La Policía desmonta por la fuerza varios bloqueos del paro camionero en Bogotá

La cuarta jornada del paro de camioneros en Colombia no ha traído consigo un entendimiento entre el Gobierno y los gremios, pero sí ha motivado que la Policía intervenga. El cuerpo antimotines de la institución, por orden de las administraciones nacional y distrital, ha dispersado por la fuerza en la mañana de este jueves a varios de los manifestantes que mantenían bloqueadas algunas vías del norte y el sur de Bogotá. La ciudad y su área metropolitana, con más de 10 millones de habitantes, ha sido una de las zonas más afectadas por las manifestaciones de los camioneros, que rechazan el aumento del precio del diésel que anunció el Gobierno el pasado viernes, 30 de agosto.

En la calle 183 con autopista norte ―la vía que comunica a Bogotá con municipios como Chía, Cajicá o Zipaquirá―, miembros de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), el escuadrón antidisturbios de la Policía, lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Al mismo tiempo, trataban de retirar una tractomula que estaba atravesada en la vía. Ante lo que consideraban un abuso policial, los camioneros y sus simpatizantes empezaron a lanzar piedras contra los oficiales. Los presentes también tuvieron que retirar las ollas comunitarias en las que cocinaban. Más hacia el norte, en el Alto del Moral, en la vía Bogotá-Tunja, la Policía desbloqueó otro punto de concentración.

Mientras tanto, en el sur de la ciudad, en las inmediaciones de la estación Molinos, de Transmilenio, sobre la avenida Caracas, también había varios disturbios. La Policía hizo presencia con varios agentes y tanquetas antimotines para levantar los bloqueos. Con el uso de grúas, las autoridades empezaron a retirar los vehículos con los que los manifestantes mantenían bloqueada la vía. Al igual que ocurrió en el norte, los camioneros empezaron a lanzar objetos contundentes a los policías, y además denunciaron agresiones físicas por parte de las autoridades. Según la Alcaldía local de la localidad de Rafael Uribe Uribe, en pocos minutos se empezó a reestablecer el tráfico vehicular en esa zona de la ciudad.

Según el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, el Gobierno nacional le dio luz verde para intervenir en un total de cinco puntos críticos de bloqueo en la ciudad. Con la presencia de 1.200 agentes de Policía y seis drones, y acompañados de funcionarios del Distrito de Diálogo, Convivencia y Derechos Humanos, aparte de los mencionados puntos en la autopista norte y en Molinos, intervinieron frente a la planta de Cemex, en la vía al Llano y en el Puente San Carlos, todos en el sur de la ciudad. Las autoridades evalúan la posibilidad de intervenir en otros puntos de bloqueo en la capital. Sin embargo, minutos después, otro grupo de camioneros bloqueó la vía cerca al municipio de Chipaque, ya en la carretera hacia Villavicencio.

Más temprano, el alcalde Galán había hecho un balance general de las afectaciones de la ciudad en los días de paro, y pidió al Gobierno nacional una solución inmediata. De acuerdo con el mandatario capitalino, la ciudad ha sufrido un impacto económico cercano a los 30.000 millones de pesos, y mencionó a los sectores de hotelería y gastronomía como dos de los más perjudicados. Además, en la central de insumos de Corabastos, dice Galán, ha habido una disminución del 55% en la cantidad de toneladas de alimentos que ingresan en promedio, lo que ha llevado a que los precios de productos como frutas y verduras hayan aumentado en un 29%.

Alertas por posibles desabastecimientos

En el cuarto día de paro también se han escuchado más las alarmas de un posible desabastecimiento. Según Gonzalo Moreno, presidente de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), en los últimos tres días de paro, más de 17 millones de aves han resultado afectadas debido a los bloqueos. Además, no se han podido entregar alimentos para los animales en granjas de Bogotá, de los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander, y de la región de los Llanos orientales. Moreno advirtió también que, de mantenerse la situación, la capital puede empezar a sentir escasez de huevos y carne de pollo en tres días.

Por otra parte, Jeffrey Fajardo, presidente de PorkColombia, ha explicado que, por el paro, se han represado más de 2.000 animales en las vías, lo que ha representado pérdidas económicas superiores a los 3.000 millones de pesos. Agregó que no hay manera de atender a esos animales, que están empezando a padecer hambre y sed. También aseguró que es posible que en Bogotá se empiece a sentir la escasez de carne de cerdo en pocas horas. La Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan) ha pedido a los camioneros permitir el paso de vehículos que transportan leche y animales, para evitar pérdidas en ese sector de la economía.

En un sentido similar se expresó la Asociación Colombiana de la Industria Farmacéutica (ASCIF), que ha indicado que cerca del 30% de las cargas de medicamento que deben llegar a los centros de acopio en todo el país para su distribución, no han podido ser entregadas debido a los bloqueos de las vías. Ha señalado, además, que al menos cinco plantas farmacéuticas ubicadas en los alrededores de Bogotá no han podido funcionar con normalidad porque los trabajadores no han logrado llegar a sus lugares de ocupación.

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