La improbable logística de presentar una ópera con coro pregrabado
La Real Filharmonía de Galicia y Amigos de la Ópera de Santiago presentan ‘Orfeo y Eurídice’, de Gluck, con algunas actuaciones en directo y otras realizadas y filmadas anteriormente para cumplir las medidas contra el coronavirus
La Real Filharmonía de Galicia presentó este jueves una versión muy peculiar de la ópera Orfeo y Eurídice, de Gluck. El coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia participó telemáticamente con su actuación grabada en un estudio y transmitida en vídeo para acompañar las de la mezzosoprano Olga Siniakova, como Orfeo, y las sopranos Alicia Amo y Beatriz de Sousa, como Eurídice y Amor respectivamente. Esta atípica puesta en escena, que se ha montado en colaboración con la asociación Amigos de la Ópera, fue presentada ante 30 asistentes. Para el director británico Paul Daniel, este ha sido “un...
La Real Filharmonía de Galicia presentó este jueves una versión muy peculiar de la ópera Orfeo y Eurídice, de Gluck. El coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia participó telemáticamente con su actuación grabada en un estudio y transmitida en vídeo para acompañar las de la mezzosoprano Olga Siniakova, como Orfeo, y las sopranos Alicia Amo y Beatriz de Sousa, como Eurídice y Amor respectivamente. Esta atípica puesta en escena, que se ha montado en colaboración con la asociación Amigos de la Ópera, fue presentada ante 30 asistentes. Para el director británico Paul Daniel, este ha sido “un proyecto titánico que ha requerido una precisión de bisturí”.
El coro tiene una participación muy destacable en Orfeo y Eurídice e interactúa constantemente con el protagonista. La obra de Gluck narra el mito griego del descenso de Orfeo al inframundo para rescatar a su esposa. Los dioses, a través de Amor, impulsan al personaje a iniciar su travesía al escuchar sus lamentos coreados por ninfas y pastores. Al llegar al Hades es recibido por las fieras, representadas nuevamente por el coro. No se trata de interpretaciones separadas sino de un ir y venir constante.
Para resolverlo, Daniel preparó una adaptación de la ópera en piano. El coro la usó como guía para grabar sus partes en un estudio, bajo la dirección de Joan Company con la asistencia de Javier Fajardo. Su actuación se transmitió en una pantalla de tres metros de alto y cinco de largo y estuvo acompañada por la orquesta, guiada por Daniel con el mismo piano que el coro. El británico subrayaba, antes de la representación, el reto extra de tener que guiar a la orquesta para acompañar al coro, cuando normalmente sucede al revés. Además fue necesaria una sincronización perfecta entre las solistas y la grabación.
Esto estaba en manos de las tres solistas. La ucrania Olga Siniakova, y la portuguesa Beatriz de Sousa fueron las ganadoras del concurso de canto Compostela Lírica, para jóvenes de 18 a 35 años, organizado por la asociación Amigos de la Ópera en 2019. Las dos solistas, al igual que Alicia Amo, debutaron en el escenario de la filarmónica con el reto de crear emoción en un ambiente estéril. Actuaron cercadas por mamparas de metacrilato, sin contacto, ni movimiento pero consiguieron mantener la interacción emocional de la obra.
A su derecha, Paul Daniel dirigió una orquesta con mascarillas y dividida por las mismas mamparas. Detrás de ellos la pantalla reprodujo la imagen de un coro que cantaba también con cubrebocas. La precisión de los tiempos estuvo claramente demostrada en el segundo acto, que relata la llegada de Orfeo al inframundo y el diálogo que mantiene con las furias para rogarles piedad. Siniakova recibía los “No” del coro, que representaba a las furias, en los tiempos exactos que el equipo técnico y director se exigían.
Todo esto con el propósito de confirmar la presentación a pesar de la pandemia y del riesgo de actividades como el canto en espacios cerrados. El director se adjudicaba la “culpa” entre risas. Daniel resaltaba la importancia de hacer los esfuerzos necesarios para continuar con el trabajo de un sector especialmente golpeado por la covid-19. “Es nuestro deber mostrar que la cultura también es esencial, hay gente que depende de esto”, insistía. Para el británico, no se trata solo de la importancia de compartir el arte con quien quiera disfrutar de ella, sino de permitir que la cultura sea un sector capaz de sostener empleos y crecer. Por eso cree que es fundamental adaptarse a las medidas para frenar el virus.
Las restricciones para contener el coronavirus en el área de Santiago de Compostela permiten una audiencia de solo 30 personas en los espectáculos culturales. Sin embargo, la obra se retransmitió a través de las redes sociales y el canal de Youtube de la Real Filharmonía de Galicia. Todas las interpretaciones programadas por la organización para las próximas semanas se distribuirán en línea de forma gratuita.