Alarma por la seguridad de Lula tras el atentado a Trump
El ataque contra el expresidente estadounidense también ha tenido repercusión en Brasil por los paralelismos con el atentado contra Bolsonaro
El atentado al candidato republicano, Donald Trump, en Pensilvania ha tenido una repercusión especial en Brasil, por dos motivos: la resistencia del presidente progresista, Lula, a ser blindado en sus encuentros con las multitudes y el caso, aún no dilucidado del todo, del atentado al exmandatario extremista de derechas Jair Bolsonaro meses antes de las elecciones. Entonces, recibió en un acto público una cuchillada en el vientre, lo que fue visto como una señal divina de que Dios protegía al candidato y que, según no pocos comentarista políticos, en realidad dicho atentado, aún sin aclarar del todo, fue definitivo para su elección.
Al saberse la noticia del fallido atentado a Trump los cuatro hijos políticos de la familia Bolsonaro, amiga personal de Trump, se despepitaron en las redes sociales en comparar el fallido atentado al candidato republicano americano con el de su padre. Al mismo tiempo, ha sonado la alarma en la defensa de Lula, al que le sobra coraje para entregarse a sus fieles seguidores sin preocuparse por su seguridad personal.
El Gabinete de Seguridad Nacional, órgano responsable por la protección de Lula, ha anunciado que en las últimas semanas, en las visitas de obras a lo largo de Brasil con motivo de las importantes elecciones municipales de octubre próximo, que serán un test para definir las presidenciales del 2026, fueron abatidos 13 drones en actos públicos en diversas ciudades. Y ya había sido anunciado que la residencia presidencial del Planalto será especialmente protegida por los equipos de la Seguridad Nacional.
Lula fue siempre un problema para su propia seguridad personal ya que no es capaz de renunciar a los baños de multitud en sus apariciones públicas y en este momento la extrema derecha bolsonarista sabe que sólo el líder progresista podría ser el candidato capaz de enfrentar a Bolsonaro, si acabara amnistiado de sus ocho años de inhabilitación electoral, o al candidato apoyado por este.
Bolsonaro, que da por hecho que el fallido atentado a Trump le dará la victoria, ya ha anunciado públicamente que irá a su toma de posesión. Por su parte, el diario nacional O Globo ha escrito: “La imagen de Trump después de haber sido alcanzado por una bala en su cara, su sangre en el rostro y el público gritando: ‘!USA, USA, USA!’ lo eternizó como víctima a partir de ahora, casi como un mártir”. Ello ha hecho enseguida recordar que también la cuchillada infligida a Bolsonaro en plena campaña electoral lo convirtió enseguida, con el apoyo en masa de las iglesias evangélicas, en un predestinado de Dios a presidir la nación.
Lula ha condenado el fallido atentado a la vida del candidato republicano Trump calificándolo, según manifestó en sus redes sociales, de inaceptable “para todos los defensores del diálogo en la política”. Los bolsonaristas, por su parte, hacen hincapié en su mantra de que la izquierda “cuando no puede vencer, intenta matar”.
Una cosa es cierta y es que a partir del fallido atentado contra la vida de Trump el bolsonarismo, que está ajustando sus cuentas con la justicia que está a punto de condenar definitivamente a Bolsonaro a la cárcel, será más nervioso y rabioso de lo que ya lo es. Una derecha radical y fascista, envalentonada en este momento por el fallido atentado a Trump, el nuevo mártir de la ultradrecha mundial, que debe desafiar a un contrincante como Biden en las cuerdas. Hasta a un posible sustituto de Biden le será ahora más difícil desafiar a un contrincante al que los ultradrechistas presentarán en lo que resta de campaña como un privilegiado y escogido por Dios. Igualito a Bolsonaro.
Siga toda la información de El PAÍS América en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.