El aumento del pasaje de TransMilenio para 2025 lleva a un nuevo enfrentamiento entre Petro y Galán

El pasaje de TransMilenio y de los buses zonales de Bogotá subirá para 2025. Aunque el nuevo precio está por definirse, pues dependerá del incremento del salario mínimo que se está negociando, y el aumento suele ser un trámite anual, ya ha llevado a un nuevo enfrentamiento entre el alcalde Carlos Fernando Galán y el presidente Gustavo Petro, quienes han chocado sobre la construcción del metro, el manejo de la crisis hídrica o la recuperación del Hospital San Juan de Dios. El político de izquierdas, que gobernó la ciudad entre 2012 y 2015, ha cuestionado decisiones del exsenador que van en contravía de sus propuestas o iniciativas para la capital colombiana.

El alcalde, en una entrevista en el noticiero Red+, aseguró que la subida se debe a que la Nación no giró 825.000 millones de pesos (188 millones de dólares) que iban a ser destinados a la operación del sistema público de transporte. “Eso lo incluyó la administración anterior [de la exalcaldesa Claudia López] en el presupuesto de 2024. El Gobierno dijo ‘no vamos a dar esa plata’ y nos tocó buscar alternativas”, aseguró el mandatario la noche del lunes, cuando también reconoció que la Nación tiene “unos retos muy complejos de caja”. Horas después, el presidente respondió por X: ”¿Cómo así? Los recursos nacionales ni ayer ni hoy van para subsidiar la operación del TransMilenio. Yo, como alcalde nunca le pedí ni un solo peso al gobierno para esa actividad”. Luego, agregó en otra publicación: “Solo giraría 825.000 millones del pueblo colombiano a la operación de TransMilenio si se cambian estos dineros por propiedad de las empresas de buses en el monto respectivo. Lo demás es un regalo a supermillonarios”.

El dinero motivo de discordia sirve, entre otras cosas, para financiar el déficit que deja el Sistema Integrado de Transporte Público o SITP, que incluye todos los buses. Actualmente, el déficit es de 3,4 billones de pesos (unos 800.000 millones de dólares). Para llenar el hueco existe un Fondo de Estabilización Tarifaria, que requería recursos en montos manejables hasta 2012, cuando además de las troncales de Transmilenio, empezó a alimentar al entonces nuevo sistema zonal. Ese reemplazo de los viejos buses privados, desordenados y pagados en efectivo, por un esquema de rutas más organizadas y pagadas desde un fondo común, volvió todo el transporte urbano más caro de operar para el Distrito, explica Darío Hidalgo, experto en Transporte y exsubgerente de TransMilenio. “Además, el alcalde del momento [Petro] hizo el descuento de tarifas de hora pico y hora valle y eso empezó a descuadrar el relativo equilibrio que se tenía”, recuerda Hidalgo.

El Distrito cubrió los faltantes del fondo hasta la pandemia, cuando el déficit llegó a 2,1 billones de pesos. El Gobierno de Iván Duque decidió, en 2021, lanzar un salvavidas y, a través del Ministerio de Hacienda, inyectó dinero a varios sistemas de transporte del país para que siguieran funcionando. Luego, en 2023, el Gobierno Petro autorizó el giro de 981.000 millones de pesos para cubrir los déficits de varios sistemas masivos. De este monto, más del 60% se entregó a TransMilenio. Esto no significaba que la Nación hiciera aportes anuales, ha advertido el Ministerio de Transporte en un hilo de X en medio de la polémica.

Pese a eso, Galán explica que la administración de Claudia López incluyó 825.000 millones del Gobierno nacional en el presupuesto de 2024 y que, por tanto, él contó con ese ingreso para no subir la tarifa de los buses, como había prometido en enero. “Se incluyó en el presupuesto pero no se pactó”, ha explicado este martes Galán en una rueda de prensa en la que matizó sus declaraciones. “Yo no he dicho que hubiera un compromiso de la Nación para que se entregara esa plata, pero sí una expectativa”, ha agregado el alcalde.

Hidalgo coincide en que el tema del dinero se discutió durante la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo. “Quedó en el aire, no por escrito. Claudia López lo tomó como si el Gobierno nacional se hubiera comprometido”, explica, a la vez que reconoce que la Nación sí pudo tener la voluntad política de apoyar el sistema “en virtud del Plan Nacional de Desarrollo” que, en su artículo 183, que habla del apoyo a la sostenibilidad de los sistemas de transporte público.

Mientras se decide cuánto subir el pasaje, Galán ha dejado caer que el Gobierno puede apoyar con la compra de nuevos buses eléctricos. “El Plan Nacional de Desarrollo incluye dos artículos que implican la cofinanciación de la Nación hasta por un 70% para adquirir flota nueva no contaminante en el país”, ha recordado el alcalde. Bogotá prevé comprar 296 de estos vehículos.

Un bono mensual

En medio de la polémica, el alcalde ha anunciado que TransMilenio planea ofrecer paquetes mensuales de viajes como una opción más barata que la compra individual de trayectos. “Ayuda a que mucha gente se monte al sistema de transporte y a garantizar unos ingresos al sistema”, ha adelantado.

Para Luis Ángel Guzmán, investigador en transporte, es “un paso adelante”. “Si te metes la mano al bolsillo y pagaste lo del mes, pues sigues usando el sistema”, reconoce. El profesor de la Universidad de los Andes cuestiona el objetivo del Distrito pues lideró un estudio que probó el funcionamiento del bono mensual, pero con el fin de comparar la eficiencia de un apoyo económico a los usuarios con menos recursos en forma de bono y no de un subsidio de pasajes, como ocurre hoy. El estudio arrojó que el sistema de subsidios o descuentos es menos eficiente. “La gente que usaba el bono hacía un 9% más de viajes a la semana en el sistema. Con el bono, se asegura que la plata retorna a las arcas; con el subsidio, el Distrito se mete la mano al bolsillo para pagar a los operadores”, resume.