Dos mujeres de derecha gobernarán Ibagué y Tolima: el giro no es ideológico sino de género
El conservatismo vuelve a arrasar en un departamento que, por primera vez, tendrá a una mujer como mandataria
Con mujeres elegidas a la Gobernación del Tolima y a la Alcaldía de Ibagué para el periodo 2024-2027, la derecha consolida su poder en esa región del centro del país.
Adriana Magali Matiz, excontralora de Ibagué y ex representante a la Cámara, fue elegida como la primera mujer gobernadora del departamento en sus 162 años de historia, con el respaldo de su partido, el Conservador, y del Centro Democrático, la colectividad del expresidente de derecha Álvaro Uribe. También contó con el apoyo de Cambio Radical, la Alianza Social Independiente (ASI), el movimiento Alianza Democrática Amplia (ADA) y Colombia Renaciente, colectividades agrupadas en la coalición Con seguridad en el territorio.
La abogada de 48 años, con dos décadas de trayectoria en el sector público, arrasó con el 58,6% de la votación, correspondiente a 352.178 sufragios, y venció en todos los municipios. Mauricio Jaramillo, hermano del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quedó inhabilitado por el Consejo de Estado faltando dos semanas para las elecciones, una decisión que supuso una derrota anticipada para el petrismo. El Pacto Histórico, la coalición de Gobierno, tenía su apuesta concentrada en el candidato liberal que alcanzó a aparecer en el tarjetón con el aval de esos dos partidos y de la Alianza Verde. Sacó 84.846 votos, el 14,11% y poco más de una cuarta parte de los apoyos de la ganadora. Detrás estuvo Yuly Esperanza Porras Barrero, avalada por el Partido de La U, el Nuevo Liberalismo, Colombia Justa Libres y La Fuerza de la Paz, quien sumó el 12,8%, y el voto en blanco, que alcanzó otro 10,52%.
El triunfo de Matiz encarna la prolongación de la hegemonía conservadora en el departamento que se encamina a sumar 12 años desde la segunda elección de Óscar Barreto como gobernador en 2015. Ese año, Barreto reemplazó al liberal Luis Carlos Delgado Peñón, a quien le había entregado el puesto cuatro años atrás, al finalizar su primer mandato. En su primera elección en 2007, Barreto, un abogado que inició en la política como concejal de Ibagué en 1982, se autoproclamó “el gobernador más uribista del país”.
Tras recuperar el poder en 2015, con el apoyo del uribismo, Barreto ―actual senador de la República― se ha consolidado como barón electoral, manejando los hilos de la contratación departamental. El congresista ha afrontado múltiples investigaciones disciplinarias y tiene, en el saliente gobernador Ricardo Orozco, un ahijado. Antes de lanzarse a la Gobernación, fue secretario del Interior de Barreto. Siendo candidato, Orozco contó con el apoyo del senador Miguel Ángel Barreto, primo de Óscar Barreto, y con el de la entonces representante a la Cámara, Adriana Matiz, quien ahora lo reemplazará en la administración del departamento.
La primera mujer gobernadora de Tolima promete gobernar “con los pies en el territorio”. Entre sus prioridades está recuperar la tranquilidad de los habitantes de los 47 municipios. “Vamos a luchar contra la delincuencia y la criminalidad en articulación con la fuerza pública y la ciudadanía, con una premisa: seguridad, orden y autoridad para garantizar el ejercicio de las libertades”, ha afirmado en sus redes sociales. También se ha comprometido a fortalecer el tejido empresarial para combatir el desempleo. Con una tasa del 15,7%, Tolima se ubica entre los tres departamentos del país con mayores índices de desocupación junto a Cesar y Quindío.
Un reto similar tendrá Johana Ximena Aranda, la alcaldesa electa de Ibagué, una capital que históricamente ha estado entre las ciudades más golpeadas por la falta de oportunidades de trabajo. En el trimestre de julio a septiembre de este año, el desempleo en ese municipio fue del 14,1%, cuatro puntos por encima del promedio de las ciudades principales. Aranda contó con el respaldo del Centro Democrático, Cambio Radical, el Partido de la U, la Alianza Democrática Amplia (ADA) y Colombia Justa Libres, integrados en la coalición Ibagué para Todos.
A diferencia de la alianza para la Gobernación, la coalición de derecha que triunfó a la Alcaldía no incluye al Partido Conservador. El barretismo tenía su propio jugador para enfrentar a Aranda, una bacterióloga que por varios años fue funcionaria de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) y que renunció a su cargo como secretaria de Salud del alcalde Andrés Hurtado para buscar su elección. Hurtado también formaba parte de la línea barretista, pero, una vez elegido, se distanció del grupo sin dejar de mostrarse de derecha. La futura alcaldesa logró 74.889 votos, una ventaja de 4.614 frente a los del conservador Jorge Bolívar, en una votación reñida que, en todo caso, mostró a una ciudad con claras mayorías de derecha: si se suman las votaciones de Aranda, Bolívar y los candidatos de los derechistas Nueva Fuerza Democrática y Salvación Nacional, el 68,69% de los electores se inclinó a ese lado del espectro ideológico. En contraste, el candidato del gobiernista Pacto Histórico solo sumó el 8,38%.
La gobernadora electa ha anticipado que trabajará de la mano con la segunda mujer que ejercerá como alcaldesa de Ibagué, en una dupla femenina y de una derecha poderosa, que también suma con las victorias de los candidatos avalados por el Partido Conservador en 30 de los 47 municipios, más uno del Centro Democrático y otro de la Nueva Fuerza Democrática, el partido del expresidente Andrés Pastrana.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y aquí al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.