Dos informes internos alertan al Ministerio de Ciencia del declive del CNIO y responsabilizan a su directora, María Blasco

Los documentos hablan de múltiples denuncias contra la bióloga por acoso, maltrato y abuso de poder. La producción científica del mayor centro de cáncer de España se desmorona

La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, durante una entrevista con EFE en diciembre.Chema Moya (EFE)

La crisis del mayor centro de investigación del cáncer de España se recrudece. El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, dirigido por Diana Morant, acaba de recibir dos informes internos que alertan de la caída de la producción científica y muchos otros problemas en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Ambos documentos responsabilizan de la situación a la actual directora, María Blasco, según ha podido saber EL PAÍS. Entre las cuestiones detectadas se encuentran múltiple...

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La crisis del mayor centro de investigación del cáncer de España se recrudece. El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, dirigido por Diana Morant, acaba de recibir dos informes internos que alertan de la caída de la producción científica y muchos otros problemas en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Ambos documentos responsabilizan de la situación a la actual directora, María Blasco, según ha podido saber EL PAÍS. Entre las cuestiones detectadas se encuentran múltiples denuncias de acoso y abuso de poder presuntamente perpetrados por Blasco desde su llegada a la dirección del centro, en 2011; así como la merma de fondos públicos competitivos captados.

El CNIO atraviesa una de las peores crisis desde su creación, en 1998. En su última reunión, el patronato del centro —que preside la secretaria general de Investigación, Eva Ortega Paíno— exigió que se reelaboren las cuentas de la entidad para 2025 y solicitó informes con una “explicación exhaustiva de la situación actual del centro”. Las presiones sobre Blasco se han redoblado ahora porque, en función de lo que contengan esos informes, podría ser cesada en el próximo patronato del centro, fijado previsiblemente para el 29 de enero.

Los documentos recibidos por el Ministerio de Ciencia alertan de que el liderazgo científico del CNIO está en declive, un hecho que achacan a la gestión de la directora Blasco. La producción científica ha caído más de un 10% desde 2012, y la bajada es de casi el 20% si se tiene solo en cuenta la producción de los grupos de investigación estrictamente vinculados al centro, según fuentes conocedoras de los documentos. A través de un portavoz, el Ministerio de Ciencia ha declinado hacer declaraciones oficiales hasta que se reúna el patronato. Por su parte, María Blasco ha enviado su propio informe al Ministerio de Ciencia, pero a preguntas de este diario, ha declinado compartirlo.

Los documentos también señalan que el CNIO ha perdido capacidad de captar fondos competitivos públicos, que han caído en unos cuatro millones anuales entre 2012 y 2023, según las fuentes consultadas. La pérdida de fondos acumulada superaría los 40 millones de euros. La tesorería del CNIO también habría caído desde la llegada de Blasco a la dirección, desde 33 millones en 2011 a apenas dos en 2023.

Uno de los informes que maneja el Ministerio cifra en más de 10 las denuncias por acoso, maltrato o abuso de poder que se han registrado en el centro contra su directora. El informe habla de insultos, presiones e incluso racismo. Una de estas denuncias sucedió en invierno de 2023, y provocó una investigación interna. Los resultados advertían de que María Blasco y su directora de comunicación podían haber cometido abuso de poder al exigirle a un empleado que borrase sus comentarios críticos de las redes sociales, como publicó este diario. La última denuncia contra Blasco se ha producido este mismo mes y está en investigación, según fuentes conocedoras del proceso. Muchas de estas denuncias no prosperaron por haberse producido antes de que hubiese un protocolo claro en el centro y también porque los denunciantes las retiraron por miedo a las represalias de la dirección, aseguran las mismas fuentes.

Sobre estas acusaciones, Blasco ha declarado a través de una portavoz: “El CNIO cuenta con un protocolo para prevenir y sancionar el acoso laboral. En casos de denuncia, este protocolo prevé la comunicación a las personas implicadas a través de trámites internos. Salvo la mencionada por su medio, en la que se dirimió que no había acoso laboral, ni moral, ni abuso de autoridad, a la dirección científica del CNIO no le consta la existencia de más denuncias”.

Los informes critican la falta de transparencia y la arbitrariedad con la que Blasco dirige el centro y nombra a algunos de sus subordinados. Mientras, existe una falta de comunicación entre la cúpula directiva y los jefes de grupo. Organismos colegiados del CNIO como el comité científico, que deben reunirse una vez al mes, apenas han sido convocados una sola vez en 2024, aseguran fuentes del organismo.

Este centro de más de 400 empleados y unos 40 millones de euros de presupuesto, tiene fuera de servicio algunas de sus infraestructuras esenciales para investigar, incluidos casi todos los microscopios confocales, y arrastra un déficit de 4,5 millones de euros. Al menos 60 empleados del centro han firmado una iniciativa que pide la dimisión de la directora Blasco. La petición respalda a su vez la exigencia de 23 jefes científicos del organismo, la mitad de los que hay en el centro, que solicitaron por carta al Ministerio de Ciencia el despido de la directora en diciembre, como desveló este periódico.

El personal científico del CNIO ha descendido durante los años de gobierno de Blasco, pero el personal de comunicación, filantropía e imagen institucional ha crecido significativamente, una cuestión de la que alertó la Intervención General del Estado en 2018 y 2019. En los últimos años, se han marchado científicos de primer nivel como Erwin Wagner, Manuel Serrano, Alfonso Valencia y, más recientemente, Marcos Malumbres, muy crítico con la gestión de Blasco. Aunque han llegado nuevos investigadores, muchos de ellos son más jóvenes, y su capacidad de captar fondos competitivos, menor. En cambio, el puesto de director del programa de genética del cáncer, uno de los más relevantes del centro, está vacante desde 2020, algo que se achaca a la caída de atractivo del CNIO en el panorama internacional.

Uno de los documentos recibidos por Ciencia versa sobre el programa CNIO Arte, creado por Blasco en 2018. El informe cuestiona que esta iniciativa para que el CNIO encargase y recibiese obras de arte haya tenido beneficios claros para las arcas del centro. El programa se ha financiado con aportaciones de la Fundación Banco de Santander por 85.000 euros desde 2018. Se han obtenido recursos por la venta de las obras de arte por valor de 13.000 euros. Pero el coste de este programa ha ascendido a más de dos millones de euros, aseguran fuentes conocedoras del documento.

María Blasco ha decidido no renunciar a su cargo durante esta crisis. Por primera vez desde el comienzo del problema, en diciembre, la científica convocó este jueves a todo el personal del CNIO a una asamblea para ofrecer explicaciones. Blasco aseguró que el centro no ha gastado dinero en obras de arte, dijo que ella sí tiene una estrategia científica para el CNIO, y aseguró que el organismo no ha perdido excelencia científica, según dos asistentes a la reunión. Algunos de los científicos más jóvenes del centro criticaron la falta de transparencia con la que se está gestionando esta crisis. Durante la reunión también le preguntaron por sus sobresueldos, ya que parte del salario de Blasco está sujeto al cumplimiento de objetivos. “Aunque lo niegue y responsabilice al gerente, María Blasco es la directora de todo el CNIO, y por lo tanto es responsable de la situación salarial del centro”, explican fuentes del comité de empresa. Unos 30 empleados han presentado denuncias para que se les suba el sueldo, y al menos otros 20 van a presentarlas en las próximas fechas, informan las mismas fuentes. El sueldo de algunos científicos y técnicos no llegaba a 20.000 euros al año, aseguran. “Nos duele mucho estar en esta situación, que llevamos denunciando desde hace años”, dicen fuentes del centro. “Evitar esto estaba en manos del equipo de dirección, pero no lo ha hecho”, añaden.

María Blasco ha declinado responder al resto de preguntas de este diario sobre estos informes.

En la única rueda de prensa que ha realizado desde diciembre, la bióloga aseguró que su puesto de directora está siempre a disposición del patronato. La investigadora se ha reunido con el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, para pedirle amparo. Gabilondo la recibió, pero le recordó que entre sus competencias no está hacer auditorías a centros de investigación públicos, según confirma a este diario un portavoz de la institución.

El domingo, Blasco escribió una carta al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para pedir más dinero para el CNIO, según confirman fuentes del centro. Pero la directora no concretaba en esta misiva la cantidad necesitada. La situación es crítica, pues no está claro si el Gobierno conseguirá aprobar los presupuestos, una circunstancia que facilitaría aumentar la dotación del centro, que recibe unos 22 millones de euros anuales. Por otra parte, la científica, nacida en Alicante hace 59 años, está reuniéndose con diferentes jefes de su centro para pedirles su apoyo. Por ahora ha conseguido el respaldo de seis personas. La mayoría son miembros de su propia cúpula directiva y su entorno más cercano, según fuentes del centro.

¿Tienes más información sobre este caso u otros similares? Puedes escribirnos a ndominguez@elpais.es.

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