Rebelión contra el Vaticano: los 51 sacerdotes de Perú que se niegan a bendecir a parejas homosexuales

Cuando hace unas semanas, en el saludo navideño de la Santa Sede, el papa Francisco instó a los cardenales, obispos y laicos del mundo a dejar de lado sus “posiciones ideológicas rígidas que con frecuencia, bajo la ilusión de buenas intenciones, separan de la realidad e impiden avanzar”, se refería a lo que acaba de suceder en la región San Martín, en la selva peruana. El obispo español Rafael Escudero López-Brea, encargado de la Prelatura de Moyobamba, adscrita a la Archidiócesis de Toledo, ha criticado expresamente el documento Fiducia Supplicans, emitido por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cual abre la posibilidad de que las parejas del mismo sexo o en situaciones irregulares puedan ser bendecidas. A pesar de no equipararse al matrimonio, el documento ha sido recibido como un aire fresco por los sectores progresistas.

Escudero López-Brea se encuentra en las antípodas y así lo ha hecho saber: “Es un abuso grave del Santísimo Nombre de Dios, que se invoca sobre una unión objetivamente pecaminosa de fornicación, adulterio o, aún peor, de actividad homosexual”. El obispo español, de 63 años, que llegó al Perú en el 2004 afirma que “los actos homosexuales son desordenados y, sobre todo, contrarios a la ley natural. Dios no bendice nunca el pecado. Dios no se contradice. Dios no nos miente. Dios, que siempre ama incondicionalmente al pecado, busca que se arrepienta, se convierta y viva. Dios desea para todos nosotros el bien”.

Pero el obispo, nacido en Quintanar de la Orden, en Toledo, no se ha quedado tranquilo al expresar que Fiducia Supplicans “daña la comunión de la Iglesia” y que confunde al permitir bendiciones no litúrgicas pues “el acto, sea realizado en una asamblea o en privado, impartida por un ministro, sigue siendo una bendición de idéntica naturaleza”. Escudero López-Brea ha ido más allá: ha amenazado a los sacerdotes de la Prelatura de Moyobamba a no realizar ninguna forma de bendición a parejas en situación irregular o del mismo sexo, en claro desacato a lo dispuesto por el Vaticano.

Los 51 sacerdotes que integran dicha Prelatura han respaldado la medida a través de un comunicado. “En total unanimidad, sin fisuras, acatamos, suscribimos y agradecemos el mensaje pastoral de nuestro obispo (...) Ante la confusión y perplejidad que ha provocado la declaración, suplicamos al Santo Padre que anule la validez del documento y toda afirmación que permita la administración de sacramentos o bendiciones a personas en pecado mortal objetivo sin arrepentimiento y deseo de conversión”, sostienen.

Ni la Conferencia Episcopal Peruana ni el Arzobispado de Lima han emitido todavía su postura respecto a la desobediencia de la Prelatura de Moyobamba. Lo cierto es que Escudero López-Brea posee varios antecedentes de esa rigidez ideológica descrita por el papa Francisco. En abril de 2021, previo a las elecciones generales en Perú, le remarcó al electorado que “ningún católico debe apoyar con su voto a candidatos o partidos que promuevan el aborto, la eutanasia, las uniones homosexuales y la ideología de género, si no quiere hacerse cómplice de tales perversiones”. A su modo de ver, la familia heterosexual es un principio no negociable que debe ser defendida de “los intentos de hacer jurídicamente equivalente el mal llamado matrimonio igualitario”.

El portal Religión Digital ha rechazado la posición del obispo Rafael Escudero López-Brea recordando un hecho de hace algún tiempo: Pedro Francisco Rodríguez Ramos, un cura condenado a siete años de cárcel por abusar sexualmente de un menor de edad en el seminario de Toledo entre 2005 y 2007 fue acogido por varias temporadas en el seminario de Moyobamba cuando el caso ya se encontraba en los tribunales. “Por un lado, se rasgan las vestiduras, anatematizan y piden al Papa que suspenda la declaración que permite la bendición de parejas gais. Por el otro, acogen a pederastas homosexuales (...) El obispo de Moyobamba no tuvo empacho alguno en acoger en su diócesis a Pedro Francisco Rodríguez Ramos, el Karadima de Toledo”, dice la publicación en referencia al cura chileno Fernando Karadima, excomulgado por diversos casos de pedofilia y efebofilia.

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