. Y aunque no sean nuevos, casi por prodigarse poco: la pareja formada por Anderson Paak y el productor Knxwledge se presentan como NxWorries (jueves) con su funk y soul.
ELLAS. La cada vez mayor cantidad de mujeres con propuestas artísticas de altura provoca que por fortuna cada día sea más fácil mantener la paridad en el cartel, que el festival comenzó a implementar en 2.019. De hecho, el Primavera ha sido citado a participar su experiencia en una comisión del Parlamento inglés, concretamente en el comité Women And Equalies, que trató el tema Misogyny In Music. Las propuestas más sugestivas pueden ser la de Kelela (sábado) y su delicado, vaporoso y sensual rhythm and blues de alma experimental expresado en su delicioso Raven; el jueves, el proyecto Sudan Archives de Brittney Denise Parks, violinista, compositora y cantante que deslumbró el año pasado con su disco Natural Brown Prom Queen; el viernes, Julia Jacklin, una deliciosa voz del folk-pop que como Sudan Archives ofreció recientemente unos conciertos estupendos en España presentando el precioso Pre Pleasure; la vetarana Beth Orton (viernes), que en su madurez ha entregado uno de sus mejores discos tras seis años sin editar material en solitario, Wheater Alive; Caroline Polacheck (sábado), autora de un disco irregular que, sin embargo, se asegura tiene un directo impecable bajo el manto de un pop con muchas madres; el joven talento local de Judeline (sábado), una veinteañera de Los Caños de Meca que está perfilando un sonido urbano sumamente sensible; Nuria Graham (sábado), que desde su Vic natal ha editado uno de los mejores discos nacionales del año, Cyclamen; Arlo Parks (sábado) con su mezcla ideológicamente afín a los postulados LGTBI+ en su mezcla de pop, jazz, spoken Word o neosoul y St Vincent (sábado), la sofisticación en persona. Eso sin olvidar a las canadienses Alvvays (viernes) y su pop contagioso. Y actuando solo en Madrid el sábado, Bad Gyal confirmará su ascenso al trono de lo urbano, no solo nacional, como todo un símbolo generacional.
EL BAILE Y SU ELECTRÓNICA. Centrado en las horas más avanzadas de la noche, ahí donde no hay más frontera que la luz del día que nace, la electrónica en sus múltiples formas sacudirá el festival por medio de artistas como Skrilex (viernes), productor de Beyoncé o de Justin Bieber afincado en el dubstep; Four Tet (viernes) y su mezcla de sonidos siempre accesibles a medio caballo entre el baile y la contemplación; Overmono (sábado), autores de un disco celebrado nacional e internacionalmente, Good Lies con sus dosis de UK Garage; Fred Again (viernes), quien recientemente ha editado un disco junto a Bryan Eno más ambiental que lo que se imagina sonará en su actuación; Charlotte de White (sábado), una auténtica lideresa del techno y el local John Talabot (viernes), abrasivo, Y no cabe olvidar los enigmáticos Two Shell y su regusto rave (sábado).