Hollywood se acerca al precipicio con una inminente huelga de guionistas
El 98% del sindicato de escritores aprueba el convocar a un paro de labores desde el 1 de mayo. La medida añade presión a los grandes estudios para alcanzar un acuerdo
Hollywood se acerca a su primera huelga en 16 años. El sindicato de guionistas ha elevado este lunes la tensión en las negociaciones que mantiene con los grandes estudios. Una abrumadora mayoría de la organización, compuesta por 11.500 miembros, ha votado a favor de que los escritores comiencen un paro a partir del 1 de mayo, fecha en la que vence el actual contrato colectivo. El gesto añade presión a los estudios para que mejoren las condiciones de una parte vital en la industria de contar historias.
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Hollywood se acerca a su primera huelga en 16 años. El sindicato de guionistas ha elevado este lunes la tensión en las negociaciones que mantiene con los grandes estudios. Una abrumadora mayoría de la organización, compuesta por 11.500 miembros, ha votado a favor de que los escritores comiencen un paro a partir del 1 de mayo, fecha en la que vence el actual contrato colectivo. El gesto añade presión a los estudios para que mejoren las condiciones de una parte vital en la industria de contar historias.
El 98% de los integrantes del Writers Guild of America (WGA) se ha pronunciado en favor de la huelga. En contra estuvo solo el 2% de la organización, que contabilizó 9.218 sufragios. Aunque el voto no basta para que comience el paro. Hace seis años, en 2017, el 96% de los integrantes del WGA se inclinó en favor de la huelga. La votación sirvió entonces como una estrategia de negociación. Las partes llegaron a un acuerdo y evitaron la primera huelga de escritores desde 2007, cuando la industria se vio sacudida por un paro durante 14 semanas. Aquel episodio tuvo serias consecuencias, no solo para Hollywood sino para la economía de California. Un informe del instituto Milken aseguró, un año después, que la huelga ocasionó pérdidas a la economía estatal por 2.100 millones de dólares. Más de 37.000 empleos fueron destruidos, calculó el centro de estudios económicos.
Mucho ha cambiado desde entonces. Los guionistas llevan semanas alzando la voz. Charlie Kaufman, el escritor de Cómo ser John Malkovich y Olvídate de mí, lanzó un grito de guerra contra estudios y ejecutivos a principios del mes pasado cuando recogió el premio a su trayectoria por parte de su gremio. “Nos han entrenado para creer que lo que hacemos es secundario a lo que ellos hacen (...) Nos han engañado haciéndonos pensar que no podemos hacer lo nuestro sin ellos. La verdad es que ellos no pueden hacer nada de valor sin nosotros”, aseguró. Sus palabras sirvieron de combustible para el ánimo de sus colegas.
Uno de los puntos centrales en la negociación es sobre los residuales, los montos que corresponden a los escritores por una película o un capítulo en el que participaron y que es reprogramado en la televisión o habita el catálogo de una plataforma de streaming. El comité de negociación del WGA argumenta que el modelo actual ha dejado de funcionar para la era digital. Empresas como Netflix solo consideran dos montos, para el mercado estadounidense y para el extranjero. Si un título se convierte en un éxito, esto no se refleja en la paga de los guionistas. Las cadenas de televisión, en cambio, sí tienen una escala progresiva. Las plataformas digitales representan el 45% de los residuales del sector.
El punto es importante para el sindicato, que calcula que la mitad de sus miembros en Hollywood está empleada en series de televisión. La pandemia disparó la creación de contenidos para un mundo en cuarentena. Esto también multiplicó los ingresos por residuales para los escritores. El año pasado, la organización informó de haber alcanzado en 2021 “la recaudación más alta de su historia”. Esta creció un 48,2% en la década entre 2011 y 2021, pasando de 333 millones a 494 millones.
Ese hito fue alcanzado por la cantidad de nuevas producciones. La repetición de un programa de una hora en la cadena ABC genera para su creador un residual de 24.500 dólares. En Netflix, ese mismo autor ganaría 20.000. Y en alguna compañía más pequeña la cifra se detendría en un máximo de 13.346. Cada año en que un programa está en el catálogo de una empresa de video en demanda, el monto va perdiendo valor.
La actriz y escritora Kyra Jones ilustró lo anterior en una publicación en Twitter. “En caso de que se pregunten por qué se acerca la huelga: el primer cheque de residuales para un programa que emití para una cadena era de 12.000 dólares. Acabo de recibir el nuevo para mi programa de streaming, 4 dólares”, escribió la guionista de Woke y Queens.
Los estudios aseguran que plataformas como Netflix, Hulu, Disney+ y HboMax han aumentado las oportunidades para los escritores de la industria con una producción sin precedentes. Los medios tradicionales contaban con un requisito más difícil de alcanzar para poder beneficiarse con la paga extra: las series debían alcanzar las cinco temporadas o los 100 episodios. Los residuales solo podían obtenerse a partir del quinto año.
Salarios menguantes
“El presupuesto para series de televisión ha crecido un 50% en la última década, mientras que el salario promedio de los guionistas ha disminuido un 4%”, dijo recientemente Eric Haywood, uno de los integrantes del comité de negociación. Si se ajusta a la inflación, la pérdida de los sueldos es del 23%. El sindicato afirma que también busca elevar los ingresos mínimos para los guionistas más experimentados.
En 2013, el 33% de los escritores de los programas de televisión estaba en el tabulador más bajo de los ingresos. Hoy es la mitad de los empleados quien está en este rango, afirma el sindicato. “Cada vez más, los guionistas experimentados, esto incluye a los showrunners, son pagados en la misma escala y sin premium a pesar de sus años de experiencia”, indicó a Deadline Charles Slocum, un asistente a la dirección del sindicato.
“Buscamos incrementar la escala. Que los escritores más veteranos puedan obtener mejores tarifas, porque no puedes hacer que tu showrunner gane lo mismo que un editor. Si van a ganar el mínimo, al menos que ese mínimo se eleve”, añadió Slocum. Los showrunners, como se suele llamar ahora a los creadores de una serie, son los reyes de la televisión. Ryan Murphy (La historia de Jeffrey Dahmer), Shonda Rhimes (Scandal, Anatomía de Gray) y Robert y Michelle King (The Good Wife) se han convertido en nombres consolidados gracias a sus éxitos y contratos exclusivos con los streamers. Pero hay otros cuya carrera podría beneficiarse con un cambio de reglas en la industria.