Philip Glass graba ‘Música en ocho partes’, una partitura propia que vendió y se dio por perdida en los setenta
La obra apareció en una subasta en 2017 de Christie’s, donde el entorno del músico la compró por 43.750 dólares
Hoy, Philip Glass está considerado como uno de los grandes compositores vivos, de los más reputados artistas creadores de música clásica minimalista. Pero a inicios de los años setenta el estadounidense, que ya había dado muestras de su talento, tras volver a Nueva York después de estudiar composición en Francia y convertirse al budismo en el Tíbet, viaje que le sirvió para descubrir la música india que tanto le influyó, aún no se lograba ganar la vida con sus piezas. Iba de trabajo en trabajo como fontanero, taxista o repar...
Hoy, Philip Glass está considerado como uno de los grandes compositores vivos, de los más reputados artistas creadores de música clásica minimalista. Pero a inicios de los años setenta el estadounidense, que ya había dado muestras de su talento, tras volver a Nueva York después de estudiar composición en Francia y convertirse al budismo en el Tíbet, viaje que le sirvió para descubrir la música india que tanto le influyó, aún no se lograba ganar la vida con sus piezas. Iba de trabajo en trabajo como fontanero, taxista o repartidor de electrodomésticos. Fundó su propio grupo, Philip Glass Ensemble, y vendió composiciones autografiadas para añadir un dinero extra a sus ingresos. Lo hizo también con Música en ocho partes, que empezó a componer en 1969, se estrenó en enero de 1970 y que se perdió cuando la partitura, que el autor escribió con taquigrafía, fue adquirida por un particular.
De aquella pieza solo quedaron partes en el archivo de Glass, hasta que a finales de 2017 se subastó la partitura en Christie’s y el entorno de Glass la consiguió por 43.750 dólares (unos 40.000 euros). Hoy está en manos de su editor, y el Philip Glass Ensemble, tras un año y medio de investigación, ha publicado esta semana una grabación de la obra. El título Música en ocho partes se refiere al número de voces contrapuntísticas que aparecen en sus casi 20 minutos de duración. Cuando se estrenó, formaba parte del embrión del que nació una de las grandes composiciones de Glass, Música en 12 partes. Como cuenta The New York Times, periódico que narra el periplo de la obra, para Lisa Bielawa, compositora y vocalista de Philip Glass Ensemble, es como encontrar “un picasso perdido, ya que es exactamente la pieza central del periodo temprano de la producción de Glass”. El compositor la abandonó y olvidó porque se centró en Música en 12 partes. Dejó de interesarle. Después llegaron otras obras, óperas y bandas sonoras para películas, con las que ha logrado, por ejemplo, tres candidaturas a los Oscar.
Esta semana se ha publicado la grabación de la obra, que también ha sufrido un recorrido complejo por culpa del confinamiento obligado por la covid-19. El Ensemble estaba ensayando su reestreno y solo ha podido mostrarlo grabado desde los estudios de sus casas. Además, el grupo ha decidido cambiar algunos de los instrumentos para los que fue escrita Música en ocho partes, para adecuarla a su formación actual. La portada del disco es obra de Sol LeWitt, amigo del compositor que ya había ilustrado álbumes previos de Glass, como, curiosamente, Música en 12 partes.