Javiera Martínez, “la mejor directora de Presupuestos de Chile”, salpicada por el ‘caso Convenios’

Javiera Martínez (Valdivia, 36 años) fue calificada este fin de semana por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, como la “mejor directora de Presupuestos que hemos tenido”. Pero ella no estaba segura de asumir ese cargo. Cuando el presidente de Chile, Gabriel Boric, le pidió en febrero de 2022 hacerse cargo de manejar el erario nacional, tuvo dudas. Pese a tener experiencia en materia fiscal, la ingeniera civil industrial, formada en las uiversidades Católica y de Nueva York, se sentía demasiado joven. Pero después de consultar con algunos de sus referentes, decidió aceptar el desafío.

Hoy es una de las autoridades clave del Gobierno chileno. A cargo del organismo que vela por el uso eficiente de los recursos públicos, en sus manos recae parte importante de la estabilidad fiscal. Pese a ello, su figura ha pasado desapercibida detrás del poderoso jefe de las finanzas públicas y expresidente del Banco Central, Marcel.

Hace unos días, sin embargo, Martínez se vio obligada a salir de su tradicional anonimato para pasar a la primera línea. Militante de Revolución Democrática, RD, el partido más golpeado por el caso Convenios, se le cuestiona haber flexibilizado el traspaso de recursos públicos a los gobiernos regionales (Gore) en la Ley de Presupuesto 2022, lo que habría posibilitado las causas de corrupción que han salido a la luz en el marco de esta trama.

A Martínez se le achaca, además, haber eliminado la norma que exigía dos años de experiencia previa a las fundaciones que recibieran fondos. A todo eso se suma su antigua relación con uno de los protagonistas de los presuntos casos de corrupción: Daniel Andrade, exrepresentante legal de la fundación Democracia Viva. El viernes pasado, en un programa de televisión, Andrade aseguró: “Yo no he hablado con Javiera Martínez desde que terminamos”.

El Gobierno ha defendido en bloque a la directora de Presupuestos. En el programa de televisión Mesa Central, Mario Marcel, quien ocupó el cargo de Javiera Martínez durante el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), dijo que la funcionaria era “probablemente la mejor directora de Presupuestos” que habia tenido Chile. “Y en esa comparación me incluyo”, agregó, “a ninguno de nosotros le tocó hacer un ajuste fiscal como el que tuvimos durante 2022, y ese ajuste fiscal no solamente fue profundo, sino que además se hizo sin conflicto político y protegiendo a las familias de menores ingresos″. Marcel detalló que el cambio más importante del Presupuesto 2023 fue que los gobiernos regionales “no tenían la capacidad para planear las bases de una licitación”. “Por lo tanto”, explicó, “tenían que recurrir, no de manera excepcional, sino totalmente generalizada, a convenios”.

A sus palabras se sumó la ministra de Interior, Carolina Tohá. “Javiera Martínez no ha hecho nada malo″, dijo. La portavoz de La Moneda, Camila Vallejo, sostuvo que “esto tiene que ser siempre caiga quien caiga, pero no por eso deben pagar justos por pecadores”.

Desde la Dirección de Presupuestos explican que las transferencias cuestionadas fueron realizadas en 2022 cuando la actual Ley de Presupuestos aún no regía. Y agregan que los cambios realizados buscaban “privilegiar a instituciones privadas para ejecutar algunas glosas, en vez de entidades públicas”.

En la oposición chilena las opiniones han estado divididas. Javier Macaya, presidente del partido de derecha UDI, afirmó: “Llama mucho la atención la operación blindaje a la directora de Presupuestos (...) Nos lleva a una sospecha mucho mayor”. El presidente del Renovación Nacional, otro de los partidos de la derecha histórica, Francisco Chahuán, exigió que se explique “el origen de las instrucciones que permitieron que los departamentos de auditoría no informaran adecuadamente respecto de las transferencias de terceros”.

La dupla con Marcel

La directora de Presupuestos es parte de la generación que está actualmente en el poder en Chile y que empezó a formar su carrera política al calor del movimiento estudiantil de 2011. Como secretaria ejecutiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, participó en la formación de la Nueva Acción Universitaria (NAU) junto al actual ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, y el jefe de asesores de Presidencia, Miguel Crispi. La organización luego se convertiría en Revolución Democrática, RD, uno de los partidos más importantes de la coalición de Gobierno, y que ha estado en el ojo del huracán desde que se destapó el caso Convenios.

Martínez inició su carrera como asesora parlamentaria durante el Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014). Fue coordinadora de la campaña de Jackson para diputado y se transformó en una de sus principales colaboradoras. Por esos años, su interés por la política fiscal empezó a tomar fuerza. Durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018) ingresó al Ministerio de Educación como parte del equipo que armaba los presupuestos. Su papel consistía en negociar con Hacienda y con la Dirección de Presupuestos, en esos años, dirigida por Sergio Granados, militante socialista, con quien hasta hoy mantiene una relación de confianza.

Su creciente interés por las materias fiscales la llevaron a estudiar un magíster en Ciencia Política en la Universidad de Nueva York entre 2016 y 2018. Allí profundizó sus conocimientos sobre la incidencia de los equilibrios fiscales en el sistema político. A su regreso, asumió como presidenta del directorio del centro de pensamiento ligado a Revolución Democrática, Rumbo Colectivo, desde donde tomó el desafío de transformarse en parte del equipo programático del entonces candidato Gabriel Boric. Tras su triunfo en 2021, el nombre de la ingeniera civil empezó a sonar para el Dipres.

Con Marcel no se conocían, pero tuvieron sintonía inmediata. “Tuve la suerte de trabajar con Mario mucho tiempo, y diría que Javiera tiene características parecidas a Marcel: riguroso, estudioso, bajo perfil, pero muy inteligente políticamente”, señala Sergio Granados. Y agrega: “Me consta que Mario tiene a una persona de confianza extrema en la parte presupuestaria y es difícil que se produzcan esas simbiosis. Normalmente los directores de Presupuestos tienen su propia agenda, Javiera no”.

Marcos Lima, expresidente ejecutivo de la empresa estatal del cobre, Codelco, que fue profesor de Martínez en la Universidad Católica, la recuerda como una alumna estudiosa, dedicada y muy responsable. Para él, hay un hecho que no ha sido debidamente destacado sobre Martínez: “Es la primera directora de Presupuesto que no es economista”, dice. Esa característica, menciona, le permite no solo conocer y manejar los desafíos macroeconómicos del país sudamericano, sino también asumir la gestión del aparato del Estado, “tareas donde los ingenieros industriales tenemos ventajas”. Lima agrega: “Para alguien como Mario, siempre muy preocupado de la modernización del Estado, tener a una persona como Javiera, que posee una faceta que no es su especialidad, lo hace valorar aún más el que sea una persona complementaria a su tarea”, afirma. El ingeniero considera que Martínez “no se merece que las estén calumniando por algo de lo que no es responsable”.

Lo mismo opina Granados, que además alerta de las consecuencias que tiene para el país apuntar hacia la institución que Martínez dirige. “Nunca antes habían atacado a un director de Presupuesto. Creo que es un abuso de algunos parlamentarios. Ellos votaron por la Ley de Presupuesto, son igualmente responsables. No creo que sea sano pegarle a la Dipres que es un baluarte de la responsabilidad fiscal chilena”, afirma.

Ahora, todo está en manos de la Fiscalía, que deberá decidir si cita a declarar o no a Javiera Martínez –sería en calidad de testigo– para esclarecer el escándalo que se inició hace ya 53 días y que, por lo visto, no muestra signos de terminar.