El Gobierno aprueba un proyecto de 1.100 millones para que el español impulse la nueva economía digital
El desarrollo de tecnología para el aprendizaje del castellano en el mundo y la creación de un Observatorio para estudiar la situación del idioma fuera de España destacan entre los objetivos
Que el idioma español, hablado, con diferentes grados de dominio, por 591 millones de personas en todo el mundo es un valor no solo cultural, sino también económico, admite pocas dudas. Ahí están el Instituto Cervantes, la Biblioteca Nacional, la Real Academia Española, la industria del libro, el cine, medios de comunicación... El Gobierno ha anunciado este martes, en el Consejo de Ministros, que quiere dotar a esa potencia que es el idioma de Cervantes con 1.100 millones de euros. Será dentro de los Proyectos Estratégicos p...
Que el idioma español, hablado, con diferentes grados de dominio, por 591 millones de personas en todo el mundo es un valor no solo cultural, sino también económico, admite pocas dudas. Ahí están el Instituto Cervantes, la Biblioteca Nacional, la Real Academia Española, la industria del libro, el cine, medios de comunicación... El Gobierno ha anunciado este martes, en el Consejo de Ministros, que quiere dotar a esa potencia que es el idioma de Cervantes con 1.100 millones de euros. Será dentro de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) y tendrá el nombre de Nueva Economía de la Lengua. Los Perte son un instrumento de colaboración pública con el sector privado que el Ejecutivo puso en marcha a finales de diciembre de 2020 para reanimar la economía tras la catástrofe por la pandemia.
Dentro de este proyecto, que tiene cinco ejes de actuación y en el que también participarán, además de empresas, universidades y centros de investigación, destaca como objetivo convertir el español y las lenguas cooficiales (que recibirán 30 millones de los 1.100), “en elementos tractores de la transformación digital para impulsar toda la cadena de valor de la nueva economía del conocimiento y de la inteligencia artificial”. El Gobierno señala que en torno al 15% del PIB de un país está relacionado con la lengua.
La mayor partida del dinero que invertirá el Estado, 475 millones, irá al aprendizaje del castellano en el mundo con “la creación de una plataforma tecnológica única y segura”, que permitirá “la certificación del conocimiento del español como lengua extranjera”. Aquí el protagonismo es para la digitalización del Instituto Cervantes, organización, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, que, entre otras actividades, ofrece cursos de español en sus centros y organiza los sistemas de exámenes y certificación para aquellos que quieran acreditar su nivel en este idioma. El Cervantes considera, en declaraciones a este periódico, que su papel en el conjunto del proyecto “es clave” porque implicará “la completa digitalización” de esta institución, “la única del Estado dedicada a la promoción exterior de la lengua y la cultura españolas y en español”, han añadido.
Otros 330 millones se destinarán a “una Red de Excelencia en Inteligencia Artificial”, así como para “programas de lenguas accesibles, con el objetivo de proporcionar herramientas digitales a personas con discapacidad y diversidad funcional”.
Ciencia en español
El que la mayoría de los documentos científicos que se generan en el mundo sea en inglés, con el español en segundo lugar, pero a mucha distancia, es otro caballo de batalla desde hace tiempo. El tercer eje, dotado con 130 millones, desarrollará dos proyectos: “La divulgación nacional e internacional de la ciencia en español y la generación de conocimiento y consolidación del patrimonio técnico-científico hispanohablante”.
En cuarto lugar, se creará una “base de conocimiento (corpus) en español y lenguas cooficiales”, que contará con 97 millones, de los que 10 estarán destinados a las otras lenguas del Estado. Ahí entra el apoyo al Proyecto Lengua Española e Inteligencia Artificial (LEIA), que lidera la RAE. Precisamente, una de las preocupaciones que suelen mostrar las instituciones relacionadas con la lengua es que las máquinas y las diferentes herramientas informáticas se expresen en español y lo hagan correctamente. Asimismo, se anuncia un Observatorio del español, que se dedicará a estudiar la situación del idioma en el mundo. Este Observatorio estará liderado por el Cervantes (”un proyecto fundamental”, según esta institución), en colaboración con la Universidad Nacional de Educación a Distantica (UNED) y el Ministerio de Asuntos Económicos.
Por último, en relación con las industrias culturales, habrá una partida de 70 millones para impulsar “el desarrollo y mejora de la producción audiovisual y del sector del videojuego”, así como “la digitalización de contenidos y fondos documentales de museos y patrimonio”.
La nota del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital informa de que para organizar todo esto se creará una Alianza para la Nueva Economía de la Lengua, organismo de nombre un tanto rimbombante que presidirá la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y contará como vicepresidentes con los ministros de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. En paralelo, el Consejo de Ministros ha nombrado comisionada especial de esta Alianza a Cristina Gallach, ex secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe. Asimismo, se organizará un Foro de la Alianza para “realizar actividades de encuentro y divulgación, incluyendo un acto anual con sede itinerante”.
Por último, en el organigrama de este ambicioso plan para situar al español como potencia económica habrá “un Consejo Consultivo, formado por personalidades vinculadas a la promoción de la lengua y su digitalización en el ámbito de la tecnología, la ciencia y la cultura”, que contará también con representantes del “Instituto Cervantes, la Biblioteca Nacional de España, la Secretaría General de Estados Iberoamericanos y la Organización de Estados Iberoamericanos, entre otros”.