Boric, ante los ataques de Milei: “Hay que tener más humildad, los presidentes pasamos, los pueblos quedan”
El mandatario argentino avala en redes sociales un análisis que asegura que Boric “ha celebrado asesinatos terroristas”
Javier Milei ha vuelto a patear el tablero de la diplomacia regional. La víctima ha sido en este caso su par chileno, Gabriel Boric. La novedad, si acaso, no son los ataques del presidente ultraderechista argentino, sino la réplica. En un tono que combina con sus antítesis ideológicas, Boric ha reclamado a Milei “humildad” y ha defendido la posibilidad de criticar sin recurrir a los insultos como estrategia política. Todo después de que el mandatario argentino replicó en sus redes el análisis de uno de los ideólogos de su movimiento, Agustín Laje, en el que acusa a Boric de haber celebrado en el pasado “asesinatos políticos perpetrados por agrupaciones terroristas” y de ser “un militante de la izquierda radical”. “Poniendo zurdos en su lugar”, escribió Milei para acompañar en X el mensaje de Laje. “Los presidentes, pasamos, pero las instituciones y los pueblos quedan”, devolvió, con un tono calmado, el presidente chileno.
La escalada inició el miércoles, cuando el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, dijo en una entrevista que Chile estaba “gobernado por un comunista que lo está hundiendo”. El comentario pasó desapercibido en Argentina, pero no en Chile. La Moneda presentó el miércoles una queja formal ante el embajador argentino en Santiago, que aún no fue respondida. La ministra de Interior, Carolina Tohá, acusó a la Casa Rosada de utilizar “el estilo del Gobierno venezolano” para atacar a sus detractores. Este jueves, se sumó a la pelea el politólogo Agustín Laje, director ejecutivo de Fundación Faro, un think tank ultraderechista que da contenido político a La Libertad Avanza, el partido de Milei.
PONIENDO ZURDOS EN SU LUGAR https://t.co/Dqk30zomGN
— Javier Milei (@JMilei) December 19, 2024
En un largo posteo en X, Laje consideró oportuno responder a un periodista argentino que había dicho que el ministro Caputo hablaba desde “la ignorancia y la maldad” cuando tildaba a Boric de comunista. “Boric siempre ha sido un militante de izquierda radical. Incluso ha reivindicado la violencia política en su país, y hasta ha celebrado los asesinatos políticos perpetrados por agrupaciones terroristas. Tal es el caso del jurista y constitucionalista Jaime Guzmán, que fue asesinado por la organización terrorista de izquierdas MIR”, escribió. Guzmán fundó la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido de la derecha tradicional que apoyó a la dictadura de Augusto Pinochet, y fue asesinado el 1 de abril de 1991 por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). “Que Boric no haya podido avanzar en Chile con su plan maximalista de tipo socialista no obedece a que no tenga esa ideología; las razones residen en las relaciones de fuerzas políticas, los bloqueos institucionales y la cultura económica chilena”, concluye. Milei aprovechó el mensaje para celebrar que Laje había puesto a “los zurdos en su lugar”.
Boric respondió de inmediato. Antes de comenzar una actividad en la región de Ñuble (centro sur) dijo que quería enviar un mensaje “al otro lado de la cordillera”. “Le quiero decir al señor presidente Javier Milei que yo soy presidente de Chile y que Argentina para mí, y para todos nuestros compatriotas, es un país hermano”, dijo, “y hay que tener un poquito más de humildad, porque nosotros, los presidentes, pasamos, pero las instituciones y los pueblos quedan. No me voy a referir con adjetivos o insultos hacia el presidente de Argentina, como él está acostumbrado a hacerlo. Yo prefiero hablar en positivo”.
Los presidentes pasamos pero las instituciones y los pueblos quedan. pic.twitter.com/wyGKK1nxJJ
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) December 19, 2024
Milei ha hecho de las peleas con sus pares de la región una marca de su política exterior. En el pasado, se cruzó con el colombiano Gustavo Petro, al que llamó “comunista asesino”, y tildó de “comunista corrupto” a su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El brasileño le exigió una disculpa pública que nunca llegó. La tensión entre ambos nunca amainó: durante la cumbre de presidentes de Mercosur, celebrada en Montevideo a principios de diciembre, no cruzaron miradas y el brasileño se bajó de la foto de familia. La crisis con España llegó aún más lejos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respondió con la retirada de su embajadora en Buenos Aires las acusaciones de “corrupta” que Milei lanzó en mayo contra su esposa, Begoña Gómez. La crisis se cerró cinco meses después con el nombramiento de un nuevo embajador.
Ahora le llegó el turno a Boric. El último rifirrafe fue hace un mes, cuando Milei decidió retirar a su canciller, Gerardo Werthein, de un evento ante el papa Francisco en el Vaticano para conmemorar el tratado que hace 40 años impidió una guerra entre dictaduras por el control del canal de Beagle, en Tierra del Fuego. En abril pasado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tuvo que disculparse con La Moneda tras asegurar que “en el norte de Chile” operaban células activas de Hezbolá, el partido-milicia chií libanés. En junio, Boric llamó personalmente a Milei para exigirle la retirada de unos paneles solares que militares argentinos habían colocado del lado chileno de la frontera en el extremo sur del país.
Milei y Boric se vieron solo tres veces desde la llegada del ultraderechista a la Casa Rosada, en diciembre del año pasado. La primera, el día de la asunción, en Buenos Aires. Luego coincidieron en la Cumbre por la Paz en Ucrania, realizada en junio en Suiza, y en el encuentro de presidentes del G-20 celebrado en noviembre en Río de Janeiro, Brasil.
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