‘Culpa’: hueca intensidad

Ibon Cormenzana y Manuela Vellés abordan el atroz drama de una violación desde un fallido pulso director-actriz

Manuela Vellés, en 'Culpa'

Como ocurría en La cima, anterior película de Ibon Cormenzana, una mujer decide aislarse en una cabaña para lidiar con sus problemas existenciales. Esta vez, la bajada a los infiernos está provocada por una agresión externa a ella y por ello su proceso resulta más oscuro, una mezcla de expiación y autocastigo derivado de un acto de extrema violencia física: ha sufrido una violación por un conocido y por eso decide incomunicarse en el monte.

Por desgracia, como ocurría en ...

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Como ocurría en La cima, anterior película de Ibon Cormenzana, una mujer decide aislarse en una cabaña para lidiar con sus problemas existenciales. Esta vez, la bajada a los infiernos está provocada por una agresión externa a ella y por ello su proceso resulta más oscuro, una mezcla de expiación y autocastigo derivado de un acto de extrema violencia física: ha sufrido una violación por un conocido y por eso decide incomunicarse en el monte.

Por desgracia, como ocurría en La cima, el intento resulta estéril por un indigesto exceso de grandilocuencia y tosca retórica. La secuencia inicial, grabada por el móvil que la víctima, es muy dura sin caer en ningún tipo de morbo gratuito. Se agradece. El tratamiento de la violación en el cine está lastrado por una perspectiva masculina que en demasiadas ocasiones (Irreversible, de Gaspar Noe, marcó la cima más abyecta) se regodea de forma injustificable en la coreografía de su violencia. No siempre es así, ahí está la elipsis de Paisaje en la niebla, obra maestra de Theo Angelopoulos, o más recientemente, la distancia que se impuso la georgiana Dea Kulumbegashvili en la violación que ocurre en su ópera prima, Beginning.

En Culpa hay un esfuerzo por mantener esa distancia y no vejar aún más a la víctima, pero la película de Cormenzana, coescrita con la actriz protagonista, Manuela Vellés, se enreda en una puesta escena cuya crudeza sobre las secuelas y el postrauma de la violación se despacha con una retórica simplona y gratuita que acaba eclipsando las mejores intenciones del filme. Cormenzana y Vellés convierten un drama atroz en un fallido pulso director-actriz. Y aunque pueda tener cierto sentido esa desconexión del mundo que se impone el personaje principal (el violador pertenece a la cuadrilla del novio y ella, que estaba borracha, siente esa culpa del título) todo lo que ocurre a partir de ahí resulta tan inverosímil como un poco retrógrado. Plagada de secuencias huecas (el baile frente al coche, las borracheras para expiar el dolor o los planos new age mirando el horizonte) todo acaba reducido a un mero acto de supervivencia individual avalada por la capacidad sanadora de la naturaleza.

Culpa

Dirección: Ibon Cormenzana.

Intérpretes: Manuela Vellés, Andrés Gertrúdix, Luis Hostalot, Cintia Ballbé.

Género: drama, España, 2022.

Duración: 78 minutos. 

Estreno: 6 de mayo.

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