Muere Pedro Gómez Barrero, precursor de los centros comerciales de Colombia

El empresario Pedro Gómez Barrero ha fallecido este viernes a los 94 años. Constructor del centro comercial Unicentro, el primero de Bogotá, era reconocido por todo tipo de actividades: desde la promoción de programas educativos hasta las gestiones como embajador en Venezuela durante la crisis de la corbeta Caldas en 1987. Figuras políticas de diversos partidos y miembros de la sociedad civil han lamentado su muerte.

La infancia de Gómez fue lejana al ajetreo y dinamismo urbano que marcó su carrera como empresario en Bogotá. Siempre mencionaba con orgullo su origen en el campo, en el pueblo de Cucunubá, a una hora y media de la capital. “[Soy] un colombiano más de los millones que hemos vivido partes [de nuestras vidas] en el campo, sobre todo en la niñez. Y que hemos después desarrollado nuestra juventud y madurez en Bogotá, con mucha fortuna”, declaró hace unos años en un homenaje de la Universidad del Rosario.

Muchos creían que la profesión de Gómez era arquitecto, pero en realidad era abogado. Se había formado en la Facultad de Jurisprudencia de la tradicional Universidad del Rosario, mientras trabajaba como celador de seguridad en el Ministerio de Trabajo por las noches. Fue juez civil municipal y de circuito en Bogotá y Facatativá. Siempre se mantuvo cercano a su alma máter, que lo condecoró en 2019 con la Medalla del Fundador Fray Cristóbal de Torres. “[Fue] un testimonio de los valores rosaristas y de lo que significa la búsqueda del bien común”, ha declarado este viernes el rector, Alejandro Cheyne.

Su salto a la fama se dio en 1976, con la apertura de Unicentro. “Hoy Bogotá es más ciudad, hoy se inaugura Unicentro”, leían las publicidades de la época. La masiva edificación, en el norte de la capital, fue la precursora junto al complejo residencial Multicentro de un nuevo estilo de vida que en los años siguientes llenó las ciudades colombianas. “Fue una concepción diferente del desarrollo de la ciudad, con núcleos urbanos autosuficientes en los que hay comercio, servicios, empleo, vivienda y diversión”, explicó Gómez en 1994 durante una entrevista en RTVC. La Asociación de Centros Comerciales de Colombia (Acecolombia) ha resaltado tras la noticia del fallecimiento que el empresario fue una inspiración para el sector: “Fue el pionero y gran impulsor de la industria de centros comerciales en el país”.

Gómez también fue reconocido por su labor en la Fundación Compartir, la cual fundó junto a otros empresarios en 1980. El objetivo inicial era llevar auxilios a poblaciones afectadas por desastres naturales, pero pronto mutó a la construcción de viviendas de bajo costo y la promoción de actividades educativas. La fundación ha construido decenas de escuelas y ha sido responsable del Premio Compartir, dedicado a reconocer a los mejores maestros del país.

La política no se mantuvo al margen de su vida, especialmente en los años 80. Fue secretario general del Partido Liberal durante la administración de Julio César Turbay. Poco después, el presidente conservador Belisario Betancur le pidió encabezar el fondo encargado de la reconstrucción de Armero, un pueblo sepultado por un volcán en 1985. Finalmente, a finales de la década se desempeñó como embajador en Venezuela, durante la presidencia del liberal Virgilio Barco. Su labor fue clave en evitar la guerra por la presencia de la corbeta colombiana Caldas en aguas territoriales en disputa.

Varios expresidentes han lamentado la muerte del constructor y empresario. Ernesto Samper se ha referido a él como el “arquitecto de la modernidad bogotana”, mientras que Álvaro Uribe ha definido su vida como una “de servicio a Colombia”. Juan Manuel Santos, por su parte, ha señalado que Gómez fue “un gran colombiano y un gran amigo”.

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