La policía acusa a Bolsonaro de apropiación de bienes públicos y blanqueo en el caso de las joyas regaladas por Arabia Saudí
También avanza en la investigación sobre cómo el expresidente brasileño fingió estar vacunado contra la covid-19 para poder entrar en Estados Unidos
Jair Bolsonaro tiene diversos frentes abiertos con la Justicia brasileña, con acusaciones que abarcan un amplio abanico: desde falsificar su cartilla de vacunación hasta tramar un golpe de Estado. Este jueves, uno de los casos menores subió un escalón: tras más de un año de investigaciones, la Policía Federal acusó al mandatario de haber intentando apropiarse de forma indebida de unas carísimas joyas que la familia real de Arabia Saudí entregó a una comitiva brasileña en una visita oficial a ese país en 2021. Bolsonaro ni siquiera estaba en ese viaje, pero lo interpretó como un obsequio personal e hizo de todo para lucrarse con ellas, incluso intentó venderlas en Estados Unidos. Cuando el escándalo estalló las devolvió para que formen parte del archivo público de la Presidencia.
Pese a todo, la Policía Federal cree que hay indicios suficientes para acusarle de al menos tres delitos: apropiación de bienes públicos, blanqueo de dinero y asociación criminal, ya que involucró a varias personas de su círculo de confianza, incluyendo a altos cargos del Gobierno. En el informe de los agentes además de Bolsonaro constan otras 11 personas. La Fiscalía deberá decidir en los próximos días si presenta una denuncia formal o si pide que se archive el caso.
Las joyas eran relojes Rolex, pendientes, una especie de rosario árabe y un espectacular collar de oro y diamantes de Chopard. Según las estimaciones de los peritos policiales, tenían un valor de unos 5 millones de reales (900.000 dólares), algo menos de lo que publicó inicialmente la prensa brasileña. En cualquier caso, el escándalo no estaba tanto en el valor de los regalos sino en el hecho de que la comitiva brasileña intentara introducirlos en Brasil sin declararlos ni pagar los impuestos correspondientes.
Los hombres de confianza del expresidente incluso intentaron subastar parte de las joyas en Estados Unidos. Finalmente, cuando todo salió a la luz, el Tribunal de Cuentas de la Unión aclaró que se trataba de regalos de Estado y que Bolsonaro debía devolverlos inmediatamente, y así ocurrió pocos días después. Los aliados del expresidente creen que no hay caso porque no hubo daño al erario público y hablan de persecución sin fundamento.
En la lista de colaboradores de la trama de las joyas sobresale un nombre por encima de los demás, el del teniente coronel Mauro Cid. Era la mano derecha de Bolsonaro en sus tiempos como presidente, el chico de los recados a quien le confiaba las tareas burocráticas más delicadas. Bolsonaro y Cid también están juntos en otro escándalo, el de la falsificación de la cartilla de vacunación.
Conocido negacionista, públicamente Bolsonaro siempre hizo alarde de no haberse vacunado contra la covid-19, pero hay indicios de que falsificó su cartilla de vacunación. También la de algunos familiares y colaboradores más próximos, para que todos pudieran entrar en Estados Unidos, burlando así la ley que exigía estar vacunado. La policía fue tirando del hilo y llegó hasta la ciudad donde, según el sistema informático del Ministerio de Salud, Bolsonaro fue vacunado: Duque de Caxias, en la periferia de Río de Janeiro. Este jueves la policía registró la mansión del exalcalde, un conocido bolsonarista, y encontró 200.000 reales en metálico (unos 34.000 euros). Todo indica que había un gran esquema de venta de falsificaciones. Bolsonaro y Cid ya habían sido acusados de inserción de datos falsos y asociación criminal hace unos meses, pero como no paran de surgir nuevas informaciones ahora los agentes investigan si el clan Bolsonaro fundó esa trama o si simplemente se aprovecharon de un mecanismo que ya existía.
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