Otro perro verde
Deliberadamente antiacadémica y anticonvencional, la película es un nuevo ejemplo de ese otro cine español
Ya desde la denominación de la productora que ha hecho posible esta película se están poniendo las cartas sobre la mesa: "Instituto de Arte Analfabeto presenta", dice el primer crédito de El complejo de dinero, ópera prima de Juan Rodrigáñez, inspirada en una novela de Franziska Von Reventlow publicada en 1916, que el director ha ambientado en la actualidad, en una reunión de burgueses de mediana edad que se creen (y se quieren) al margen del capitalismo y la rémora monetaria, pero que dependen de ellos.
Deliberadamente antiacadémica y anticonvencional, la película es un nuevo ...
Ya desde la denominación de la productora que ha hecho posible esta película se están poniendo las cartas sobre la mesa: "Instituto de Arte Analfabeto presenta", dice el primer crédito de El complejo de dinero, ópera prima de Juan Rodrigáñez, inspirada en una novela de Franziska Von Reventlow publicada en 1916, que el director ha ambientado en la actualidad, en una reunión de burgueses de mediana edad que se creen (y se quieren) al margen del capitalismo y la rémora monetaria, pero que dependen de ellos.
EL COMPLEJO DE DINERO
Dirección: Juan Rodrigáñez.
Intérpretes: Gianfranco Poddighe, Rafael Lamata, Jorge Dutor, Katrin Memmer.
Género: comedia. España, 2015.
Duración: 76 minutos.
Deliberadamente antiacadémica y anticonvencional, la película es un nuevo perro verde de ese otro cine español que camina por el margen armado no ya de libertad, sino de absoluta acracia. Mejor cuanto más absurda (una tipa sobrecogida por Roma después de pasar dos horas en la ciudad; esa bolsa de arroz que casi acaba en el caldo), apunta hallazgos de libertad y de feliz extrañeza, que le llevaron a la sección Forum del Festival de Berlín, dentro de un conjunto que, eso sí, va de sencillo pero que no puede ser más pretencioso. Rodrigáñez, galerista, editor de poesía, se sabe distinto y lo es. ¿Interesante? De momento, aunque las disidencias cinematográficas siempre son bienvenidas, algo menos que distinto.