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Martha Peralta, senadora wayúu: “Estamos aquí para dignificar a nuestros pueblos”

La presidenta de la Comisión Séptima, clave en el trámite de la reforma a la salud, reconoce su lugar en el Capitolio como una reivindicación de la diversidad de Colombia

Senadora Martha Peralta
La senadora Martha Peralta en Bogotá.CHELO CAMACHO
Santiago Torrado

La colorida túnica sobresale en los pasillos desangelados del Edificio Nuevo del Congreso de Colombia, aunque esta tarde no viste el sombrero que la suele distinguir en las fotos. Entre el hormigueo de congresistas, la senadora wayúu Martha Peralta (Monguí, La Guajira, 35 años) se toma una pausa de la actividad legislativa. Abogada de la Universidad Externado de Colombia y especialista en derecho ambiental, preside el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), parte del Pacto Histórico, la variopinta coalición de izquierdas que respalda al Gobierno de Gustavo Petro. “Cuando en su momento ningún partido le quería dar el aval, el MAIS se atrevió”, recuerda sobre la larga relación que mantienen con el presidente. Sin embargo, no titubea en aclarar que el movimiento se propone mantener su autonomía y no está dispuesto a entregar su personería jurídica. Peralta también encabeza la Comisión Séptima, por la que ahora debe pasar la reforma a la salud, la más resistida entre el paquete de reformas sociales que busca aprobar el Gobierno.

Pregunta. ¿Cómo vislumbra el paso de las reformas sociales por el Senado, y en particular de la reforma a la salud en la Comisión Séptima que preside?

Respuesta. Las reformas sociales han tenido un costo político para el Gobierno. Hemos visto que al ser la médula espinal, la columna vertebral de este Gobierno del cambio de Gustavo Petro, más allá de lo que está contemplado en el articulado o lo que se propone, está la intención de que no se lleguen a materializar. Nos toca a nosotros el tercer debate sobre la reforma a la salud, ojalá pudiésemos consensuar alrededor de la reforma y que la ciudadanía conozca cuál es su contenido, por qué el Gobierno, y nosotros como bancada, queremos apoyar una reforma al sistema actual. ¿A qué estamos llamando? A generar consensos. Si la oposición o los que se oponen a la reforma dicen que va a acabar con el sistema de salud, bueno, ¿cómo lo salvamos? Estamos abiertos al diálogo. Tenemos un sistema de salud que está en cuidados intensivos y tenemos que intervenirlo.

P. ¿Cómo ve la estrategia del Gobierno de negociar con los congresistas uno por uno, en lugar de hacerlo con las bancadas?

R. No estoy al tanto de ese ejercicio político que adelanta el Gobierno. Creo que debe primar nuestro compromiso con el país, con el sistema de salud, que hoy nos obliga a nosotros como congresistas a no darle la espalda a unas realidades que está viviendo la gente todos los días. Aquí llaman para una remisión médica, para la entrega de un medicamento, para que los atiendan. Entonces, todas esas circunstancias son las que deberían primar para que nosotros defendamos, argumentemos, votemos a favor o en contra de este proyecto de ley.

P. ¿Los tiempos alcanzan para que se tramite antes del 20 de julio?

R. Aquí más que de tiempos es de voluntades. Esperamos que podamos avanzar rápidamente en la Comisión, es decir, que se pueda hacer un debate con altura, con sensatez. Apruébenla o no, no podemos tener a la ciudadanía en vilo.

P. Los senadores de oposición insisten en que la reforma a la salud se debe tramitar como ley estatutaria en la Comisión Primera, en lugar de la Séptima, ¿corre el riesgo de caerse si sigue adelante como ley ordinaria?

R. El Ministerio de Salud y todos los gremios que han venido trabajando este proyecto de ley han tenido una asesoría amplia en cuanto a los temas constitucionales, su proceso y dónde debe ser surtido. Entonces, si bien la Corte Constitucional ha avanzado en diferentes jurisprudencias sobre la consagración de la salud como un derecho fundamental de los colombianos, también es cierto que este derecho solo se trata como fundamental una vez se ha violado, ahí se invoca que ha sido vulnerado ese derecho. Hemos hecho todos los análisis constitucionales, nos hemos asesorado muy bien para que el trámite se haga por la Comisión Séptima, y no por la Primera. Estamos totalmente tranquilos y transmitimos esa tranquilidad. Vamos en el camino correcto y esperamos que pueda pasar el control de constitucionalidad.

P. Usted es de La Guajira. ¿Qué se necesita para que deje de ser una de las regiones más olvidadas del país?

R. Hoy hemos avanzado con la voluntad política de un Gobierno que está decidido a hacer inversiones en soluciones profundas en el departamento. Son olvidos de gobierno tras gobierno que nos han estancado en el tiempo, en la satisfacción de nuestras necesidades básicas. Petro tiene toda la voluntad de que en La Guajira empiecen a solucionarse los temas de fondo. Hay unos funcionarios que no entienden ese mensaje, que quieren seguirnos planteando soluciones de pañitos de agua tibia. Además de la voluntad, nos toca seguir haciendo control, seguimientos, veedurías de lo que se está invirtiendo. Si este Gobierno resuelve la problemática del agua, dignifica al departamento de La Guajira.

P. ¿Por qué ha sido tan importante para usted reivindicar las mantas, collares y sombreros de la cultura wayúu?

R. Es mi identidad. Es también para demostrar que nos sentimos orgullosos de lo diferentes que somos, de nuestras raíces, culturas, tradiciones. Estamos aquí para dignificar a nuestros pueblos. No es solamente la manta bonita, aquí hay una voz del pueblo wayúu, de esa región que ha sido olvidada y quiere salir adelante. Y, por supuesto, es para recordarle al país y al Congreso de la República que hay una Colombia que es diversa, pluriétnica, multicultural.

P. ¿Qué representa la llegada al poder del Pacto Histórico para una mujer wayúu, guajira, de 35 años?

R. No sabía que iba a ser la senadora más joven entre las mujeres, nunca pensé llegar tan pronto al Congreso de la República. Ha sido todo un reto. A veces quisiéramos hacer más, que las soluciones pudieran ser más prontas, que no hubiese tanto trámite para que las gestiones que hacemos puedan llegar a las regiones. La gente necesita mayor representación.

P. El presidente Petro ha propuesto que el Pacto Histórico se configure en un solo partido político para las elecciones de 2026. ¿Por qué no respalda esa idea?

R. Estamos en la disposición de construir unidad, de coaligarnos, de hacer equipo, de no salirnos del proyecto de Gustavo Petro, pero sin tener que fusionarnos ni entregar la personería jurídica del partido.

P. ¿Por qué?

R. Porque este es un partido político que surge a través de la circunscripción especial indígena. Estaríamos dejando ese derecho político que tenemos, que nos otorgó la Constitución. Cuando creamos el MAIS, las autoridades [indígenas] pensaron que no querían estar mendigando avales, que no querían ir a otros partidos a que les pusieran las condiciones, sino construir un proyecto político con vocación de poder. Perderíamos la esencia como partido político, como MAIS. Somos un movimiento indígena y alternativo, aquí hay también sectores sociales. La reivindicación que buscamos a través de nuestra voz en el Congreso de la República la veríamos desdibujada.

P. La senadora María José Pizarro, su compañera de bancada, ha dicho que nunca sintió tanto el machismo como en el Congreso, ¿usted comparte esa apreciación?

R. Es complejo el ambiente del Congreso. Si no aprendes a pararte duro, te pasan por encima. Sí hay machismo, pero no siempre viene del hombre. Hay también comportamientos y conductas machistas de muchas mujeres.

P. ¿Cómo definiría el momento que atraviesa Colombia?

R. Al Gobierno le ha tocado muy duro, y más duro nos ha tocado a los que estamos cerca. Nunca pensé que fuera a ser tan difícil gobernar, que hubiese tantas dificultades; el presidente en campaña sí lo dijo. Al comienzo nos desplegamos en una estrategia de querer gobernar con todos, de hacer amplio el Gobierno y la participación, pero vimos que eso no resultó. Hoy vemos que la única herramienta que tenemos es hablar con la gente, pero también hacer mucho seguimiento al equipo de Gobierno. No todos están conectados con lo que quiere el mismo presidente. Escuchar en estos días que están liberando secuestrados [como parte de las negociaciones de la paz total] me genera esperanza. El hecho de ver que lleguen soluciones o inversión en la Guajira me da esperanza. Sigo soñando que lo que le hemos prometido al pueblo se puede lograr.

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Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.
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