Dañan un emblema del arte rupestre Mediterráneo declarado Patrimonio Mundial
Aparecen pintadas con un spray unas pinturas rupestres de Despeñaperros datadas en el quinto milenio a. C.
Las pinturas rupestres de las Vacas del Retamoso, en el parque natural de Despeñaperros (Jaén), están consideradas una de las joyas de la corona del conjunto de abrigos que forman parte del Arte Rupestre Mediterráneo que en 1998 fueron declarados por la Unesco Patrimonio Mundial. Este fin de semana un grupo de senderistas dio la voz de alarma en las redes sociales al mostrar imágenes de esas pinturas gravemente dañadas con un spray. Tanto el Ayuntamiento de Santa Elena (en cuyo término municipal se encuentran estas oqu...
Las pinturas rupestres de las Vacas del Retamoso, en el parque natural de Despeñaperros (Jaén), están consideradas una de las joyas de la corona del conjunto de abrigos que forman parte del Arte Rupestre Mediterráneo que en 1998 fueron declarados por la Unesco Patrimonio Mundial. Este fin de semana un grupo de senderistas dio la voz de alarma en las redes sociales al mostrar imágenes de esas pinturas gravemente dañadas con un spray. Tanto el Ayuntamiento de Santa Elena (en cuyo término municipal se encuentran estas oquedades) como la Junta de Andalucía, titular del yacimiento al estar dentro de un parque natural, han denunciado este lunes ante la Guardia Civil este nuevo acto vandálico contra un patrimonio arqueológico que, según los investigadores, estaría datado a partir del quinto milenio a. C.
“Han dañado la pintura rupestre más emblemática y la principal seña de identidad de nuestro parque natural, una pintura con miles de año de historia”, ha lamentado el alcalde de Santa Elena, Ramón Coloma. En concreto, el spray o grafiti se ha descubierto sobre la pintura que lleva por nombre Las sacerdotisas o Los chamanes, que reflejan dos figuras humanas con una máscara practicando un supuesto ritual funerario. Según exponen los investigadores López Payer, Soria Lerma y Zorrilla Lumbreras en su estudio sobre el arte rupestre de Sierra Morena oriental, se trata de uno de los grupos más importantes de todo el arte esquemático. “Entre los rituales destacan los relacionados con los motivos ramiformes, frecuentemente acompañados de cérvidos, respectivamente representativos del mundo vegetal y animal y de una naturaleza que se renueva cíclicamente”, se expone en el estudio editado por el Instituto de Estudios Giennenses (IEG).
El delegado territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, Jesús Estrella, ha anunciado que su departamento va a librar una partida de emergencia con el fin de intentar recuperar el estado original de estas pinturas, una actuación que llevarán a cabo restauradores y arqueólogos.
El deficiente estado de conservación es la principal amenaza de muchas de estas pinturas rupestres, en parte porque se trata de bienes dispersos y expuestos a la acción del hombre. Una circunstancia que ha provocado otros actos vandálicos similares en años anteriores. Sin embargo, la difícil accesibilidad a estas oquedades ha sido la principal salvaguarda que han tenido las pinturas de Despeñaperros a lo largo del tiempo, como ha señalado el alcalde de Santa Elena, que confía en restaurar las pinturas y devolverlas a su estado original. Su colega de la vecina localidad de Aldeaquemada, Manuel Fernández, ha venido reclamando ayuda institucional para la preservación de estas pinturas.
La Unesco declaró en 1998 Patrimonio Mundial un total de 69 yacimientos de arte rupestre prehistórico, de los estilos levantino y esquemático, en las sierras de Jaén, Granada y Almería. Se trata de pinturas en abrigos poco profundos y en paredes verticales con más de 6.000 años y que suponen las primeras expresiones artísticas del hombre.
Las pinturas de las Vacas del Retamoso están enfrente del abrigo de Los Órganos, un paraje declarado Monumento Natural de Andalucía y cercano al santuario ibérico del Collado de los Jardines. Los Órganos es uno de los lugares más destacados del Desfiladero de Despeñaperros, donde se alzan un conjunto de enormes columnas de roca que se asemejan a los tubos de un órgano de una gran catedral. Aumenta la belleza de este paraje el contraste cromático del gris de las rocas con el intenso amarillo y anaranjado de las diferentes especies de líquenes que aquí sobreviven.