Tres personajes inventados triunfan en el arte español desde 2015

Javier Velasco desvela que está detrás de tres personajes ficticios que han logrado vender obra y exponer en galerías. El proyecto lo planteó como una crítica del mundillo

Obra de Dorotea von Totó de la serie 'Belle Époque' (2015), izquierda, y dibujo de Tod Hunter, de la serie `Música celestial' (2015). Ambos son heterónimos de Javier Velasco.

Valencia, 14 de enero de 2016. Los asiduos a la galería Mr. Pink esperaban curiosos la llegada de Dorotea von Totó y Tod Hunter a este espacio que nació para apoyar a artistas emergentes. También la del comisario, Piguy Hellman, filósofo y comisario internacional nacido en Florida que ahora residía en Madrid. La galerista, María Tinoco, les aseguró que llegarían; pero una hora después recibió varios mensajes. “Lamentablemente, los tres han tenido problemas. Cada uno de índole distinta y no estarán ho...

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Valencia, 14 de enero de 2016. Los asiduos a la galería Mr. Pink esperaban curiosos la llegada de Dorotea von Totó y Tod Hunter a este espacio que nació para apoyar a artistas emergentes. También la del comisario, Piguy Hellman, filósofo y comisario internacional nacido en Florida que ahora residía en Madrid. La galerista, María Tinoco, les aseguró que llegarían; pero una hora después recibió varios mensajes. “Lamentablemente, los tres han tenido problemas. Cada uno de índole distinta y no estarán hoy con nosotros. ¡Que fatal casualidad!”, se excusó Tinoco ante los asistentes a la inauguración de The First Day. Había otro problema, este más irresoluble: ninguno de los tres personajes existían. Eran pura invención del artista Javier Velasco (La Línea de la Concepción, Cádiz, 57 años), que los creó como vehículo para criticar el mundillo en el que se mueve desde los años noventa.

A pesar de la ausencia de los creadores, los collages fluorescentes de temática feminista de la joven Von Totó, una islandesa con diversidad funcional adoptada por una familia gallega, y los dibujos homoeróticos del estadounidense y residente en España Tod Hunter, tuvieron muy buena aceptación. Algo a lo que también ayudó el bajo precio de sus obras, una constante en la carrera de ambos artistas que siempre trabajan con Hellman. Por ejemplo, la primera exposición de Hunter, Morir a los 35, que fue solo virtual y se presentó en abril de 2015 en la galería creada en Facebook llamada también The First Day, fue adquirida en su totalidad, 38 dibujos a tinta de pequeño formato, por un coleccionista español que trabajaba en Estocolmo (Suecia). Hunter, antes actor porno en producciones gais y recién llegado al mercado del arte, vendió sus 38 Papeles antihigiénicos por 350 euros.

Desde entonces, ambos artistas han participado en un sinfín de proyectos, han expuesto en colectivas como Rapsodias desde el trapecio, que pudo verse en abril de 2016 en el Espacio Trapezio en Madrid, y tienen muchos seguidores en las redes sociales, sobre todo en Instagram. Sin embargo, tanto ellos como el comisario siempre fueron muy esquivos, nunca se los ve en ningún sarao. Tras un lustro en la sombra, su creador ha decidido desvelar el misterio. “Lo he llevado muy bien todos estos años porque soy hiperactivo y me han servido para descansar de mí mismo, para desconectar. Ellos tienen sus propias exigencias y sus mundos. Aunque, en paralelo, he seguido con mi carrera”, confiesa Velasco en Sevilla, ciudad en la que estudió Bellas Artes y donde comenzó a trabajar.

El artista Javier Velasco, en Sevilla. PACO PUENTES (EL PAÍS)

“Dorotea está cada vez más loca. Cada día me sorprende más. Ahora le ha dado por crear cíborgs marcianos. Tanto ella como Tod tienen estilos propios sin ninguna relación con el mío. Me los creo hasta tal punto que tengo intuiciones creativas que nunca hubiera tenido como Javier Velasco. Es extraño convivir con estas sensaciones, pero también es gratificante”, afirma el creador, con una sólida carrera, con presencia en numerosas ediciones de Arco en Madrid –en 2004 el rey Juan Carlos compró una obra suya en el estand de la galería Trama- y en Art Basel Miami, ciudad en la que residió entre 2010 y 2016. Velasco, un creador multidisciplinar que se sirve de la pintura, el dibujo, la escultura, la instalación o la performance, ha trabajado entre Ciudad de México y Miami desde 2005 hasta 2016, mientras mantenía su base en Valencia.

“Lo que empezó siendo un experimento para analizar la trascendencia de las comunicaciones virtuales, sobre cómo realidad y ficción mezclan sus fronteras de forma cada vez más habitual, ha terminado creando a tres personajes casi reales. Son heterónimos que he elegido para cubrir el espectro de la creación actual: el comisario hiperculto e ininteligible, la artista naíf que es feminista militante y tiene una discapacidad, y el homosexual que pasa de los 35 años y al dejar de ser emergente ha sido relegado por el mercado”, comenta Velasco, que actualmente vive entre Rota y Jerez de la Frontera.

“Lo cuento ahora porque quiero asumir esta trilocación más mi propia personalidad como una nueva salida del armario, en unos momentos en los que la realidad convive con demasiada normalidad con las noticias falsas”, afirma el artista, que trabaja en su serie Monkeys: retratos de primates con acrílico sobre papel fotográfico de gigantografía.

'Mandrill', de Javier Velasco (2019).

Velasco les ha cogido demasiado cariño a sus heterónimos y aunque ha revelado el secreto, no acabará con ellos. “A partir de ahora van a convivir conmigo, me será más cómodo administrarlos; pero eso no implica que vaya a desvelar su verdadera naturaleza en sus perfiles de las redes sociales, donde seguirán como hasta ahora. La verdad es que cuando en 2015 me planteé este proyecto tenía una evolución y un final; pero no será así porque ellos ya me pueden a mí. Han adquirido vida propia en su mundo virtual”, asegura el artista, quien se divierte con las ocurrencias de Hellman, “curador de arte extemporáneo, rapsoda y librepensador”, tal y como se presenta en su perfil de Instagram, donde tiene casi 1.500 seguidores ávidos de compartir sus pensamientos y seguir sus cursos online. Hellman, que se muestra bajo la apariencia del muñeco ventrílocuo Pee-wee Herman, el personaje cómico que Paul Reubens creó en los ochenta, ha trabajado también con artistas reales sin desvelar su verdadera naturaleza como ocurrió en la muestra que comisarió para el Espacio Trapezio, en la que participaron Nuria Alcaraz, Jonathan Notario y Laura Navarro, entre otros.

Fotomontaje de Piguy Hellamn, heterónimo de Javier Velasco, en Arco 2016 junto a Carlos Urroz y Juana de Aizpuru.

Tod Hunter, con más de 3.200 seguidores en Instagram, es el más popular en las redes, pero sus dibujos casi pornográficos han hecho que le cancelen la cuenta en más de una ocasión; algo que también les ha ocurrido a Von Totó, con más de 1.600 seguidores, y a Hellman, pero estos últimos debido a sospechas sobre su verdadera naturaleza.

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