Malos tiempos para la interpretación
Según una encuesta de la Unión de Actores y Actrices respondida por 1.500 socios durante el estado de alarma, el 23% de los asociados que trabajaban han sido despedidos y sufren pérdidas de más de seis millones de euros
Desde el momento en que se decretó el estado de alarma en España y se pararon los rodajes (había, solo en cine, unas 30 películas en marcha), hubo dos sectores en la creación audiovisual que sufrieron directamente el cierre: los intérpretes y los técnicos. La Unión de Actores y Actrices comenzó entonces a enviar a sus asociados un cuestionario para poder cuantificar el menoscabo de ese parón. El resultado, publicado hoy en un informe, no llama a engaño: 1.500 profesionales (de sus 2.500 afiliados) han contestado a la llamada y con sus datos se apunta a que el 23% de los que trabajaban se han q...
Desde el momento en que se decretó el estado de alarma en España y se pararon los rodajes (había, solo en cine, unas 30 películas en marcha), hubo dos sectores en la creación audiovisual que sufrieron directamente el cierre: los intérpretes y los técnicos. La Unión de Actores y Actrices comenzó entonces a enviar a sus asociados un cuestionario para poder cuantificar el menoscabo de ese parón. El resultado, publicado hoy en un informe, no llama a engaño: 1.500 profesionales (de sus 2.500 afiliados) han contestado a la llamada y con sus datos se apunta a que el 23% de los que trabajaban se han quedado en el paro (el 85% sin indemnización) y tienen, en el corto plazo, una pérdida económica de 6.893.554 euros. Esta caída de ingresos se refiere solo a marzo e inicios de abril: según avance la cuarentena, si no se levanta, irá a peor. Y a ese porcentaje se irán sumando quienes pasen de suspensión temporal a suspensión definitiva.
Según el informe, “al estar hablando únicamente de pérdidas inmediatas y a corto plazo, nos referimos a las pérdidas salariales producidas, por ejemplo, por la cancelación de una temporada de una obra en un espacio concreto; pero hay que tener en cuenta que cuando los actores aceptan un proyecto y firman un contrato laboral no lo hacen pensando únicamente en las representaciones inmediatas sino en las perspectivas de la obra a medio y largo plazo (giras, participación en festivales, etc.)”. Esas pérdidas son imposibles de cuantificar, pero no hay duda de que esos casi siete millones de euros crecerán con los días.
En las respuestas de la encuesta se muestra también el problema del desequilibrio de los salarios según el sexo. El 55% de quienes respondieron al formulario son hombres, que han dejado de ganar 4,2 millones de euros. Las mujeres son el 45% restante y cuantifican pérdidas de 2,7 millones de euros. Por disciplinas, el 76,52 % de las personas consultadas pertenecen a las artes escénicas, frente al 23,48 % que serían profesionales del sector audiovisual. “Por este motivo”, advierte el informe, “la mayor parte de las pérdidas se dan en el sector teatral, cuyo montante asciende a 5.781.624 euros. En cambio, 1.111.930 euros de las pérdidas corresponderían al sector audiovisual”. ¿Por qué esta diferencia? “La intermitencia es mucho más aguda en el cine o la televisión que en el teatro. En el sector audiovisual, muchos de los trabajadores afectados por esta crisis probablemente solo tenían una o dos sesiones de rodaje en los meses de marzo y abril (de hecho, puede que parte del reparto no tuviese ninguna) y el cobro de los salarios es casi siempre por sesiones. En cambio, en el teatro lo que se ha producido es la cancelación de temporadas enteras de obras”, cuentan desde la Unión. En el audiovisual, el 62,96% de los afectados por medidas de reestructuración empresarial (ya sean despidos o suspensiones temporales) estaba en obras de ficción para televisión, el 29,63% en cine y el 7,41% en publicidad.
Como solo el 8% de los intérpretes españoles pueden vivir holgadamente de esta profesión, muchos de ellos lo compaginan con plan B. Y, obviamente, este también se ha venido abajo. Como cuentan desde la Unión de Actores y Actrices, “siempre han buscado otras fuentes de ingresos como profesional docente en arte dramático en escuelas de interpretación, en colegios impartiendo extraescolares o ayudantes de dirección, entre otras. Estos trabajos también han sido cercenados por el coronavirus”. Y advierten sobre lo extremedamente precario de su situación: “Al no estar la mayoría de ellos en situación de aislamiento por contagio, no están incluidos tampoco dentro del ámbito de aplicación del Real Decreto-Ley 6/2020, de 10 de marzo, por lo que la mayoría no son beneficiarios de prestación económica alguna más allá de un acceso especial a la prestación por desempleo que no afecta más que a aquellos cuyos contratos de trabajo han sido temporalmente suspendidos de acuerdo con los criterios aplicables al régimen general de trabajadores por cuenta ajena”.
Iñaki Guevara, secretario general de la Unión de Actores y Actrices, apunta: “Desde la Unión de Actores y Actrices estamos dispuestos a dialogar con el Ministerio de Cultura, para ayudar a desarrollar medidas concretas y necesarias para paliar la situación del sector artístico ante esta crisis sanitaria originada por la Covid-19, pero necesitamos la predisposición de las administraciones”.