Carta abierta de Víctor Erice sobre su ausencia en el festival de Cannes

El cineasta español reprocha a la organización una falta de diálogo que le impidió valorar otras opciones para estrenar su película ‘Cerrar los ojos’

Víctor Erice, ante una de sus videoinstalaciones expuestas en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 2019.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

A estas horas ya todo el mundo estará al tanto de que no he asistido a la presentación de Cerrar los ojos en Cannes Première. Tomé esta decisión el pasado 28 de abril, cuando se la comuniqué por carta al delegado general del Festival, Thierry Frémaux.

Mi primer propósito fue mantenerme en lo posible al margen de los ecos que pudiera suscitar, buscando refugiarme en un silencio consolador. Pero el 21 de mayo, leí en...

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A estas horas ya todo el mundo estará al tanto de que no he asistido a la presentación de Cerrar los ojos en Cannes Première. Tomé esta decisión el pasado 28 de abril, cuando se la comuniqué por carta al delegado general del Festival, Thierry Frémaux.

Mi primer propósito fue mantenerme en lo posible al margen de los ecos que pudiera suscitar, buscando refugiarme en un silencio consolador. Pero el 21 de mayo, leí en EL PAÍS una crónica de Gregorio Belinchón, titulada La competición de Cannes no quiere a España, en la cual, citando fuentes del certamen, se daba como motivo de la no inclusión de Cerrar los ojos en la competición oficial que el director no había “rematado su cuarto largometraje hasta hace apenas unos días.” Lo cual era falso.

Cerrar los ojos se envió al Comité de Selección del Festival de Cannes el 24 de marzo, en un QuickTime que integraba el final cut de la película, aunque sin las últimas correcciones de luz propias del etalonaje digital, y las correspondientes a las mezclas finales, pero que daba cuenta fidedigna no sólo de la existencia de la obra, sino de su entidad cinematográfica. Un work in progress, procedimiento bastante habitual usado por los productores en esas circunstancias, aceptado por los comités de selección de los festivales.

En la presente edición, después del QuickTime, se remitió a Cannes un DCP de Cerrar los ojos, con el etalonaje y las mezclas de sonido finales, que ha sido el proyectado en el Palacio de Festivales. Por tanto, es faltar a la verdad afirmar o insinuar que el Comité no ha podido verla al no estar “terminada” hasta hace unos días, aduciendo que ese ha sido el motivo de que no haya figurado en Competición. Puede que más de uno se pregunte: si la película estaba lista para ser proyectada en Cannes Première, ¿por qué no lo estaba para ser presentada a Competición?

El reparto de 'Cerrar los ojos', de Víctor Erice: Helena Miquel, José Coronado, Ana Torrent, Manolo Solo y María León, el lunes en Cannes. CHRISTOPHE SIMON (AFP)

Pero hay más. Entre marzo y abril, a la espera de lo que el Comité de la Selección Oficial decidiera, recibí de la prestigiosa sección Quinzaine des Cinéastes, a través de su delegado general, Julien Rejl, y Jean Narboni, decano de la crítica especializada francesa, la propuesta de inaugurar en Cannes la Quinzaine con mi película, en una sesión especial. Un evento que en anteriores ediciones se ha ofrecido a directores consagrados, como Francis Ford Coppola. De inmediato escribí a Thierry Frémaux para decirle que si Cerrar los ojos no iba a ser seleccionada, me lo comunicara con tiempo suficiente (es algo que se acostumbra a hacer), para poder así considerar las otras opciones que a la película se le ofrecían. En Cannes (Quinzaine des Cinéastes), y fuera de Cannes (Festival de Locarno o Mostra de Venecia). Pero en ese tiempo de espera, Frémaux nunca dio señales de vida. El comité de la Quinzaine mantuvo su ofrecimiento durante semanas, hasta agotar el tiempo de sus protocolos.

Me enteré del destino final de Cerrar los ojos por la rueda de prensa oficial en la mañana del 13 de abril. Como ya he dicho, el 28 de ese mismo mes comuniqué a Frémaux mi voluntad de no asistir a su presentación, explicándole mis motivos.

Lo que me movió entonces poco tiene que ver con una reacción de protesta o rechazo al no haber sido incluida mi película en la Competición. Nada más lejos de mis intenciones que reclamar, como algo obligado, un puesto en dicha selección. Entre otras cosas porque cabe dentro de lo posible que el Comité haya considerado que no reunía los méritos suficientes para figurar en la misma. Mis motivos para no estar presente en el festival han sido de otra naturaleza.

A la hora de decidir la première mundial de Cerrar los ojos, entre dos interlocutores como Thierry Frémaux y yo (director y coproductor de esa película), que nos conocíamos desde hace ya algún tiempo, lo natural hubiera sido el diálogo y la consulta. Es decir, la consideración del otro. Es justamente lo que he echado de menos en su relación conmigo. Y no para que me concediera un favor o un privilegio, sino para que me diera la oportunidad de valorar y elegir entre las otras alternativas que Cerrar los ojos tenía.

Vídeo: EPV

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