La alfombra roja, la gran hoguera de las vanidades de Cannes

Cada día se celebran dos o tres entradas de gala al palacio de festivales, un evento que reúne famoseo, modelos y cineastas y en el que se vuelcan las grandes marcas de moda y joyería

Heidi Klum posa el pasado miércoles al inicio de la escalinata de acceso al Palacio de festivales.Doug Peters (DPA / Europa Press)

Cada mañana, de manera metódica, y a diferentes horas de la tarde, dos empleados de limpieza pasan la aspiradora por la alfombra roja de Cannes. Cada día se cambia su cuerpo central, el más baqueteado por las pisadas, el del tono rosso —los laterales son rojo teatro—, en especial por los stilettos, y se recicla. Da igual que llueva o que el sol atice en la entrada del Palacio de festivales: esa entrada techada, con focos que permiten la perfecta iluminación para los retratos, alberga cada jornada dos o tres alfombras rojas, un compendio de actuaciones, postureo, grandes in...

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Cada mañana, de manera metódica, y a diferentes horas de la tarde, dos empleados de limpieza pasan la aspiradora por la alfombra roja de Cannes. Cada día se cambia su cuerpo central, el más baqueteado por las pisadas, el del tono rosso —los laterales son rojo teatro—, en especial por los stilettos, y se recicla. Da igual que llueva o que el sol atice en la entrada del Palacio de festivales: esa entrada techada, con focos que permiten la perfecta iluminación para los retratos, alberga cada jornada dos o tres alfombras rojas, un compendio de actuaciones, postureo, grandes inversiones de marcas de moda y joyería, modelaje y, de vez en cuando, de cine. Sesenta metros para la gloria, sin los cuales el festival de Cannes no alcanzaría el eco mundial que disfruta durante dos semanas de mayo desde 1946.

Vista aérea de la alfombra roja de Cannes. Andreas Rentz / POOL (EFE)

La geografía de la alfombra roja de Cannes, que solo se considera acto oficial desde 1984, asemeja a un embudo, y el inicio está en la boca ancha. Allí baja de los coches de la organización todo el que tenga entrada para la sesión de gala de una de las películas en la competición, o para algunas de las sesiones especiales (el resto de los equipos de las otras secciones pasan por la alfombra de la película a concurso que se proyecte más cercana por horario a su propia sesión). Al descender las estrellas se encuentran una grada de público, que ha hecho desde horas antes la pertinente cola, les pide autógrafos y selfis, y un primer grupo de fotógrafos subidos en escaleras de mano de distintas alturas.

Coco Rocha, el miércoles 24 de mayo, en Cannes.Scott Garfitt (Associated Press/LaPresse)

Y entran en el tubo, la auténtica alfombra roja, 400 fotógrafos situados a ambos lados de la moqueta. Es el momento del baile, del lucimiento, del atrevimiento. Mientras un periodista anuncia por megafonía quién se está acercando a los 24 escalones finales que conducen a la puerta del palacio, un DJ anima con música el paseíllo: la mitad de los temas los elige él; la otra mitad, el director del filme a proyectar. El primer día, que Maïween pidiera para su entrada Should I Stay or Should I Go, de The Clash, parecía una declaración de su estado de ánimo. Entre el griterío, la música, la acumulación de famosos y de modelos desopilantes de alta costura, el espectáculo torna embriagador.

Pedro Almodóvar, con sus actores en Cannes.Vianney Le Caer (AP / Lapresse)

“Yo busco expresiones, gestos”, cuenta el italiano Fabrizio de Gennaro, veterano de la fotografía que, sin embargo, solo lleva dos años trabajando en Cannes. Y enseña un espectacular retrato de Robert De Niro en la gala de Killers of the Flower Moon. De Gennaro cubre todas las alfombras rojas y los photocall, los posados de los equipos ante la prensa, del certamen. “Al día hago unas 4.000 fotos, y me quedan unas 50 buenas”. Él se coloca en el centro de la grada, así que se considera un “afortunado”, y todos sus disparos en el certamen francés son para Cineuropa, un medio online muy popular en la industria. A su lado, en la sala de prensa habilitada para los fotoperiodistas, descarga en su portátil sus vídeos de la tarde la alemana Christine Bluhm. Se han hecho compañeros de risas hablando en italiano, aunque Bluhm, mucho más joven y residente en Múnich, procede de un mundo distinto. “Es mi primer año y me lo estoy pasando muy bien. Yo estoy especializada en inmobiliarias de lujo, joyería y desfiles de moda en Nueva York y París”, asegura. “Soy independiente y para Cannes me ha contratado Vogue Tailandia”. Ambos visten de gala: a la alfombra roja solo pueden acceder los hombres con esmoquin y las mujeres con traje largo: desde hace dos años ya no son obligatorios los zapatos con tacones.

La alfombra es también un altavoz de reivindicaciones: por ella han pasado los cineastas brasileños protestando contra la derogación del Gobierno de Dilma Rouseff, hubo una marea de pañuelos verdes exigiendo la legalización del aborto en Argentina, y la guerra de Ucrania estuvo presente el año pasado y en este. Ayer viernes, la policía detuvo a una activista que intentaba colarse en el evento con un vestido con los colores de la bandera de Ucrania y el mensaje: “Jódete, Putin”. Hace tres días, otra influencer ucrania, Ilona Chernobai, intentó lo mismo, cubierta de sangre falsa. También fue interceptada, hecho que no ocurrió con la modelo rusa Victoria Bonya, que ha lanzado numerosos mensajes a favor de su presidente, incluidas fotos en Cannes con ella posando con un bañador con la cara de Putin y un lema de apoyo.

Ester Expósito, entrando a la gala de 'Perdidos en la noche'.LOIC VENANCE (AFP)

Cada mañana, de manera gratuita, se reparten en Cannes 17.000 ejemplares de la revista Croisette Gala, una edición especial que el magazine francés Gala realiza desde el hotel Majestic, a un centenar de metros del Palacio de festivales. Allí una redacción de 30 personas levantan diariamente 96 páginas impresas en papel de calidad, que sirven para que sus lectores vean lo que ocurrió en las alfombras rojas del día anterior, además de entrevistas y noticias más cinematográficas, o reportajes sobre las fiestas nocturnas que se organizan en el certamen. Su responsable, Carlos Gomez, explica: “Nuestras páginas arrancan con esas fotos, las de la alfombra, porque es lo que divierte a la gente. Empezamos en 2010, en un formato más de gaceta, con 30 páginas. Creció cuando entró el cine en los temas, y ahí de repente se disparó nuestra publicidad, procedente de marcas de joyas y de moda. En Croisette Gala se pueden ver los mejores retratos del día”. ¿Qué significa esa alfombra para el festival? “Se habla de industria cinematográfica, ¿verdad? Pues la alfombra significa industria: gente guapa con ropa cara, y con anunciantes a quienes les interesa que eso se vea bonito. Hace 75 años que se proyectan aquí las mejores películas de la historia, pero para que tenga su impacto el certamen necesita esta alfombra”.

Una asistente a la alfombra roja de 'The Old Oak' intenta entrar en la alfombra roja con un mensaje contra PutinYARA NARDI (REUTERS)

Croisette Gala mide, como termómetro perfecto, para saber quién está en lo alto del cine y de la moda. En sus fotos se ven, mezclados, cineastas (Elodie Boichez, Elle Fanning, Iris Law, Laura Harrier, Adéle Exarchopoulos, los chicos Almodóvar, Viola Davis, Alicia Vikander, Aishwarya Rai, Michelle yeoh, Jennifer Lawrence, Cate Blanchett, Salma Hayek y decenas más), modelos (Thayna Soares, Sara Sampaio, Rosie Huntington-Whiteley, Naomi Campbell, Gigi Hayd, Coco Rocha, Irina Shayk o la omnipresente Alessandra Ambrósio) y todo tipo de famosos (Carla Bruni, Carolina de Mónaco, Heidi Klum, Charlotte Casiraghi, Adriana Karembeau o una pareja que ha lucido en Cannes: Romain Gavras y Dua Lipa). Y son solo unos pocos. De todos ellos, ¿quién ha triunfado este año? “Sin duda, Lily-Rose Depp, lo lleva en la sangre. Y un día posó en la que ha sido nuestra mejor portada”, cuenta Gomes. Antes de la pandemia, Gala se planteó que los textos, que se publican en francés y en inglés, también fueran en chino “por la potencia económica de ese mercado”. Aquel desembarco no acabó de producirse, y en este Cannes quienes han vuelto han sido las estrellas de Bollywood. Para este reportaje, EL PAÍS ha contactado con dos grandes marcas mundiales de moda, que han declinado participar, aunque los periodistas reciben correos electrónicos diariamente de ellas desgranando quién llevaba sus modelos la jornada anterior.

Thierry Frémaux recibe al equipo de 'May December' al final de la escalinata.GONZALO FUENTES (REUTERS)

¿Y qué sienten quienes la hollan? La actriz Ester Expósito había pisado por primera vez la alfombra roja gracias a una marca de moda en 2021. Ahora lo ha hecho como parte del reparto de Perdidos en la noche, del mexicano Amat Escalante: “Todo mi paso por Cannes ha sido un chute de energía, sobre todo para alguien como yo, muy cerebral. Quería volver a la alfombra como intérprete, y quién iba a decir a la Ester de hace dos años que lo lograría tan pronto”.

Aishwarya Rai Bachchan, el pasado 18 de mayo, en la alfombra roja de 'Indiana Jones y el dial del destino'.Mohammed Badra (EFE)

El director Pablo Berger presentó Robot Dreams en una Sesión Especial, y él sí debutaba en el evento: “Todas las alfombras se parecen en su dinámica, pero la de Cannes acaba en esas escaleras que parecen las de El acorazado Potemkin, por lo que solo piensas en no caerte, y al final te espera el mayor influencer del mundo del cine, Thierry Frémaux. Llegué arriba sin convertirme en hazmerreír ni en vídeo viral, y Frémaux me saludó muy amable. Yo entré por la misma que una hora más tarde pasaron De Niro, Scorsese y DiCaprio, y seguro que vivimos la misma emoción: la que te embarga cuando, después de años de trabajo, ves tu película en pantalla grande”. Una habitual de la alfombra roja, la actriz Paz Vega, también ha pasado en 2023 por ella, aunque sus esfuerzos se han centrado en presentar su primera película como directora, Rita, que arranca el próximo lunes. En el festival, contaba: “Llevo dos décadas pisándola, y en sí no es nada. Bueno, es lo que hay, es el lugar para patrocinadores, como ocurre en el deporte”.

Sustitución del tramo central de la alfombra roja de Cannes. Guillaume Horcajuelo (EFE)

El impacto de la alfombra roja no puede calibrarse en lo económico. Pero como recuerda Paz Vega, “tiene cierta repercusión en la publicidad; las marcas te ven, da buena imagen”. Y como confirma Carlos Gomez: “El festival de Cannes no podría sobrevivir solo con películas estupendas que lo mismo no vuelves a ver en tu vida. Necesita este paseo de la fama”.

Lily-Rose Depp, en la alfombra roja de presentación de su serie 'The Idol', en Cannes.ERIC GAILLARD (REUTERS)

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