Un estudio arroja nueva luz sobre un misterioso corredor de la gran pirámide de Guiza

El pasillo, detectado inicialmente en 2016, tiene nueve metros de longitud y dos de alto y ancho, pero su función sigue siendo una incógnita

Turistas visitaban el miércoles las pirámides de la meseta de Guiza, en El Cairo (Egipto).Foto: KHALED ELFIQI (EFE) | Vídeo: EFE

La gran pirámide de Keops, una de las estructuras de piedra más grandes del mundo y uno de los monumentos arqueológicos más emblemáticos del planeta, sigue guardando todavía numerosos misterios y continúa sorprendiendo al público con nuevos hallazgos, 4.500 años después de su construcción en la meseta de la necrópolis de Guiza, en Egipto. El jueves, en el último de estos avances para conocer mejor sus entrañas, una misión de investigadores de varios países ha anunciado que ha podido trazar con éxi...

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La gran pirámide de Keops, una de las estructuras de piedra más grandes del mundo y uno de los monumentos arqueológicos más emblemáticos del planeta, sigue guardando todavía numerosos misterios y continúa sorprendiendo al público con nuevos hallazgos, 4.500 años después de su construcción en la meseta de la necrópolis de Guiza, en Egipto. El jueves, en el último de estos avances para conocer mejor sus entrañas, una misión de investigadores de varios países ha anunciado que ha podido trazar con éxito por primera vez la posición y dimensiones de un misterioso pasillo de nueve metros inicialmente detectado en 2016 que se esconde en la cara norte, y cuya función se desconoce por ahora.

Según los investigadores que han liderado la misión, y que han publicado su estudio en la revista Nature esta semana, su aportación podría ser “decisiva” para comprender el papel de unas grandes losas de piedra dispuestas en forma de chebrón, o V invertida, y utilizadas por primera vez en la historia en la pirámide de Keops para cubrir estructuras internas y evitar que se derrumben, ya que el misterioso corredor se abre paso justo detrás. Además, consideran que cualquier avance en el conocimiento de estructuras internas de la pirámide previamente desconocidas ayuda a entender cada vez mejor su proceso de construcción.

La hipótesis principal que barajan por ahora los investigadores es que la función del corredor y de las losas de piedra fuera la de aliviar la presión y el peso de alguna estructura ubicada por debajo, según explicó durante una rueda de prensa el secretario general del Consejo Superior de Antigüedades de Egipto, Mostafa Waziri, que avanzó que en los próximos meses se centrarán en estudiar el espacio alrededor del pasillo para determinarlo.

Imagen del corredor encontrado en el interior de la pirámide de Keops, el jueves. - (AFP)

La pirámide de Keops, hoy de 139 metros de alto y 230 metros de ancho, se cree que está compuesta de varios millones de piezas de piedra caliza de entre uno y dos metros de alto. En el interior de este monumental cuerpo, explica el estudio, yacen algunas grandes estructuras conectadas por estrechos corredores: una cámara subterránea abandonada, la cámara de la reina, la gran galería, y la cámara del rey.

En la Edad Media se excavó un pasaje, usado hoy como entrada para turistas, que se extiende desde el punto de la pirámide donde la tradición ubicaba la entrada original hasta una intersección en la que se cruzan un corredor ascendente y otro descendente que conectan las anteriores cámaras. Las losas con forma de V invertida, tal y como indica el estudio, se hallan en la parte superior de la entrada que conecta con el corredor descendiente, y se cree que originalmente estaban ocultas tras la superficie de la cara norte de la pirámide.

Desde 2015, una misión interdisciplinaria de investigadores egipcios e internacionales, llamada ScanPyramids, ha estado combinando técnicas no invasivas para comprender mejor la estructura de la pirámide de Keops y su proceso de construcción. Una de las técnicas usadas para ello se basa en radiografías de unas partículas llamadas muones a partir de las cuales pueden trazar mapas de densidad que revelen estructuras internas. Poco después de empezar a trabajar, el equipo descubrió un vacío por encima del corredor descendente de la pirámide, que bautizaron como el corredor de la cara norte. Y desde 2016 lo han estado estudiando para comprender mejor su forma y su ubicación.

Ahora, los investigadores han podido determinar con gran precisión las características de este último corredor, que tiene una longitud de unos nueve metros y un ancho y una altura de unos dos metros. Según detalla el estudio, el plano inferior del pasillo se encuentra a unos 20 metros del nivel del suelo, y el corredor se detiene después de nueve metros sin que haya ninguna estructura de más de un metro cuadrado luego, por lo que no se sabe dónde conduce. También se sitúa a menos de un metro de la cara norte de las losas en forma de V invertida, y tiene más o menos el mismo grosor que sus bloques de piedra caliza. En este caso, el equipo también logró visualizar el corredor con una cámara muy pequeña.

Pese a sus hallazgos, los investigadores reconocen que aún existen algunos interrogantes. Por ejemplo, señalan que los datos que han obtenido no son incompatibles con que el corredor tenga una forma distinta a un paralelepípedo, que es la que consideran más probable por ser la más simple. Y también notan que, con la información de la que disponen, tampoco pueden descartar del todo que en realidad el corredor continúe con una sección menor, aunque de ser este el caso, debería ser de menos de un metro cuadrado.

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