La Orquesta de Euskadi pone música clásica a la pandemia
La sinfónica comienza los ensayos presenciales con su director, Robert Treviño, para ofrecer ocho conciertos que emitirá la televisión pública vasca
Mañana calurosa en Miramón, San Sebastián. Nadie accede al edificio si tiene una temperatura superior a los 37,3 grados. Una vez dentro del recinto se separan de sus compañeros dos metros, pese a que están protegidos con paneles curvos de metacrilato. Además llevan mascarilla. Bueno, solo hasta su puesto de trabajo, que algunos tienen que soplar. No son los trabajadores de una planta industrial, o de un edificio administrativo, sino los integrantes de la Sinfónica de Euskadi (OSE), la primera orquesta españ...
Mañana calurosa en Miramón, San Sebastián. Nadie accede al edificio si tiene una temperatura superior a los 37,3 grados. Una vez dentro del recinto se separan de sus compañeros dos metros, pese a que están protegidos con paneles curvos de metacrilato. Además llevan mascarilla. Bueno, solo hasta su puesto de trabajo, que algunos tienen que soplar. No son los trabajadores de una planta industrial, o de un edificio administrativo, sino los integrantes de la Sinfónica de Euskadi (OSE), la primera orquesta española que regresa a los ensayos presenciales, “y una de las pocas de Europa que lo han hecho”, dicen sus responsables.
Tienen que acostumbrarse a la nueva acústica, a la separación física y a la nueva disposición de una orquesta reducida a la mitad de sus miembros, 48 en uno de los programas y 50 en otro. Pero tienen que continuar pese a que los violines están lejos y el viento se escucha diferente. Ya se han comprometido en una minitemporada de ocho conciertos que ETB, la televisión pública vasca, emitirá los sábados a partir del 30 de mayo con el título “¡Euskadiko Orkestra en marcha!”, y que en breve empezarán a grabar.
“La labor de los músicos no se ve cuando se habla de servicios esenciales, pero es crucial porque las personas necesitan alimentar el alma. Y como vemos que hay hambre de música, vamos a ofrecer un banquete", ha declarado el director titular de la OSE, el estadounidense Robert Treviño. El de este martes era el primer ensayo al que acudía Treviño, que dirigirá con batuta pero sin mascarilla. Los músicos calentaron motores la pasada semana.
Entre los compositores elegidos para esta pequeña temporada de conciertos, además de los vascos Ramon Lazkano y Mikel Urquiza, se encuentran Mendelssohn, Haydn, Mozart, Richard Strauss y Brahms, cuyas partituras están escritas para orquesta reducida de máximo 50 músicos. De esta manera podrá retomar su actividad transformada, de momento, en una orquesta que se dirige a su público a través de la televisión y en streaming a través de sus canales digitales. El primer programa será el 30 de mayo en la ETB2, por la mañana e interpretará el Agur Jaunak eta Andreak, la Sinfonía número 3, la Escocesa de Mendelssohn. Las interpretarán 50 instrumentistas: 35 en la cuerda, 14 en el viento y un timbal, dirigidos por Treviño. El segundo programa será el 6 de junio e interpretarán la Sinfonía número 49 de Haydn, La passione, y la Sinfonía número 1 de Mendelssohn.
Desde que ofrecieran el último concierto con público en Estambul el pasado 9 de marzo, unos días antes de la declaración del estado de alarma en España, a la que siguió la cancelación, entre otros, de los 25 conciertos programados para finalizar la temporada de abono y de los seis del ciclo Matinées de Miramon, solo se habían visto por videoconferencia.
Este martes, en el auditorio de su sede de San Sebastián, no han podido abrazarse ni besarse, pero sus integrantes han interpretado con emoción, entre otras, la Sinfonía número 1 de Mendelssohn, que interpretarán a través de la televisión en el segundo de los programas que se emitirá el 6 de junio en ETB2 por la mañana.
El director general de la sinfónica vasca, Oriol Roch, ha explicado en declaraciones a EFE que los músicos no utilizarán mascarilla sobre el escenario, ya que con las pantallas y la distancia de dos metros “no hay riesgo de contagio”. “Nos han dicho que lo importante es el lavado de manos y el distanciamiento social durante las 24 horas del día”, ha explicado Roch, quien ha aclarado que también con los vientos está garantizada la seguridad al mantener las distancias. Además “el vapor de la respiración queda dentro del instrumento”, precisa.