‘Nadie’: violentísima y creativa coreografía de la venganza

David Leitch se ha convertido en uno de los artífices del más espectacular cine de acción contemporáneo tras dirigir ‘John Wick’ y ‘Atómica’ y ahora produce esta pequeña obra de cámara que se eleva sobre su sencillez

Bob Odenkirk, en 'Nadie'. En el vídeo, el tráiler.

A la cinefilia de autor es muy probable que el nombre de David Leitch no le diga nada. Y, sin embargo, tras uno de los giros profesionales más singulares de la última década y media —de especialista y doble de Brad Pitt y Jean-Claude Van Damme a coordinador de secuencias de riesgo, y de ahí a director de segunda unidad, director y productor, sucesivamente—, se ha convertido en uno de los artífices del más espectacular cine de acción contemporáneo tras dirigir John Wick (2014), ...

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A la cinefilia de autor es muy probable que el nombre de David Leitch no le diga nada. Y, sin embargo, tras uno de los giros profesionales más singulares de la última década y media —de especialista y doble de Brad Pitt y Jean-Claude Van Damme a coordinador de secuencias de riesgo, y de ahí a director de segunda unidad, director y productor, sucesivamente—, se ha convertido en uno de los artífices del más espectacular cine de acción contemporáneo tras dirigir John Wick (2014), Atómica (2017) y Deadpool 2 (2018), y producir los dos siguientes capítulos de la saga John Wick y esta Nadie que ahora se estrena: violentísima película de acción, artes marciales, mafias y espionaje en un entorno familiar, con vocación de pequeña obra de cámara, escueta de tiempo y modesta en sus escenarios, que no obstante se eleva sobre su (aparente) sencillez como un placentero pasatiempo de salvaje creatividad.

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Leitch se ha rodeado además de otros dos profesionales con especial talento para este tipo de productos: Derek Kolstad, guionista de John Wick, y el director ruso Ilya Naishuller, que en 2015 había sorprendido desde su país con Hardcore Henry, relato entre la acción y la ciencia ficción filmado como una apoteosis del plano subjetivo. A los 10 minutos de Nadie se nota ya que hay estilo en la presentación del protagonista —un padre de familia del montón, aparentemente pusilánime, al que su hijo tiene como un mequetrefe sin sangre—, y también en el montaje sincopado y repetitivo que lo acompaña.

Poco después, el personaje saca a pasear a la fiera que lleva escondida en una prodigiosa secuencia de lucha en un espacio cerrado de apenas unos metros, un autobús de línea, donde Naishuller, como demostró en Hardcore Henry, despliega su talento para la composición de set pieces asentadas en las músicas de contraste. Bestiales ballets en forma de reyertas, y sin necesidad de que sus planos duren apenas milisegundos; es decir, deleitándose, dejándonos ver con elegancia su original coreografía de la venganza.

Es probable que la fórmula, canciones felices y distinguidas que ilustran sucesivas masacres con humor negro, se haga algo reiterativa, pero justo cuando parece que corremos el peligro de atiborrarnos, la película, de apenas hora y media, termina sin agotarse. Y Nadie, con un sobrio Bob Odenkirk, ideal con su rostro afilado y su físico del montón, se independiza con originalidad de otros convencionales títulos de vendetta.

Nadie

Dirección: Ilya Naishuller.

Intérpretes: Bob Odenkirk, Connie Nielsen, Christopher Lloyd, RZA.

Género: acción. EE UU, 2021.

Duración: 92 minutos.

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