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El cómic de Mandela: una vida legendaria

El cómic Nelson Mandela ilustra los momentos culminantes de la vida del líder africano

La familia de Mandela fue despojada de sus tierras y tuvo que abandonar su poblado en busca de un nuevo hogar. Llegaron a Qunu, en la provincia del Cabo Oriental, la tierra que vio crecer al futuro líder.
En 1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC en sus siglas en inglés), un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos. Mandela fue un joven corpulento y carísmatico, comprometido con los métodos no violentos de resistencia y admirador de Gandhi. Pronto destacó por sus dotes como orador. A partir de 1948 luchará contra el 'apartheid', el sistema de segregación impuesto por el Partido Nacional.
Su actividad política le obligó a llevar una vida de incógnito. La policía le arrestó y le encarceló en varias ocasiones en Johannesburgo. Sus compañeros y admiradores organizaron varios actos de protesta pidiendo su libertad.
Cuando Mandela fue juzgado su popularidad creció por todo el país. Se convirtió en el líder más conocido de Sudáfrica. Acudía a la sala del tribunal con una piel de leopardo, símbolo del nacionalismo africano. En 1964 fue condenado a cadena perpetua.
Mandela fue encarcelado en la isla de Robben Island, donde los prisioneros eran sometidos a trabajos forzados. En 1965 comenzaron a trabajar en una cantera, donde las condiciones eran durísimas y el calor asfixiante.
En 1990, Nelson mandela fue puesto en libertad tras haber pasado 27 años encarcelado. A su salida se encontró con periodistas de todo el mundo y con miles de seguidores, que bailaron, brindaron y lloraron de felicidad. Su oportunidad para cambiar Sudáfrica había llegado.
El 27 de abril de 1994 el pueblo de Sudáfrica habló y eligió a Mandela como presidente. El mundo vio al líder celebrar su victoria con un baile que pronto sería reconocido como suyo.
Mandela fue un político pragmático y creativo. Supo que para construir una nueva nación tenía que reconciliar a los blancos con los negros. Por ello en el campeonato mundial de rugby de 1995 animó de forma ferviente al equipo de nacional, cuya afición era blanca en su mayoría. Sudáfrica ganó su primera copa mundial en un partido memorable. El simbolismo del momento fue trasladado a la gran pantalla en 'Invictus', la película de Clint Eastwood.