Estados Unidos y Colombia se alían para cercar a la megabanda criminal Tren de Aragua
Los dos países declaran guerra a la organización fundada en Venezuela y ofrecen 12 millones de dólares por tres líderes. España concede la extradición de Gerson Guerrero, hermano del líder del grupo delictivo
La Embajada de Estados Unidos en Colombia y la Policía colombiana anunciaron el jueves un programa de recompensa de 12 millones de dólares por la captura de tres líderes de la organización criminal Tren de Aragua, fundada en Venezuela y que se ha expandido por la región en los últimos años. “Los criminales siempre buscan dónde refugiarse, y las policías de América Latina tenemos operaciones de cooperación internacional para capturar los sujetos estén donde estén, pero todavía no tenemos información de si estos cabecillas están en Colombia”, dijo el director de la Policía colombiana, el general William Salamanca, durante una rueda de prensa junto con el embajador estadounidense en ese país, Francisco Palmieri.
Los tres cabecillas de la organización que están buscando son Giovanny San Vicente, alias Giovanny; Yohan José Romero, alias Johan Petrica, y Héctor Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, por los que se ofrecen recompensas de tres, cuatro y cinco millones de dólares, respectivamente. Guerrero escapó el año pasado de la cárcel de Tocorón, en el estado central de Aragua, desde donde operaba.
El cerco se ha estrechado contra la megabanda, la más grande de Venezuela y una de las peligrosas. La semana pasada la policía colombiana detuvo a Larry Amaury Álvarez, alias Larry Changa, uno de los socios de Niño Guerrero. Larry Changa habría aterrizado en Chile en 2018, donde montó negocios y ayudó a la expansión de la organización. Su captura ha abierto las expectativas de que este pueda brindar información que conduzca a la captura de los otros líderes. En días reciente, también detuvieron en Bogotá a otro integrante de la banda conocido como alias Salomón. “Estas capturas se suman a las 79 que la Policía ha llevado a cabo junto a la Fiscalía”, agregó Salamanca.
Los Gobiernos de la región llevan meses intentando poner freno al avance de esta banda dedicada principalmente a los delitos de extorsión, micro tráfico de drogas y tráfico de migrantes, que ha disparado los delitos en países como Chile, Colombia, Ecuador y Perú. También se ha reportado su presencia en Argentina y Estados Unidos, en particular en la ciudad de Nueva York. En la enorme diáspora venezolana, los delincuentes encontraron una oportunidad para expandir sus actividades ilegales a otros países. Pero desde Venezuela la dan por desarticulada, desde que en septiembre pasado 11 mil agentes de las fuerzas de seguridad tomaron la cárcel de Tocorón desde donde vivía y operaba Niño Guerrero, aunque nunca informaron sobre la detención de ninguno de los cabecillas. Entonces, el Observatorio Venezolano de Prisiones denunció que la toma fue pactada con algunos de los reos y que algunos de ellos huyeron por túneles y montañas aledañas al penal.
Algunos funcionarios como el canciller Yván Gil, incluso, han negado su existencia y aseguran que las revelaciones sobre su actuación conocidas por investigaciones policiales y periodísticas —como las que ha hecho la periodista venezolana Ronna Rísquez— forman parte de una campaña de desprestigio contra Venezuela. Estos señalamientos lo llevaron a un fuerte roce diplomático con Chile, uno de los países que más ha exigido cooperación activa de Venezuela para poner a raya a los criminales.
El embajador Palmieri dijo que “el Tren de Aragua se ha convertido en una organización que contribuye al miedo y desconcierto, y es un obstáculo para la población colombiana y estadounidense”. Por eso, se espera que este jueves se anuncie en Washington un plan de ataque contra el grupo organizado. En concreto, los tres líderes están en busca y captura por los delitos de conspiración para cometer crimen organizado transnacional, tráfico de narcóticos y de personas, y lavado de dinero. La información y cooperación de Venezuela es clave para desarticular esta banda y sus ramificaciones. Este plan de recompensas por las cabezas de los líderes del Tren de Aragua se anuncia en medio de las negociones entre el Gobierno de Nicolás Maduro y Washington que la semana pasada retomaron la interlocución, a pocas semanas de las elecciones.
Esta banda se articuló entre 2013 y 2015 en el estado Aragua, una zona industrial del país. Primero se dedicaron a extorsionar a comerciantes y vecinos, luego incursionaron en los delitos de secuestro y tráfico de drogas y se convirtieron en una organización trasnacional. El Niño Guerrero cumplió una condena de 17 años por tráfico de estupefacientes y ocultamiento de armas de guerra y se quedó dentro de la cárcel para controlar los negocios que hizo prosperar dentro y fuera del penal, como el cobro de la causa, una coima de entre 8 y 10 dólares semanales que debían pagar los más de 3.000 detenidos para permanecer con vida dentro del centro penitenciario, un sistema implantado en gran parte de las cárceles del país.
Además de estos movimientos de Colombia y Estados Unidos, España ha concretado este mismo jueves la extradición a Venezuela de Gerson Guerrero, hermano del líder del Tren de Aragua, según informó el fiscal general venezolano, Tarek William Saab. Había sido detenido por la Policía Nacional en marzo pasado en la ciudad de Barcelona. Se le acusa de extorsión agravada, blanqueo de capitales, asociación para delinquir, tráfico ilícito de armas y municiones, terrorismo y financiamiento al terrorismo. Por estos delitos se enfrenta a la pena máxima en el país, de 30 años de encarcelamiento. Saab aseguró que será juzgado “de manera implacable”, aunque durante la última década su hermano pudo constituir un imperio criminal desde una cárcel venezolana.
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