Jennifer Colpas, la mujer caribe que sueña con una ‘Tierra Grata’ para los más olvidados
Esta barranquillera lidera un proyecto social que trabaja para que los servicios básicos de agua, luz y un baño digno sean para todos. En nueve años, su fundación ha atendido a 24.000 personas
Jennifer Colpas Fernández (Barranquilla, 34 años) va por la vida con pasos rápidos y precisos. Ha vivido, estudiado y trabajado en Colombia, Inglaterra, Brasil e India. Tiene un pregrado en Negocios Internacionales y dos maestrías en Responsabilidad y Desarrollo Social. Habla español, inglés y portugués. Es embajadora por Colombia de One Young World. En 2021, fue una de las cuatro ganadoras del Premio Goalkeeper de la Fundación Bill y Melinda Gates, y fue elegida como una de las diez finalistas del programa Héroes de CNN. El año pasado habló ante la Asamblea de la ONU sobre sostenibilidad y agua.
Ninguno de esos logros tendría sentido si en lo más alto de su palmarés no dijera que esta mujer “orgullosamente Caribe” es cofundadora y directora ejecutiva de la Fundación Tierra Grata, una iniciativa social creada por cuatro jóvenes interesados en aportar una solución a la falta de servicios públicos básicos en las zonas deprimidas del Caribe colombiano, que nació bajo el lema “Lo esencial es para todos”.
La Fundación Tierra Grata se lanzó en abril de 2016, en Cartagena, aunque la idea nació en 2015, cuando Colpas y sus compañeros decidieron pasar del inconformismo frente a las injusticias sociales a ser parte de la solución. Inicialmente, se trataba de un emprendimiento social al que le dedicaban los fines de semana y que financiaban con rifas y fiestas que les dejaban lo necesario para llevar uno o dos postes de energía solar a comunidades necesitadas de La Heroica.
“Así pasaron cuatro años, hasta que nos dimos cuenta de que el problema que queríamos ayudar a solucionar era mucho más grande de lo que veíamos a las afueras de Cartagena, y que en la ruralidad abundaban sectores a los que la única luz que llegaba era la de las velas, donde no había baños y a los que ni siquiera llegaba un carrotanque con agua para la gente”, cuenta Colpas.
Entendieron que sacar adelante la misión de Tierra Grata demandaba atención de tiempo completo. Colpas fue la primera en renunciar a su trabajo corporativo en la Cámara de Comercio de Cartagena para empezar su camino como directora ejecutiva de la fundación, en 2019.
Gracias a su trabajo y al del equipo que lidera, en los últimos nueve años han atendido a más de 24.000 personas en la región Caribe, desde Córdoba hasta la Guajira, y en la región Pacífica, especialmente en Cauca y Valle del Cauca.
Tierra Grata le apunta a tres líneas principales: acceso a energía, agua y saneamiento. El mayor impacto, afirma Colpas, ha sido en el acceso a energía: hoy 4.000 personas tienen, por primera vez, energía solar. En total, agrega, han entregado más de 3.500 soluciones de tecnología social, entre filtros para el agua, baños secos, postes y sistemas de energía solar para casas, tiendas y escuelas.
En 2023, comenzaron un proyecto para llevar servicios básicos a las escuelas rurales, porque son epicentros que generan transformación en la comunidad. Han beneficiado 15 de ellas, incluyendo a 10 con servicios de internet, y a 3.000 niños y niñas, en su mayoría indígenas en Magdalena y La Guajira, y campesinos víctimas del conflicto armado en Bolívar.
Satisfecha con el camino trazado en estos años, reconoce que no es suficiente y que la existencia de organizaciones como Tierra Grata es muestra de las necesidades tan grandes que hay en Colombia, donde, según sus cifras, 4,9 millones de personas carecen de acceso a un inodoro decente y 1,4 millones no cuentan con agua potable.
“Existimos porque hay unas necesidades básicas que deben ser cubiertas y unos derechos humanos que deben ser garantizados. Estamos en territorios en los que a veces no llegan ni la iniciativa privada ni el Gobierno. Existimos para visibilizar a las personas y sus historias, para sensibilizar a los demás y para empezar a cerrar las inmensas brechas sociales de nuestro país”, dice.
Sabe que les falta mucho camino por recorrer y eso incluye llegar a toda la selva del Pacífico y atravesar las fronteras hacia Ecuador y Venezuela; desarrollar más innovación en temas de agua; consolidar un modelo que sea más autosostenible y tener equipos más grandes en territorio. “Nos falta, al menos, llegar a 1 millón de personas lo más pronto posible”, asegura.
Por eso, su marcha acelerada continúa y sus planes para el futuro son claros: “Queremos estar en las mesas de trabajo donde se deciden temas de transición energética, políticas de acceso a saneamiento para la ruralidad y nuevas políticas de desarrollo rural. Allí deben participar más personas que hayan caminado, sudado y llorado los territorios. Esa es la nueva misión de vida que me he trazado”.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundación Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.
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