‘No mires arriba’: vista y olvidada

Dos astrónomos descubren aterrorizados que un cometa va a estrellarse contra la Tierra. Avisan a los gobernantes y al público. Lo que arranca como una sátira deviene en aburrimiento sin gracia a pesar de DiCaprio, Streep o Lawrence

Jonah Hill, Leonardo DiCaprio, Meryl Streep y Jennifer Lawrence, en 'No mires arriba'.

Releo en las páginas finales del extraordinario libro de Truman Capote Música para camaleones, el diálogo que establece consigo mismo intentando descifrarse, recordar las sensaciones, momentos, personas y circunstancias que han marcado su vida, otorgar a su muy deprimida existencia un poco de compañía y de calor, una pregunta perturbadora. Creo recordar que dice algo así: ¿cuáles han sido las cosas más alarmantes que te han ocurrido? Capote se responde: “La traición y el ...

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Releo en las páginas finales del extraordinario libro de Truman Capote Música para camaleones, el diálogo que establece consigo mismo intentando descifrarse, recordar las sensaciones, momentos, personas y circunstancias que han marcado su vida, otorgar a su muy deprimida existencia un poco de compañía y de calor, una pregunta perturbadora. Creo recordar que dice algo así: ¿cuáles han sido las cosas más alarmantes que te han ocurrido? Capote se responde: “La traición y el abandono“. Deduzco que se refiere a las traiciones que sufrió en su compulsiva existencia, no a la que cometió él con los asesinos de A sangre fría, anhelando que sus íntimos confidentes fueran ejecutados de una puta vez. Ya no les necesitaba, pero su obra maestra solo podría publicarse cuando estos fueran fiambres. Y me pregunto leyendo esa memorable autoconfesión de Capote cuál es la desgracia que más me alarma ahora a mí. Lo tengo claro: el alzhéimer y la demencia, monstruos que dejaron paralizadas a personas tan cercanas como amadas y que ya se fueron. Por ello, creyendo en la genética y en que la enfermedad se puede heredar, me pongo muy nervioso al constatar los estragos acelerados que sufre mi memoria, que fue prodigiosa durante tanto tiempo.

Me ocurre con las películas y con los libros. No es que solo olvide frecuentemente sus títulos, los argumentos, el nombre de los intérpretes, es que se me borran rápido. De acuerdo, puede ocurrir porque me parecen infames o haya abandonado su visión o su lectura a la mitad. Incluso, a la media hora. Me ocurre también si he llegado con inútil paciencia hasta el final. Antes no me ocurría. Y no sé si tener memoria de tanta mediocridad o tontería sirve para algo, pero lo que más me asusta es que me pueda ocurrir con el arte que me ha embelesado.

Me ocurre con No mires arriba. La vi en un pase hace tres semanas, aunque en el momento que me toca desganadamente escribir de ella, descubro que no me acuerdo de casi nada de lo que ocurría en ella. Preocupante amnesia. Sí del arranque. Tenía cierta gracia. Un científico dedicado a la astronomía, que interpreta un afeado y muy raro Leonardo DiCaprio, y una estudiante descubren aterrorizados un cometa va a estrellarse contra la Tierra. Y que eso va a ocurrir en seis meses. Consecuentemente, intentan que los gobernantes de su país estén informados del inminente desastre. Pero nadie les hace caso. Los que manejan el tinglado son tan estúpidos como descreídos. Incluye a la presidenta del gobierno, al baboso de su hijo, que ejerce de jefe de gabinete, a los presentadores de un famoso programa de televisión y al inmenso público obsesionado exclusivamente con las redes sociales. Inicialmente, la sátira tiene algún momento gracioso. Aunque sospecho que el pretendido ingenio que exhibe el director y guionista Adam McKay empezó a aburrirme al poco tiempo de un metraje tan abusivo. Y como contaba al principio, se me ha borrado todo. Por lo que no puedo juzgarla. Si los espectadores la encuentran muy divertida soy capaz de volver a verla.

Y está poblada, además del siempre sólido y creíble Leonardo DiCaprio, por actrices eminentes como Jennifer Lawrence, Meryl Streep y Cate Blanchett. Pero su trabajo permanece en la bruma para mí. Reconozco que el muy alabado director Adam McKay nunca me ha hecho demasiada gracia, ni cuando iba de gracioso en sus olvidables comedias ni cuando se torna cáustico hablándote de la corrupción del poder. Hablo de las estafas que provocaron la salvaje crisis financiera del 2008 y de los listorros que se hicieron aún más ricos con ella en La gran apuesta y el retrato que hizo del tenebroso y repugnante vicepresidente Dick Cheney en El vicio del poder. Es un director muy pretencioso, convencido de que es listísimo. Pero yo no le pillo el punto.

NO MIRES ARRIBA

Dirección: Adam McKay.

Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Jonah Hill, Cate Blanchett, Mark Rylance, Ron Pearlman.

Género: sátira. EE UU, 2021.

Duración: 138 minutos.

Estreno: 10 de diciembre.

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