Infancias de otro tiempo
Nicolas Vanier, especialista en obras con la defensa de la naturaleza y de los animales como eje de actuación, se adentra en la adaptación de una famosa serie de televisión francesa de los sesenta
A no ser que se sea adicto a la melaza, el título español y el póster pueden provocar cierto espanto, pero la película no está mal. Mi amigo pony, dirigida por Nicolas Vanier, parece en algunos momentos una producción de otro tiempo, y no solo por su ambientación a principios de los años sesenta, sino sobre todo por su espíritu infantil un tanto añejo. Sin embargo, puede que ahí resida su verdadero secreto: en su falta de pudor, en su mensaje subrayado, en la hermosa fotografía de colores deslumbrantes, en su insolencia para describir una serie de situaciones que ni aun entrando en las ...
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A no ser que se sea adicto a la melaza, el título español y el póster pueden provocar cierto espanto, pero la película no está mal. Mi amigo pony, dirigida por Nicolas Vanier, parece en algunos momentos una producción de otro tiempo, y no solo por su ambientación a principios de los años sesenta, sino sobre todo por su espíritu infantil un tanto añejo. Sin embargo, puede que ahí resida su verdadero secreto: en su falta de pudor, en su mensaje subrayado, en la hermosa fotografía de colores deslumbrantes, en su insolencia para describir una serie de situaciones que ni aun entrando en las licencias dramáticas de los relatos infantiles resultan plausibles dramáticamente.
Vanier, especialista en obras con la defensa de la naturaleza y de los animales como eje de actuación (El último cazador, Lobo, La escuela de la vida, Volando juntos, las dos últimas, estrenadas también en España), se adentra en la adaptación de Poly, una famosa serie de televisión francesa, creada por la escritora y actriz Cécile Aubry, cambiando al niño original protagonista por una niña, pero manteniendo su relato de denuncia del tratamiento de los animales en los circos y de descripción de las comidillas sociales y morales de los pueblos. El director, que ya había adaptado a Aubry en Belle et Sébastien (2013), otra colección de libros infantiles convertidos más tarde en serie, también en los sesenta, se aplica en la visualización con una hermosa luz en interiores y exteriores, y unas notables facturas de producción y arte en los apartados de vestuario, dirección artística y música.
Sin embargo, es el buen retrato de los personajes secundarios, la mayoría con pinta de estar trazados en origen por Aubry, el que acaba dominando: el contrapunto cómico de la pareja de gendarmes idiotas; el solitario hombre del castillo falsamente acusado de matar a su esposa; el niño del circo maltratado por el dueño; el hijo del carnicero que decide hacerse vegano. Ninguno está desarrollado, pero el conjunto acaba sobrellevándose por parte de los adultos bastante mejor de lo esperado.
MI AMIGO PONY
Dirección: Nicolas Vanier.
Intérpretes: Elisa de Lambert, Julie Gayet, François Cluzet, Patrick Timsit.
Género: melodrama. Francia, 2020.
Duración: 102 minutos.