Renuncia la canciller peruana tras la fallida reunión entre Dina Boluarte y Joe Biden

“Cada vez que uno sale afuera, uno no se va de paseo”, dijo Dina Boluarte poco después de recibir la venia del Congreso para emprender su cuarta salida al extranjero desde que asumió la presidencia del Perú: una gira por Estados Unidos en el marco de la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica (APEP). Efectivamente, la mandataria estuvo cuatro días en Washington y en Maryland la semana pasada. Su visita resultó polémica por dos hechos: afirmar en el evento que “el Perú es un país que está en calma y paz” luego del golpe de Estado fallido de Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022, y su frustrado encuentro con Joe Biden, presidente de Estados Unidos.

Boluarte justificó su viaje aduciendo una reunión pactada con su homólogo estadounidense y remarcó que su propósito era “posicionar al país en la vitrina mundial” y, de esta manera, atraer “inversiones sostenibles”. Sin embargo, el último viernes el encuentro quedó en un espejismo: mientras el Gobierno peruano informaba de la anunciada cita —aunque sin precisar hora exacta ni lugar—, el nombre de la presidenta peruana brillaba por su ausencia en la agenda oficial del mandatario. Horas después, el Ejecutivo colgó unas fotos de Boluarte junto a Biden en uno de los pasillos de la Casa Blanca. Capturas que mostraban un encuentro casual sin las formalidades del caso. En las redes sociales del Gobierno norteamericano, en cambio, no se publicó ninguna imagen alusiva.

En medio de una ola de críticas, Cancillería emitió un comunicado donde intentó maquillar la situación e insistió en que a pesar de todo los mandatarios pudieron conversar sobre algunos de los grandes temas que atañen a ambas naciones. “[La cita] no se llevó a cabo con el protocolo que caracteriza a las reuniones bilaterales porque los tiempos quedaron cortos (...) Pudieron conversar sobre asuntos como la migración y la lucha contra el narcotráfico”, señalaron en el documento. De inmediato, congresistas de diversas bancadas le exigieron al Gobierno una respuesta contundente sobre un acontecimiento que ha sido calificado como “vergüenza internacional”.

De vuelta en Lima, la ministra de Relaciones Exteriores, Ana Cecilia Gervasi aseguró que la reunión bilateral fue confirmada por la Casa Blanca y que incluso determinaron el formato, por lo que niega cualquier negligencia de su cartera. “Afirmo enfáticamente que toda la información transmitida al Congreso de la República en la solicitud de autorización a la presidenta de la República para viajar a Washington ha sido veraz y sustentada en los acuerdos alcanzados con las autoridades de los Estados Unidos”, se lee en otro comunicado.

Gervasi solicitó reunirse con la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso y dar sus explicaciones en esas instancias; no obstante, su pedido fue denegado y más bien se le exigió que se presentara en un pleno extraordinario este martes por la tarde. “Debe ser conocido y explicado al detalle en el pleno, como consecuencia de habérsele otorgado con amplia mayoría dicho permiso por parte de la representación nacional bajo el principio de la buena fe”, señala el oficio.

Ante ello, sorpresivamente este lunes Gervasi renunció a la Cancillería sin una autocrítica de por medio. Más bien, hizo hincapié en lo que a su parecer son los logros de gestión: superar las tensiones en su contra a raíz del golpe de Estado del 7 de diciembre y que el “Perú sea hoy un país respetado y plenamente integrado en el contexto internacional”. En referencia a Dina Boluarte, Gervasi dijo: “Seguiré colaborando con usted y con el Perú desde las responsabilidades que me toquen desempeñar en mi calidad de funcionaria diplomática de carrera”.

El jefe del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, se pronunció respecto a la salida de Gervasi, de quien resaltó “su gestión eficiente en tiempos difíciles”. “Evidentemente su renuncia se debe, entre otras cosas, a los acontecimientos por todos conocidos, pero que significan el fin de un proceso y de un liderazgo en Cancillería. Esto va a concluir con el nombramiento de quien la va a suceder”, informó Otárola desde Palacio.

Al fracaso de su reunión con el presidente Biden se suma un nuevo escándalo para Dina Boluarte: una investigación del programa dominical Cuarto Poder ha destapado que un alcalde distrital de la región Cajamarca recibió 20 millones de soles (5,3 millones de dólares) para proyectos de inversión poco después de reunirse en Lima con Nicanor Boluarte, hermano de la jefa de Estado. “Él está en su total libertad de recibir a quien se le pegue la gana. Que se investigue. Mi hermano se sabrá defender ante el Ministerio Público sobre esa infamia que le han querido inventar”, justificó Boluarte.

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