Las lecciones de Piglia, la lucha racial de Richard Wright, los poemas de Calvo-Sotelo y otros libros de la semana

El libro destacado de esta semana es la colosal novela (más de 900 páginas) Los Effinger, que narra cómo era Berlín antes y después de los nazis. La escritora judía Grabiele Tergit describe en un logro literario comparable a Los Buddenbrook, de Thomas Mann, un mundo que se perdió irremediablemente en 1935, con las leyes raciales de Núremberg, que desembocaron en un genocidio de proporciones monstruosas.

También se reseña en este número un volumen, titulado ...

El libro destacado de esta semana es la colosal novela (más de 900 páginas) Los Effinger, que narra cómo era Berlín antes y después de los nazis. La escritora judía Grabiele Tergit describe en un logro literario comparable a Los Buddenbrook, de Thomas Mann, un mundo que se perdió irremediablemente en 1935, con las leyes raciales de Núremberg, que desembocaron en un genocidio de proporciones monstruosas.

También se reseña en este número un volumen, titulado Escenas de la novela argentina, de Ricardo Piglia, en el que se recogen las transcripciones de los cuatro programas de televisión pública que el escritor, crítico y académico argentino protagonizó en 2012 con el decidido propósito, en un gesto político, de ampliar el reportorio de lecturas de sus espectadores y lectores: “Me pareció importantísimo no solo llevar la literatura a un espacio como la televisión, sino también llevar el formato de la clase, que tiene, como sabemos, algo de teatral y tiene también una larguísima tradición como forma de transmitir la experiencia, de transmitir ciertos saberes”.

En el apartado de ficción, los críticos de Babelia también reseñan dos obras de título muy similar pero contenido bien distinto: Hijo de esta tierra, de Richard Wright, e Hija de la tierra, de Agnes Smedley. Mientras Wright, pionero de la novela afroamericana, publicó en 1940 un relato que aborda, a través de la lucha por la vida de alguien que “se sabe perdido antes de nacer”, el aún vigente problema de la población negra en Estados Unidos, la periodista estadounidense realizó en 1929, en su única obra de ficción aunque con una protagonista que recoge sus propias experiencias, un testimonio singular de una aventurera que recorrió China y la URSS en la primera mitad del siglo XX y se anticipó a una conciencia emancipatoria de la mujer.

El apartado de ficción continua con dos obras escritas en castellano. Jerónimo Andreu vuelve a la carga, en una segunda novela que vuelve a demostrar una calidad narrativa excelente, titulada El sueño del cíclope, con Joseph Sánchez, el agente expulsado de la policía gibraltareña que ya protagonizó En el vientre de la roca. En esta ocasión, Sánchez se adentra en el mundo de la cibernética, las criptomonedas y el espionaje contra la delincuencia internacional. Por su parte, la escritora ecuatoriana Julia Rendón Abrahamson publica Lengua ajena, obra en la que, a través de una historia de exilios familiares, indaga las formas que tenemos para anclarnos en el mundo.

En el apartado de poesía, se reseñan las obras de Leopoldo Calvo-Sotelo y de Erika Martínez. Poesía en la tangente, del expresidente del Gobierno, además de ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, recoge una muestra de los poemas que el líder conservador escribió a lo largo de toda su vida. Abundan los textos dedicados a la familia, pero también hay muchos e interesantes versos impregnados de crítica política de un testigo privilegiado de los círculos de poder de la España de la transición. Y en La bestia ideal, Erika Martínez aprovecha la elasticidad del poema en prosa para expandir el inventario temático (la reflexión sobre el lenguaje, la memoria y el cuerpo) de sus entregas anteriores.

Por último, en el apartado de no ficción, se destacan dos libros autobiográficos: en Memorias de una mujer libre, Nuria Amat escribe con la mayor naturalidad, sin falsas modestias, para abordar desde su historia familiar hasta su compromiso político. Y Memorias. Vida y pensamiento, demuestra la coherencia vital del teólogo José María Castillo, que mantuvo a lo largo de su trayectoria su compromiso social y su postura crítica con el alejamiento de las instituciones eclesiásticas del Evangelio de Jesús.

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