OBITUARIO

Manuel López, retratista de la Transición

Su exposición antología, con un centenar de fotografías de prensa, recorrió España

El fotógrafo Manuel López

Manuel López vivió la Transición política como fotógrafo de prensa o fotoperiodista en las redacciones de Gaceta Ilustrada, Cuadernos para el Diálogo, El Periódico de Madrid, El Periódico de Catalunya y Tiempo.

La donación que hizo de su colección privada de libros y revistas sobre fotografía (más de 5.000 volúmenes) a la Diputación de A Coruña sirve como fondo suficiente de la sala bibliográfica y documental Manuel López, que le fue dedicada. En 2006 fue nombrado “Fotógrafo histórico” por esa Diputación y distinguido por Kodak en 1980 en reconocimiento a su labor a favor de la...

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Manuel López vivió la Transición política como fotógrafo de prensa o fotoperiodista en las redacciones de Gaceta Ilustrada, Cuadernos para el Diálogo, El Periódico de Madrid, El Periódico de Catalunya y Tiempo.

La donación que hizo de su colección privada de libros y revistas sobre fotografía (más de 5.000 volúmenes) a la Diputación de A Coruña sirve como fondo suficiente de la sala bibliográfica y documental Manuel López, que le fue dedicada. En 2006 fue nombrado “Fotógrafo histórico” por esa Diputación y distinguido por Kodak en 1980 en reconocimiento a su labor a favor de la fotografía y su difusión.

Su exposición antológica, compuesta por un centenar de imágenes de prensa de su etapa profesional durante la Transición, junto a otras más recientes, y que lleva por título Manuel López: Imágenes (1966-2006), ha sido vista en 25 ciudades de España y México. La exposición cuenta con retratos de personalidades políticas y sociales del país, escenas de la vida cotidiana y sucesos de actualidad que vivió López en primera persona; entre otras, el intento fallido de golpe de Estado del 23-F, perpetrado por Antonio Tejero, a quien plasmó pistola en mano en una de sus instantáneas. Dicho catálogo contó con un prólogo escrito por Felipe González, expresidente del Gobierno de España y amigo personal de López, a quien le dio clase de fotografía en La Bodeguilla en sus tiempos de jefe del Ejecutivo.

López terminaría fundando y editando su propio medio, Revista Foto, de la que vieron la luz 287 números impresos hasta 2009, y después en formato digital.

De su calidad profesional deja testimonio Antonio Espejo en EL PAÍS (La fotografía creativa de don Manuel, 11-03-2011): “Manuel López es el decano de los periodistas españoles especializados en fotografía y un referente de los profesores; pocos colegas saben tanto de esta profesión como él”.

Respaldado por su prestigio profesional, recorrió España y una buena parte de Europa impartiendo cursos, dando conferencias y participando como jurado en todo tipo de certámenes y concursos.

Gallego de nacimiento (Vilasantar, A Coruña, 1946), madrileño de adopción, viajero y ciudadano del mundo siempre con su cámara en ristre, se afincó hace unos pocos años en la ciudad costera de Dénia (Alicante), donde se abrió espacio en círculos tan dispares como la política, la religión, la agricultura del ocio, los ámbitos culturales y académicos y, sobre todo, el periodismo, su gran pasión.

Aunque militante del PSOE desde su etapa de emigrante en Alemania, donde estudió fotoperiodismo, siempre mantuvo viva una actitud crítica que le situaba fuera de los órganos de poder, a pesar de haber cultivado la amistad de los más conspicuos dirigentes del partido y, en su momento, de los miembros más destacados del Gobierno.

Su otra militancia, la religiosa, en el seno del protestantismo español, la consagró a prestarle sus servicios profesionales, siempre ad honorem, en los diferentes medios, en formato papel o digital. Además de varios libros profesionales y los innumerables artículos publicados, marcó época en el terreno religioso con su obra La España protestante (Madrid, 1976), una historia periodística del protestantismo en la dictadura que fue prologado por el jesuita José María Díez Alegría.

El cuerpo de Manuel López fue atrapado recientemente por una traicionera enfermedad que, tras meses de digna y ejemplar resistencia, pudo más que sus ganas de vivir. Tenía 68 años.

Su esposa, María Rosa Medel, sus hijos y nietos, así como sus muchos amigos, recordaremos siempre su tremenda humanidad. Humanidad que trasluce en un último gesto: en su nombre, a modo de voluntad póstuma, la familia ha agradecido las muestras de afecto y condolencias “en forma de donativo a la Asociación Española contra el Cáncer”.

Máximo García Ruiz es escritor, sociólogo y docente.

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