Richard Pebody, epidemiólogo de la OMS: “Tenemos que prepararnos por si el virus de la gripe aviar se propaga de persona a persona”
El jefe de Patógenos de Alta Amenaza de la Organización Mundial de la Salud pide a la población que se aleje de los animales moribundos
El epidemiólogo Richard Pebody es el jefe del equipo que vigila los patógenos de alta amenaza en la Organización Mundial de la Salud, en la oficina regional para Europa y Asia Central. Está inquieto. El continente europeo sufre la peor epidemia de gripe aviar de su historia, con más de 50 millones de aves de corral sacrificadas en un año. Hace poco más de un mes, el análisis de...
El epidemiólogo Richard Pebody es el jefe del equipo que vigila los patógenos de alta amenaza en la Organización Mundial de la Salud, en la oficina regional para Europa y Asia Central. Está inquieto. El continente europeo sufre la peor epidemia de gripe aviar de su historia, con más de 50 millones de aves de corral sacrificadas en un año. Hace poco más de un mes, el análisis de un brote letal en una granja peletera española reveló que, muy probablemente, el virus penetró en la instalación a través de gaviotas y fue capaz de propagarse de visón a visón. Esta alarmante transmisión de mamífero a mamífero, que nunca se había observado, desató el miedo a una nueva pandemia. El virus ha infectado a casi 900 personas desde 2003 y ha matado a más de la mitad, pero nunca ha logrado transmitirse eficazmente de humano a humano. Pebody, nacido en Staffordshire (Inglaterra) hace un número de años que prefiere no desvelar, manda un mensaje de alerta. “Hay que recordarles a los ciudadanos que, si ven aves u otros animales muertos o moribundos, no los cojan”, advierte por videoconferencia desde su oficina en Copenhague.
Pregunta. ¿La situación es preocupante?
Respuesta. Estamos preocupados, obviamente. Este brote de gripe aviar ha aniquilado millones de aves silvestres y de corral en Europa y en todo el mundo. Comenzó hace dos o tres años, a causa de un tipo específico de virus A(H5N1), el llamado 2.3.4.4b, que es muy contagioso entre las aves. Es preocupante porque existe un riesgo potencial para los humanos. Tenemos que vigilarlo muy de cerca, pero hay que destacar que hasta ahora el número de casos en humanos es bajo. Lo que es tranquilizador es que no hemos visto ningún indicio de propagación de persona a persona. El mensaje que hay que transmitir es que hay que estar alerta. Es importante que la gente no recoja aves u otros animales muertos o moribundos. Y que los trabajadores de las granjas avícolas estén bien protegidos.
P. Dice que no hay que tocar animales enfermos o muertos. Eso es más difícil de cumplir en zonas rurales de países como Ecuador, donde hace un mes enfermó por gripe aviar una niña de nueve años que convivía con sus gallinas.
R. Totalmente de acuerdo. En muchos países de renta media-baja es habitual tener aves de corral en casa. Y es un desafío intentar reducir el riesgo de transmisión de aves a humanos cuando se trata de un medio de subsistencia para la gente. Hace unos años también se propagó otro subtipo del virus A(H5N1) y generó grandes problemas, por ejemplo, en Egipto, donde muchas personas tienen aves de corral. Hubo casos realmente graves en humanos.
P. ¿Cómo evitar los saltos?
R. Tenemos que estar en primera línea, para reducir el riesgo de transmisión de las aves a los humanos. Existe la preocupación de que el virus adquiera la capacidad de propagarse de persona a persona, de forma sostenida, y pueda producir una nueva pandemia. Tenemos que prepararnos para eso. La comunidad científica analiza la secuencia genética de estos virus para vigilarlos y también para desarrollar vacunas que estén disponibles en caso de que se necesiten. Es lo que hace el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe, de la OMS.
Tenemos que impedir que los trabajadores introduzcan la gripe estacional en las granjas de animales
P. El brote de gripe aviar en la granja de visones española y los focos en lobos marinos en Perú sugieren que el virus se puede transmitir de manera eficiente de mamífero a mamífero. El veterinario holandés Thijs Kuiken lanzó una pregunta en este periódico: “Si ocurre en visones y en lobos marinos, ¿por qué no va a ocurrir en humanos?”.
R. Gran pregunta. Los virus de la gripe mutan con bastante rapidez, no son estables. La cuestión es si las mutaciones cambian el comportamiento del virus. El brote de la granja de visones en España hizo que la gente se parase a pensar: ¿qué está pasando aquí? Creo que todavía hay dudas sobre si hubo transmisión entre visones o si se contagiaron porque todos estuvieron expuestos a aves silvestres infectadas. El análisis del brote sugiere que sí hubo transmisión de mamífero a mamífero, pero no es 100% seguro. Ha sido una señal de advertencia de que tenemos que vigilar esto de cerca. Con los mamíferos marinos en Sudamérica ocurre algo parecido. ¿Los lobos marinos estuvieron expuestos a una bandada de aves enfermas o realmente hubo transmisión de mamífero a mamífero? De nuevo, no creo que esté claro al 100%. Queda trabajo por hacer para comprobar si el virus es capaz de propagarse de mamífero a mamífero.
P. ¿Es su mayor preocupación?
R. La otra preocupación que tenemos es el potencial de que ocurra lo que llamamos reagrupamiento: que un virus de la gripe estacional coincida con un virus de la gripe aviar en un mamífero y se produzca una recombinación. Esos virus resultantes pueden adquirir rápidamente la capacidad para transmitirse de persona a persona. Eso es lo que ocurrió en la pandemia de gripe de 2009, cuando se produjo un evento de recombinación en cerdos. Tenemos que ser conscientes e impedir que los trabajadores introduzcan la gripe estacional en las granjas de animales, como las de visones, en las que además puede haber un brote de gripe aviar H5N1.
Debemos evitar a toda costa no estar preparados. Esa es mi preocupación
P. Tras el brote en la granja de visones española, la viróloga holandesa Marion Koopmans, que rastreó el origen de la covid para la OMS, lanzó una advertencia: “Estamos jugando con fuego”. ¿Usted cree que hay que cerrar las granjas de visones?
R. Creo que debemos estar alerta y asegurarnos de que todo el mundo hace lo que tiene que hacer: los ciudadanos, los ganaderos, la comunidad científica, los gobiernos, las instituciones internacionales. Desde la OMS hemos intentado explicar lo que cada uno puede hacer para reducir los riesgos potenciales. No voy a decir que hay que cerrar las granjas de visones, pero sí hay que garantizar una buena bioseguridad en este tipo de instalaciones. No solo en las de visones, sino también en otros tipos de granjas en las que podría estar circulando la gripe aviar.
P. ¿Y si el virus de la gripe aviar adquiere la capacidad de transmitirse entre personas? ¿Cómo sería una pandemia así? Este virus ha infectado a casi 900 personas en las últimas dos décadas y la mortalidad supera el 50%.
R. Sí, pero es importante subrayar que no hay ningún indicio de que estos virus hayan adquirido la capacidad para transmitirse de manera eficaz de persona a persona.
P. ¿Y si ocurre? ¿Estamos preparados?
R. Ahí está la clave: tenemos que estar preparados. Debemos disponer de un sistema de vigilancia sólido, para poder detectar pronto cualquier mutación preocupante y para asegurarnos de que tenemos candidatos a vacuna si se necesitan.
P. Como epidemiólogo, ¿cuál es su peor pesadilla?
R. Debemos evitar a toda costa no estar preparados. Esa es mi preocupación. Tenemos que asegurarnos de que tenemos todas las herramientas para, si hacen falta, responder rápidamente para minimizar cualquier amenaza. El riesgo para la salud humana, en este momento, es bajo, pero no debemos ser complacientes. Debemos estar alerta. Hay que recordarles a los ciudadanos que, si ven aves u otros animales muertos o moribundos, no los cojan, debido al riesgo potencial que representan.
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