Castella y López Simón triunfan en un mano a mano en la feria de Lima

Cortan dos orejas cada uno a un buen encierro de la ganadería española de Daniel Ruiz

Con media entrada en los tendidos, los diestros Sebastián Castella y Alberto López Simón han triunfado en el mano a mano celebrado en la Feria del Señor de los Milagros de Lima (Perú), al cortar cada uno dos orejas a los toros de la ganadería Daniel Ruiz, que envió un encierro bien presentado que dio buen juego, y acometió con clase y nobleza, salvo el sexto toro de la tarde.

Al primero, terciado y mirón, Castella destacó en el buen toreo a la verónica. El toro tomaba bien el engaño en las primeras tandas del último tercio, pero se quedaba corto y remataba con la cabeza alta, lo que com...

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Con media entrada en los tendidos, los diestros Sebastián Castella y Alberto López Simón han triunfado en el mano a mano celebrado en la Feria del Señor de los Milagros de Lima (Perú), al cortar cada uno dos orejas a los toros de la ganadería Daniel Ruiz, que envió un encierro bien presentado que dio buen juego, y acometió con clase y nobleza, salvo el sexto toro de la tarde.

Al primero, terciado y mirón, Castella destacó en el buen toreo a la verónica. El toro tomaba bien el engaño en las primeras tandas del último tercio, pero se quedaba corto y remataba con la cabeza alta, lo que complicaba su lidia. Por el lado izquierdo, el animal pasaba, pero se vino a menos. Estocada caída.

Con el tercero, Castella estuvo soberbio, y destacó en las verónicas de recibo y en un quite por chicuelinas y tafalleras, tras el buen puyazo del picador César Caro. Inició la faena con pases cambiados en los medios, para luego llevarlo toreado con la mano baja por el pitón derecho, en los que aprovechó que el toro humillaba con recorrido. El animal perdió gas, pero Castella tiró de él en cada muletazo. Por naturales también embestía con clase, y el torero dejó finos trazos de mano suave. Tras una estocada arriba, de efectos fulminantes, le cortó dos orejas.

El quinto era noble y claro, Castella lo toreó en tandas limpias de derechazos y naturales, pero el burel no rompió a embestir ni tuvo trasmisión. La faena se diluyó en buenas intenciones. Mató de un pinchazo arriba y una estocada trasera que lo tumbó. El público pidió una oreja que el juez negó.

Alberto López Simón debutó con el pie derecho en la plaza de Acho. Cortó dos orejas al segundo, que era muy noble, con clase y recorrido.

Destacó con el capote por verónicas y chicuelinas; el toro se vino arriba en la muleta y sorprendió por su movilidad y transmisión. El torero madrileño inició la faena por estatuarios y se gustó, después, por derechazos lentos con la mano baja. El toro mostró complicaciones por el lado izquierdo que López Simón superó y dejó buenos retazos. Mató en la suerte de recibir y cortó las dos orejas. El toro fue aplaudido en el arrastre.

El cuarto tendía a quedarse corto desde los primeros capotazos. En la muleta solo tuvo recorrido por el lado derecho. El toro no transmitió ni se entregó, pero el diestro lo metió en muleta, y lo sometió poco a poco, de uno en uno. Lo pinchó varias veces y perdió el trofeo.

El sexto era complicado porque desde el inicio se vencía por ambos pitones. Le faltó una vara. A pesar de que resultó cogido, López Simón regreso a la brega, y dejó claro que es un lidiador al que le funciona la cabeza. Logró extraerle muletazos redondos en los que expuso el tipo. Tras una estocada caída, dio una vuelta al ruedo porque el juez no quiso otorgarle la oreja que el público pidió mayoritariamente.

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