Muere el director de cine y político argentino Fernando ‘Pino’ Solanas
El cineasta, ganador en Cannes, ha fallecido a los 84 años en París, donde ejercía de embajador de su país ante la Unesco, tras ser hospitalizado por coronavirus
El cineasta y referente de la izquierda argentina Fernando ‘Pino’ Solanas falleció este viernes a los 84 años en París por covid-19. Permaneció hospitalizado casi tres semanas en la ciudad donde se desempeñaba como embajador ante la Unesco por encargo del presidente, Alberto Fernández. Su muerte ha conmocionado a Argentina, el país que pensó, retrató e imaginó más justo a través de una comprometida obra cinematográfica y de sus bancas de legislador.
“Enorme dolor por Pino Solanas. Murió en cumpli...
El cineasta y referente de la izquierda argentina Fernando ‘Pino’ Solanas falleció este viernes a los 84 años en París por covid-19. Permaneció hospitalizado casi tres semanas en la ciudad donde se desempeñaba como embajador ante la Unesco por encargo del presidente, Alberto Fernández. Su muerte ha conmocionado a Argentina, el país que pensó, retrató e imaginó más justo a través de una comprometida obra cinematográfica y de sus bancas de legislador.
“Enorme dolor por Pino Solanas. Murió en cumplimiento de sus funciones como embajador de Argentina ante la Unesco. Será recordado por su arte, por su compromiso político y por su ética puesta siempre al servicio de un país mejor. Un abrazo a su familia y sus amigos”, anunció la Cancillería argentina pasada la medianoche del viernes en Twitter.
Solanas, ganador de la Palma al mejor director en el Festival de Cannes por Sur (1988), había anunciado a mitad de octubre que tanto él como su esposa, Ángela Correa, habían dado positivo en covid-19 y estaban hospitalizados. Cinco días después, hizo público que los habían pasado a terapia intensiva.
Nacido el 16 de febrero de 1936, en la localidad bonaerense de Olivos, Solanas estuvo interesado desde niño en los lenguajes artísticos. Estudió derecho, música y teatro, pero se decantó finalmente por el séptimo arte, con el que obtuvo un enorme reconocimiento internacional ya desde sus inicios. Su debut en el largometraje con La hora de los Hornos, rodada en 1968 de manera clandestina durante el régimen de Juan Carlos Onganía, le valió premios en Mannheim, Mérida, Locarno y participó en la Semana Semana de la Crítica de Cannes. Medio siglo después, este documental sobre el neocolonialismo y la violencia en América Latina es estudiado como uno de los grandes ejemplos de documental político.
Su muerte acalla también la última voz del Grupo Cine Liberación, la experiencia de cine político que fundó con Octavio Getino y Gerardo Vallejo en 1969 para impulsar un circuito alternativo de difusión con organizaciones de resistencia a la dictadura. El Grupo fue convocado por Juan Domingo Perón en 1971 durante su exilio en Madrid para realizar sus dos testimonios fílmicos: La Revolución Justicialista y Actualización Doctrinaria para la toma del poder.
París ya había sido su hogar cuarenta años atrás, cuando se exilió en la capital francesa después de recibir amenazas de muerte y sufrir un intento de secuestro en 1975. Desde Francia filmó el documental La mirada de los otros y participó junto a otros exiliados del movimiento en solidaridad con las Madres de Plaza de Mayo, denunciando internacionalmente los crímenes de la dictadura.
Tras la vuelta de la democracia en Argentina, en 1983, volvió al país y rodó sus dos obras de ficción más premiadas: Tangos… El exilio de Gardel (1985) y Sur (1988).
Candidato a presidente
Su vida sufrió un quiebre en 1991, a raíz del juicio por calumnias e injurias al que tuvo que responder por sus críticas a las políticas neoliberales del entonces presidente Carlos Menem. Una semana después de la audiencia judicial lo balearon en la pierna. Seis tiros que cambiaron el curso de su vida. Comenzó una carrera activa como político que le valió una banca como diputado en tres ocasiones (1993-1997, 2003-2007 y 2009-2013) y una como senador (2013-2019). En 2007 se postuló como presidente y quedó en quinto lugar, con el 1,6% de los sufragios.
Su preocupación por el medio ambiente, eje de su campaña como candidato presidencial en 2007 y de sus críticas a los Kirchner, centró también muchos de sus últimos documentales, como el tándem Tierra sublevada: oro impuro (2009) sobre la megaminería y Tierra sublevada: oro negro (2011) sobre el petróleo; La guerra del fracking (2013) sobre los efectos contaminantes de la formación de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta; y Viaje a los pueblos fumigados (2018), sobre los agroquímicos. Antes había creado uno de los grandes testimonios fílmicos sobre la crisis del corralito de 2001, Memoria del saqueo.
“Desde La Hora de los Hornos hasta el Exilio de Gardel, Pino Solanas logró, con talento inigualable, la mágica fusión de cine y política… de arte y militancia. Nuestro homenaje y reconocimiento, junto a las condolencias para sus familiares y seres queridos”, lo despidió la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. “Adiós Pino. Gracias por tu enorme compromiso, enseñanzas, generosidad y amistad”, escribió el ministro de Educación argentino, Nicolás Trotta, “Cada encuentro contigo era sumergirse en nuestra historia, en el debate del presente y en la construcción del camino para un futuro mejor. Se te va a extrañar, muchísimo”.