Dalí y el coronavirus

Regresan al Reina Sofia y al Teatre Museu de Figueres 178 obras del pintor que habían participado en una exposición en Moscú, en medio de fuertes medidas de seguridad

Un conservador controla el estado de 'Elementos enigmáticos de un paisaje' pintada por Dalí en 1934, tras regresar de Moscú.Fundació Gala-Salvador Dalí

Cuando el pasado 26 de marzo Rusia decidió suspender todos los vuelos internacionales, con excepción de aquellos que permitían repatriar a ciudadanos rusos desde el extranjero, como medida para luchar contra la pandemia del coronavirus, en el Museo Reina Sofía de Madrid y en el Teatre Museu de Figueres aguantaron la respiración. La medida afectaba, de forma colateral e inesperada, a 55 óleos y 123 dibujos y grabados creados por ...

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Cuando el pasado 26 de marzo Rusia decidió suspender todos los vuelos internacionales, con excepción de aquellos que permitían repatriar a ciudadanos rusos desde el extranjero, como medida para luchar contra la pandemia del coronavirus, en el Museo Reina Sofía de Madrid y en el Teatre Museu de Figueres aguantaron la respiración. La medida afectaba, de forma colateral e inesperada, a 55 óleos y 123 dibujos y grabados creados por Salvador Dalí de sus respectivos fondos que habían formado parte de la gran retrospectiva Salvador Dalí. Magic Art, formada por más de 180 obras del genio del surrealismo, que se había visto desde enero en Manezh, la principal sala de exposiciones rusa de 7.000 metros cuadrados, situada junto al Kremlin.

Desde ese momento se aceleraron los contactos con los organizadores de la muestra, la fundación The link of Times y el Museo Fabergé y los dos museos para recuperar las obras (39 óleos y 123 dibujos del museo de Figueres y 16 óleos del museo madrileño), que, por fin, han regresado, vía aeropuerto de Zaragoza, en la mañana de este miércoles, entre fuertes medidas de seguridad.

“La exposición se tuvo que cerrar una semana antes de lo previsto debido a la crisis sanitaria”, explica Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, al otro lado del teléfono, tranquila ya por tener las obras de vuelta en casa. “El primer problema surgió cuando Rusia impidió que nuestros conservadores viajaran para realizar el viaje de vuelta con las obras, después de decir que cualquier ciudadano español tenía que realizar la cuarentena”, explica Aguer. “Por suerte, nos aliamos el Reina y nosotros con los responsables de la exposición que contrataron conservadores a su cargo para llevar a cabo estos trabajos y supervisar las labores de embalaje y transporte hasta que las obras salieron rumbo a España”.

Conservadores del Museo de Figueres comprueban el estado de las obras.

Las obras, que han sido vistas por más de medio millón de personas, a una media de 10.000 diarias, han regresado en dos viajes, como hicieron el viaje de ida, tal y como explica Aguer. La primera carga llegó el 25 de marzo y la segunda lo hizo a comienzos de esta semana a Zaragoza y, este miércoles, a Madrid y Figueres.

“Una vez que han llegado las obras, se han desembalado y revisado tras adoptar fuertes medidas de seguridad para los trabajadores. Todas están perfectas”, asegura Aguer, que seguro ha vivido, uno de los momentos más tensos desde que dirige los museos dalinianos, si exceptuamos cuando un juez ordenó la exhumación del cadáver de Dalí en verano de 2017.

La Fundación Dalí cuenta con otras obras prestadas en estos momentos que, según Aguer, permanecerán en estos centros hasta que pasen las medidas de alarma decretadas por España y otros países. Es el caso de la obra Cabeza de Beethoven, que Dalí pintó en 1973, que viajó a la ciudad alemana de Remagen “tendrá que permanecer colgada más tiempo que el acordado en el museo que asume el coste del seguro”. En el caso del centro ruso, no se podrían haber quedado allí “porque no es un museo es un centro que se adapta para cada exposición y se tendrían que haber guardado en otro sitio de Moscú”.

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