José Daniel Ferrer García sale de una prisión en Cuba directo al exilio en Miami
El Gobierno de Díaz-Canel aceptó la excarcelación del reconocido opositor, uno de los 75 presos políticos de la ‘Primavera Negra de 2003′, que ha pasado más de una década en prisión, a cambio de su salida del país

José Daniel Ferrer García, el reconocido líder opositor cubano, llegó a Estados Unidos este lunes luego de que el Gobierno de Miguel Díaz-Canel aceptara su excarcelación a cambio de su partida al exilio. Después de 30 años de lucha contra el castrismo, en que Ferrer se ha negado a varios ofrecimientos de salida del país, los abusos contra él en la cárcel de Mar Verde y los hostigamientos contra su familia hicieron que tomara la decisión. “Ante las constantes manifestaciones de la policía política para que nos fuéramos de Cuba, terminé aceptando la salida del exilio”, dijo en una carta escrita a mano que logró visibilizar desde el penal hace unos días.
Su hermano menor, Luis Enrique Ferrer, le confirmó a EL PAÍS este lunes vía telefónica que el disidente político saldría junto con su familia a las 12:45 en el vuelo 1532 de American Airlines desde Santiago de Cuba, al oriente del país, con destino a Miami, acompañado de dos funcionarios del departamento de Estado. “[El secretario de Estado] Marco Rubio y la Administración Trump mandaron a estas dos personas desde la semana pasada a Santiago de Cuba y dijeron que hasta que no vinieran en el mismo vuelo con José Daniel y su familia no volvieran”, señala el hermano del opositor.
El vuelo de Ferrer aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Miami a las 12:25 de la tarde hora local, donde fue recibido por la alcaldesa del condado de Miami, Daniella Levine Cava, y los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz Balart y Carlos Giménez. El disidente no se presentó públicamente ante la prensa que lo esperaba en la terminal y se dirigió directamente a la sede de la Fundación Nacional Cubanoamericana, una organización del exilio cubano.
“Tengo sentimientos encontrados”, dijo Ferrer delante de un grupo de periodistas y de miembros de la comunidad cubana que le esperaban. Dejaba atrás a miles de presos políticos en las cárceles de la isla, entre ellos Maykel ‘Osorbo’ Castillo, Luis Manuel Otero Alcántara o Félix Navarro. “Viven un infierno en las prisiones de Cuba”, aseguró. Aun así agradeció la posibilidad de reunirse con su familia en el Sur de Florida, y reencontrarse de una vez con su esposa, la doctora Nelva Ortega, y sus hijos Daniel José, Anita y Fátima Victoria, quienes viajaron junto a él, como parte del acuerdo en el que el líder opositor no aceptó ser desterrado sin la compañía de sus cercanos.
En sus primeras declaraciones a la prensa, el santiaguero aseguró que su destierro no significaba el fin de la lucha por la democracia en Cuba, y extendió su deseo a la administración de Donald Trump para que acompañe a los cubanos en ese proceso. “Necesitamos el mayor apoyo posible (..) Hay que ponerle fin a la tiranía”, sostuvo. “Las condiciones son muy favorables para que de una vez y por todas nos alineemos los cubanos de dentro y de fuera que queremos la libertad y la democracia, y hagamos que se muevan los actores del mundo libre”.

Un comunicado de este lunes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba informó que Ferrer salió hacia los Estados Unidos “en respuesta a una solicitud formal del Gobierno de ese país”, y tras su “consentimiento expreso”. “Este procedimiento se basó en una evaluación exhaustiva de la situación jurídica de Ferrer García por parte de la Fiscalía; la observancia del debido proceso; la consideración de las circunstancias específicas del caso y el ejercicio de las facultades legalmente conferidas a las instituciones pertinentes”, dice la nota oficial.
No obstante, Ferrer dijo en la misiva enviada desde la cárcel que el exilio ha sido la única opción que le ha quedado, tras ser sometido a “brutales golpizas, torturas, humillaciones, amenazas hasta de muerte y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes”. Su familia, añadió, “también ha sido objeto de la más despiadada persecución”. Esta no fue una decisión de última hora. Ferrer, según dice, valoró la posibilidad de salir del país tras su último secuestro por las autoridades cubanas el pasado 29 de abril en la madrugada, cuando cargaron con su esposa, su hijo menor, y a él lo devolvieron a la cárcel de Mar Verde de la que había salido en enero, y en la que ya había cumplido su condena por sumarse a las protestas masivas de julio de 2021.
Díaz Balart, tras recibir al opositor en el aeropuerto de Miami, le dijo a EL PAÍS que Ferrer “sigue con el mismo espíritu”. “Ese hombre y ese héroe, que ha sufrido tanto, presiones, torturas físicas y psicológicas, que él haya decidido, que, por su familia, ha tenido que dejar el país, dice el nivel de tortura y de represión que él ha estado sufriendo. Pero que conste: es José Daniel Ferrer. No ha cambiado de actitud. Es José Daniel Ferrer, es un héroe. No ha cambiado de actitud y la lucha no termina hoy, la lucha ahora comienza de otra forma”.
El congresista republicano atribuyó la liberación del disidente al cambio de liderazgo en la Casa Blanca. “Esto no es apaciguar a los enemigos. Esto no es darle concesiones a los enemigos. Esto es demostrar liderazgo y eso ha sido fundamental”, sostuvo. Y recordó a los cientos de cubanos que siguen en las cárceles cubanas por manifestarse pacíficamente. “Esta lucha se ha mantenido y el exilio nunca ha parado y el cubano dentro de Cuba nunca ha parado”, aseguró.
🔴 LO ÚLTIMO | José Daniel Ferrer García, el reconocido líder opositor cubano, llegó a Estados Unidos este lunes luego de que el Gobierno de Miguel Díaz-Canel aceptara su excarcelación a cambio de su partida al exilio.
— EL PAÍS US (@el_paisus) October 13, 2025
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Uno de los 75 presos políticos de la denominada Primavera Negra de 2003, Ferrer ha pasado más de una década en prisión. Fue liberado en dos ocasiones. La primera, en 2010, cuando cumplía una sentencia de 25 años y fue beneficiado por las negociaciones que Raúl Castro hizo con Iglesia Católica y el Gobierno español de José Luis Zapatero. En 2021, volvió a ser detenido tras las inéditas protestas antigubernamentales. A principios de este año fue liberado días antes del fin de la Administración demócrata de Joe Biden en Estados Unidos —que eliminó a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo— y tras negociaciones de La Habana con El Vaticano, que implicaron la excarcelación de 553 presos.

Fuera de la cárcel, Ferrer no mantuvo un perfil bajo y siguió en la mira de las autoridades tras asistir con alimentos a cientos de personas en situación vulnerable en medio de la grave crisis económica y social que sufre Cuba y fue devuelto a prisión pocos meses después, en abril. Según denunciaron entonces activistas de su organización, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), entonces no solo cargaron con él, sino también con su esposa, Nelva Ortega, con el hijo pequeño de ambos y con dos miembros del grupo.
“Nos sentimos muy emocionados, hemos estado con mucha tensión en todo este tiempo, incluso bajo tortura psicológica, pero muy emocionados y pidiendo a dios que, dentro de lo que cabe, mi hermano esté lo mejor posible de salud, porque sabemos todos los padecimientos que está teniendo”, “Nos sentimos muy emocionados, hemos estado con mucha tensión en todo este tiempo, incluso bajo tortura psicológica, pero muy emocionados y pidiendo a dios que, dentro de lo que cabe, mi hermano esté lo mejor posible de salud, porque sabemos todos los padecimientos que está teniendo”, dijo este lunes su hermana, Ana Belkis Ferrer. “[Esperemos] que se recupere lo antes posible para que, con mayor fortaleza, pueda continuar la lucha por la libertad de Cuba”.
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